El crecimiento del PIB en 2023
Informa el DANE que el Producto Interno Bruto (PIB) creció en volumen en el año 2023 con respecto al año 2022 apenas 0,6%, la tasa de crecimiento más baja durante el siglo 21, dejando de lado 2020 seriamente afectado por la pandemia. Algunas actividades crecieron, como administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria, educación, atención de la salud humana y de servicios sociales, que crecieron 3,9%; actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras, que crecieron 7,0%, y las actividades financieras y de seguros con 7,9%. Decrecieron la construcción (menos 4,2%), la industria manufacturera (menos 3,5%) y el comercio al por mayor y al poner menor (menos 2,8%)[1].
La oposición está feliz
Duque está pletórico. Afirma que la economía está petrificada y que “la razón de esta debacle económica se debe a que el Gobierno de Gustavo Petro desmontó muchas de las políticas que impulsó durante su mandato y está dedicado a atacar la inversión y perseguir al empresariado.” También recordó que durante su cuatrienio se registró “el mayor crecimiento de la economía nacional en la historia”[2].
Francisco Miranda en Portafolio considera que aunque el crecimiento de 0,6% “disipa los temores de la recesión técnica” el desempeño observado es “tanto decepcionante como alarmante para una economía que creció 7,3% en 2022”. Señala que los motores de la economía se venían apagando durante el año pasado destacando la caída de la construcción, la industria manufacturera y las actividades comerciales; igualmente señala el descenso pronunciado de la formación bruta de capital fijo e invita al gobierno a que reconozca la gravedad de la situación y a trabajar conjuntamente con los empresarios: “La economía colombiana no se recuperará en el ritmo y la magnitud requeridos sin el liderazgo gubernamental de la mano de la resiliencia de los empresarios. Sin perder de vista la protección del empleo y las medidas contra la pobreza, la prioridad del Gobierno debe concentrarse en disparar el crecimiento económico por múltiples frentes[3].”
El ministro de Hacienda Ricardo Bonilla aseguró que afortunadamente se aleja el fantasma de la recesión y considera que se podrá iniciar un proceso de reactivación, aunque le preocupa que haya disminuido la formación bruta de capital fijo (especialmente en lo relativo a la magnitud de inventarios), el estancamiento del sector de la construcción y el contrabando que afecta la industria de textiles y confecciones. En el Plan de Desarrollo del Gobierno para el período 2022-2026, se había previsto: “Dentro de este complejo panorama internacional, el Gobierno prevé que Colombia logre un crecimiento económico positivo de 1,3% en 2023, una variación favorable teniendo en cuenta que se prevé una recesión en las principales economías del mundo.” (p. 277).
El desempleo no aumentó
A pesar del reducido crecimiento de la economía, la tasa de desempleo no aumentó: en diciembre de 2022 para el total nacional fue de 10,3% y en diciembre de 2023 de 10,0%, una ligera reducción[4]. La población ocupada total pasó de 22,468.000 a 22.864.000. En las ramas industriales que decrecieron la situación fue la siguiente: a) En la industria manufacturera disminuyó la población ocupada de 2.450.000 en el trimestre octubre-diciembre de 2022 a 2.366.000 en el mismo trimestre de 2023; b) en la construcción aumentó de 1.559.000 a 1.584.000 y c) en comercio y reparación de vehículos aumento de 4.015.000 a 4.026.000.
El bajo crecimiento no se tradujo, por tanto, en un aumento del desempleo total, en dos de las tres ramas cuyo PIB cayó en mayor proporción la población ocupada aumentó y solo disminuyó en la industria manufacturera.
El contexto del crecimiento del PIB
Conviene situar esta cifra en el contexto del desempeño histórico, por una parte, y examinar con mayor profundidad qué significa.
1. La tendencia histórica es de un PIB casi siempre creciente
Los datos disponibles muestran que el PIB colombiano, desde que existen cifras, muestra una tendencia general de crecimiento. Libardo Sarmiento, con base en estadísticas históricas del Banco de la República, el DANE y el DNP, sostiene que entre 1904 y 2024, la tasa promedio simple de crecimiento anual fue de 4.4%[5]. Entre 1990 y 2019 según José Antonio Ocampo la tasa de crecimiento promedio real del PIB per cápita fue de 3,5%[6]
2. La tasa de crecimiento histórica de la economía colombiana no es muy alta
Históricamente la economía colombiana no se ha caracterizado por tasas de crecimiento del PIB altas; en algunos de sus libros Ocampo califica al crecimiento económico como mediocre. Además, como la base de la cual se parte es baja, esto significa que el incremento absoluto de la producción es precario e incluso lleva a que la distancia con los países más desarrollados se incremente.
