Valga decir que el Coeficiente de Gini es una de las principales medidas para medir la distribución enfocado principalmente en variables de ingreso y toma valores entre 0 y 1, siendo 0 una distribución igual para todas las unidades de análisis mientras que 1, es la distribución más desigual donde una unidad de análisis concentra toda la riqueza, y se entiende por unidades de análisis personas, familias y empresas. Por lo tanto, en cuestión de distribución y equidad, se espera que el Coeficiente de Gini tome valores cercanos a 0 como 0.1 o 0.2. En algunos casos como es el caso de esta columna, se toma el Gini y se multiplica por 100 y por lo tanto los valores pasan a ser de 0 a 100, con la misma explicación realizada.
Como se ha dicho, el Gini es una medida de desigualdad, pero debe analizarse de manera completa y alternativa con otras variables como el Gasto Público, el PIB, la población y con el sistema tributario de cada uno de los países. Analizando la Gráfica 1, el promedio y la mediana (es una medida estadística más robusta al promedio, ya que el promedio es afectado de manera significativa por valores que se alejan del centro de la distribución de los datos) del Coeficiente de Gini presentan tendencias decrecientes lo que implica que periodo a periodo, la distribución del ingreso en los países analizados ha mejorado porque cada vez es menor. Este Coeficiente de Gini para el 2000 obtuvo un promedio de 53.67 mientras que la mediana fue de 52.80 y termina para el 2020 con un promedio de 45.32 y una mediana de 44.90, es decir, un decrecimiento de 8.36 puntos en el caso del promedio y 7.9 puntos de caída en el caso de la mediana. En la Gráfica 1, los cuadrados de azul oscuro son los valores máximos del Gini mientras que los cuadrados azules claros son los mínimos del Gini. A pesar de que el Gini presenta una tendencia decreciente, preocupa que la medida estadística que se conoce como Rango, en promedio es igual a 12.81 puntos, lo que implica que el país con mayor Gini se aleja en 12.81 puntos del menor país con Gini. La Tabla 1 muestra los países con el menor y mayor Gini entre el 2000 y 2020.
Con la Tabla 1, los países con los mejores Gini se encuentran Uruguay, El Salvador y Argentina, siendo Uruguay el país con más periodos con el menor Gini. En el caso de los países con el Gini más alto se encuentran países como Bolivia, Brasil, Honduras y Colombia, donde Brasil tiene el mayor número de periodos con el Gini más alto, seguido por Honduras y en tercera posición Colombia con 5 periodos con el Gini más alto. De hecho, Colombia para el año 2020 es el país con el Gini más alto y se debe esperar si sigue siendo el primero para el 2021, ya que este dato todavía no está disponible en el Banco Mundial.
Al concentrar el análisis en el comportamiento de Colombia y en el promedio de los países analizados, que se evidencia en la Gráfica 2, se observa que Colombia siempre ha estado por encima del promedio de los países, que el periodo que estuvo más cerca del promedio fue 2003 y que la diferencia entre el Gini de Colombia con el Gini promedio de los países, ha tendido a aumentarse y alcanza un máximo en el 2020 con 8.88 puntos por encima del promedio del Gini de los países de la región. Aún más, a pesar de que Colombia presenta una tendencia decreciente la mayor parte del tiempo que se concentra entre 2000 y 2017, después de 2017 presenta una tendencia creciente y alcanza un Gini en el 2020 de 54.20, como se ha dicho en la columna el mayor de la región.
Las políticas que se pueden ejecutar para disminuir la concentración del ingreso y en este caso disminuir el Gini, son reformas en el ámbito tributario, laboral y de gasto público eficiente. En el caso de la reforma tributaria, la necesidad de implementar impuestos progresivos estaría de la mano con el gasto público eficiente, ya que aumentarían los ingresos del Gobierno y con ello la posibilidad de aumentar el acceso a servicios de salud, educación, vivienda y empleo, que conllevarían con el aumento de la calidad de vida y con la disminución del Gini. Es claro que aquí surge una pregunta y es la eficiencia en el gasto público que conllevaría a otro análisis adicional.
Y en el caso de la reforma laboral, el contar con que la población cuente con empleos de largo duración y con salarios que les permitan satisfacer las necesidades básicas, disminuiría la población que dependen del día a día y de manera secuencial, disminuiría el Coeficiente de Gini. Estas medidas toman tiempo sobre todo cuando se habla de mercado laboral y reformas tributarias progresivas pero dadas las necesidades de alcanzar mayores niveles de equidad, debe ser prioridad de cualquier gobierno el empezar con dichas reformas y con ello, disminuir las desigualdades medibles por medio del Gini.
Luis Carlos Calixto Rodríguez
Foto tomada de: Universidad de los Andes
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