En Tunja, la capital del departamento, la situación es igual de dramática, para el 2019, teníamos que el desempleo subió en un punto porcentual, pasó del 10.4% al 11.4%, es decir, 310.000 personas perdieron su puesto de trabajo. Para el DANE, ya en 2019 se prendían las alarmas por el tema de desempleo en Tunja, tanto la ocupación como el empleo en la ciudad está basado en el comercio, hoteles, restaurantes y servicios que suman el 64 % del empleo, si lo sumamos a los trabajadores independientes tenemos el 80% de la población de la ciudad.
Hoy ante el confinamiento y el cierre de todos los renglones de ocupación y empleo en la ciudad, la situación es alarmante para la capital del departamento y para el resto de los boyacenses. Según CAMACOL, Cámara Colombiana de la Construcción, de 64 proyectos de construcción de sus asociados, tan solo 27 han sido autorizados hasta la fecha para reanudar operaciones; el sindicato de trabajadores de Acerías Paz del Rio, denunció hoy el despido de 250 de sus trabajadores, el recaudo de rentas departamentales cayó en un 45% y la universidad más grande del departamento, la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, según lo reportó el rector (e) Alberto Lemus, tienen el 40% de sus estudiantes sin servicio de conectividad.
Aunque el número de contagiados al día de hoy en Boyacá no es muy alto, 121 en todo el departamento, 6 fallecidos, se han prendido las alarmas por el contagio que dio como resultado el cierre de la UCI neonatal del hospital San Rafael y en las últimas horas se anunció el cierre de la Policlínica de la ciudad de Tunja, se están aplicando las pruebas rápidas para hacer el cerco epidemiológico de los nuevos casos positivos, lo cual quiere decir, que la cifra no solo va en aumento, sino que nos deja ubicados en los primeros lugares de contagiados en un día con 13 casos , el 36% de los casos coincide con las dos semanas en que se realizó el aislamiento inteligente, pero también incidió la indisciplina social, asociada principalmente al consumo de alcohol , a la falta de distanciamiento social y de medidas de protección como tapabocas y lavado de manos.
El departamento cuenta con 12 UCI, con aproximadamente 60 camas, la proyección del gobierno departamental era duplicar esta cifra lo que hasta el momento no ha ocurrido, se firmó un contrato de adquisición de 11.000 pruebas en el mes de abril las cuales aún no han llegado; la alcaldía de Tunja, ofreció a la gobernación 70.000 pruebas para aplicar de inmediato en el departamento para tener la información que permita tomar decisiones para la contingencia. Según el médico Alejandro Fúneme, alcalde de Tunja, si la proyección se mantiene, en agosto tendríamos 30.000 contagiados y cerca de 1.400 fallecidos.
Con el aumento en el número de contagiados se prevé que se tomen nuevas medidas por parte de las administraciones departamental y municipales, el gobernador Ramiro Barragán ya se pronunció frente a la no apertura de las fronteras del departamento y el alcalde de Tunja, estudia nuevos toques de queda y ley seca, vale pena anotar que la capital reportó 26 días sin ningún contagio y fue la única capital no Covid por un día, ante lo cual se evidencia la efectividad de las medidas tomadas oportunamente y la necesidad de implementarlas nuevamente. El alcalde de Tunja ha sido responsable en el manejo de la crisis y obtuvo muy buenos resultados en su comienzo, como ya lo anotamos anteriormente, los contagios se dispararon las dos últimas semanas.
En medio de la crisis, si podemos hablar de algo destacable es que la Secretaría de las TIC en Boyacá, en cabeza del ingeniero Jhon Amaya, retomó la radio como herramienta para la educación, es necesario recordar que fue en este departamento donde nació Radio Sutatenza y la educación popular y con ella la educación para miles de campesinos colombianos hace 70 años, se articularon esfuerzos entre las radios comunitarias y la secretaría de las TIC para llevar la educación por este medio a los boyacenses, cabe anotar que la mayoría de ellos no tienen acceso a la conectividad, con esta iniciativa también se contribuye a financiar en parte a las emisoras comunitarias que se han visto afectadas como todos los sectores. Esta iniciativa sin duda, es audaz en la actual circunstancia, la radio es el medio de comunicación por excelencia para los boyacenses, llega a todo el departamento y con ella se garantiza no solo el distanciamiento social de los niños, sino la educación.
El análisis sobre Boyacá después de la pandemia no es alentador, ya las cifras alarmantes de pobreza se constituían en una gran bomba social y podemos prever un regreso de la protesta social, encabezada por estudiantes y campesinos, pero con la participación de la mayoría de la población aún más empobrecida y con muy pocas perspectivas de mejorar su condición al corto y mediano plazo.
No podemos olvidar el impacto que tuvo el paro agrario en 2013 en Colombia, hoy, más precarizado el campo, con mayores índices de pobreza multidimensional y sumado a ello, el empobrecimiento de las áreas urbanas, se convierten en el caldo de cultivo perfecto para una gran movilización social desde Boyacá.
María Clemencia Torres
Foto tomada de: Descriubre Boyaca
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