3. El crecimiento no es parejo: ocurre con grandes variaciones
Las cifras disponibles muestran que la tasa de crecimiento del PIB ha variado históricamente año a año. Se observan ciclos y momentos de crisis. La gran mayoría de años tiene crecimiento, pero hay unos pocos en los cuales hay decrecimiento. Ocampo muestra cómo desde 1935 la tasa promedio de crecimiento real anual del PIB por habitante viene disminuyendo, pasando de una tasa de 5,2% entre 1935 y 1973, a una tasa de 4,2% entre 1973 y 1990, a una tasa de 3,5% entre 1990 y 2019.
En los últimos 20 años los datos del DANE muestran las variaciones en las tasas de crecimiento:
PIB total: Entre 2001 y 2021, hubo tres años con crecimiento igual o inferior a 2%, pero ninguno inferior al 1%. En el otro extremo, en 2007 el crecimiento fue de 6,9%, el máximo de la serie, y hubo otros tres años con crecimientos superiores al 5%.
PIB por habitante: Entre 2001 y 2021 hubo tres años con crecimiento del PIB por habitante inferior al 1%: en 2001 fue 0,4% (Gobierno Pastrana); en 2009 fue 0,5% (gobierno Uribe) y en 2016 fue de 0.9% (gobierno Santos). En otros cinco años durante este período la tasa de crecimiento fue inferior al 2%. Por el otro lado, hubo tres años con crecimiento superior al 5%.
El comportamiento cíclico es más marcado en algunas actividades. Por ejemplo, en la construcción se observan períodos de auge e incrementos enormes seguidos por años de disminución sustancial en la producción. Como la economía capitalista no es planificada ocurre que en ciertos momentos se produce una cantidad grande con respecto a la capacidad de la demanda, lo cual se traduce en un inventario de viviendas y otras edificaciones sin vender.
4. La tasa de crecimiento de 2023 es la más baja durante este siglo
La cifra de crecimiento de 0,6% real en 2023 es efectivamente la más baja de la serie, siendo los datos más cercanos los ocurridos en 2009 con 1,7% y en 2017 con 1,4%, según el Banco de la República[7]. Es necesario profundizar en lo ocurrido en la industria manufacturera, la construcción y el comercio, examinando las ramas industriales específicas y buscando el vínculo con las políticas del gobierno que, supuestamente según los opositores, han afectado el crecimiento. La acusación de Duque sobre persecución a los empresarios es demasiado general y debería probarla mostrando los efectos específicos en cada uno de los sectores.
Lo que el PIB oculta
La cifra del producto total y del PIB a pesar de su relevancia no se explica por si sola, ni dice mucho sobre la realidad de la sociedad colombiana. Podríamos decir que oculta más de lo que revela.
En la discusión cotidiana es común tomar la magnitud y el crecimiento anual del PIB como un indicador de la situación de la economía colombiana, es decir de todos los habitantes. Al gobierno, a los capitalistas, a los economistas y a los periodistas, les encanta hacer énfasis en este enfoque dado que de este modo se presenta como un objetivo común de la sociedad. Se asume tácitamente que el objetivo de la sociedad colombiana es obtener la mayor magnitud del producto y la tasa de crecimiento más elevada. Se asume, de esta manera, que la economía tiene como propósito satisfacer las necesidades de la población. Y esto lo repiten con entusiasmo los economistas teóricos, los profesores de economía, los periodistas, los políticos, el gobierno y los capitalistas. Hay un consenso en esta interpretación[8].
Pero los capitalistas y todos sus voceros, saben que la finalidad de su actividad no es satisfacer las necesidades de toda la población y en particular de los trabajadores. La razón de ser, el objetivo final de la producción capitalista es obtener un plusvalor, un excedente lo más grande posible. Este excedente se lo distribuyen entre los distintos dueños de los medios de producción, los capitalistas productivos, comerciales, dinerarios y los terratenientes, bajo la forma de ganancias, intereses y rentas de la tierra. Y parte importante se lo apropia el Estado para el cumplimiento de sus funciones de defensa del sistema capitalista.
Por tanto, la magnitud y el crecimiento del PIB les interesa, pero esto es apenas una fachada, un medio, para su interés más profundo: la ganancia. Puede ocurrir que el PIB no crezca mucho, que tenga históricamente un crecimiento mediocre, que incluso algunos años disminuya. Pero siempre, en todos esos años, una parte minoritaria de la población, los capitalistas y los terratenientes, que no representan más allá del 3% de la población, se quedan con una tajada enorme del producto total.
El PIB, según nos informa el DANE nos permite ver el total de la producción y el valor agregado de un año, pero también la distribución del ingresos en las grandes categorías, y además la forma en que se gastan los ingresos. El producto total es elaborado en Colombia principalmente por los trabajadores asalariados, que son más o menos 11 millones de personas; esta clase social elabora aproximadamente el 75% del producto total y recibe como ingresos los salarios y prestaciones sociales. Otra parte es elaborada por trabajadores por cuenta propia, categoría que incluye productores que no contratan trabajo asalariado o lo hacen en escala muy reducida; aquí se incluyen los productores campesinos, productores artesanales y pequeños, pequeños comerciantes, profesionales independientes, etc. Los trabajadores por cuenta propia son casi 10 millones de personas y reciben lo que el DANE llama en las cuentas nacionales el ingreso mixto.
Entre los trabajadores asalariados y los trabajadores por cuenta propia, que representan el 97% del total de la población ocupada reciben cerca del 64% del total del valor agregado; por su parte, los patronos, que son apenas 3% reciben 36% del total[9].
Esto es lo relevante que esconde el PIB y que usualmente en las noticias no se destaca. Todos los años, un grupo de colombianos muy ilustre que conforma la clase capitalista se queda con una enorme tajada del producto elaborado por los trabajadores. La totalidad del producto es elaborada por trabajadores asalariados y por cuenta propia, pero no se quedan sino con una parte de él. Si además, se divide la totalidad de los ingresos entre la totalidad de los trabajadores se encuentra que en promedio la gran mayoría recibe salarios o ingresos por ventas muy reducidos, que apenas les permite llevar una vida muy modesta, y que para muchos trabajadores ni siquiera alcanza para comprar una canasta mínima de bienes y servicios, en casos extremos, ni siquiera de alimentos. En el otro extremo, los capitalistas acumulan más cada año y concentran la riqueza monetaria, la propiedad de las fábricas, establecimientos comerciales y bancarios, la tierra y la propiedad raíz. Y se dan la gran vida.
Todavía el DANE no ha publicado para 2023 datos agregados, ni por sectores, de la participación de las ganancias de los capitalistas en el valor agregado, lo cual permitiría observar la medida en la cual se han apropiado del valor y el producto creado por los trabajadores. En 2022 de un total de 1.470 billones de valor agregado, los trabajadores asalariados recibieron el 31% y los capitalistas y trabajadores por cuenta propia (excedente bruto de explotación más ingreso mixto) recibieron el 56%, pero el DANE no presentó el dato desagregado para saber cuál fue el botín de los capitalistas.
Aunque sea un año malo, en el sentido de un crecimiento bajo, los capitalistas que son una proporción reducida de la población, se apropiaron muy probablemente de la mitad del valor agregado por los asalariados (suma de la cual obviamente tienen que entregar parte al Estado y a los terratenientes). A lo sumo, dejaron de ganar tanto como hubieran esperado. Pero los lacayos del capitalismo como Duque se lamentan de la persecución a la que son sometidos los pobres capitalistas.
Todavía no están disponibles las cifras sobre ganancias de empresas industriales, comerciales, pero ya Superfinanciera informó que a octubre de 2023 las entidades financieras tenían un acumulado de $71.3 billones en ganancias[10]. En los próximos meses se conocerán los balances y la estadística agregada que compila la Superintendencia de Sociedades y podremos ver que ocurrió con el objetivo supremo de la economía colombiana: la obtención de utilidades. En el peor de los casos veremos que los pobres viejecitos capitalistas, sin nadita que comer, no perdieron, sino que dejaron de ganar algo y no pudieron satisfacer su ansia insaciable de dinero.
Es evidente que para los trabajadores es mejor tener épocas de crecimiento y un PIB de mayor magnitud; es mejor ser ricos que pobres. En épocas de crecimiento pueden tener mayores posibilidades de conseguir empleo e ingresos más altos, aunque tampoco es seguro. Pero esto no debe permitir que se oculte lo fundamental. El análisis de las tendencias de crecimiento del PIB debería ir acompañado por la información más clara y precisa sobre su distribución entre las clases sociales.
Un gobierno progresista debería enseñar a los trabajadores que no solo interesa el salario absoluto, sino también el salario relativo. Un gobierno progresista debería explicar a los trabajadores el tipo de sociedad que se esconde detrás de las cifras del PIB. Un gobierno progresista debería mostrar cómo el propósito de la producción nacional no es resolver las necesidades de los trabajadores, sino satisfacer la necesidad de enriquecimiento y la gula de los capitalistas representados en el consejo gremial.
A pesar de la pobreza relativa del país, la magnitud del PIB indica que si se divide por partes iguales entre todas las personas, se elimina por completo la pobreza entendida en términos cuantitativos. De acuerdo con el DANE, el PIB por habitante en 2022 (dato provisional) fue de 28,4 millones de pesos anual, es decir $2.4 millones mensuales. Si se cumpliera el mandato constitucional de la igualdad de las personas, un hogar de 4 personas recibiría $9,6 millones mensuales, con lo cual se eliminaría por completo la miseria y la pobreza en el país. Milei dice que no hay plata en Argentina. Los economistas colombianos dicen que no hay plata en Colombia. Todo el tiempo los economistas, los capitalistas, los columnistas, los políticos defensores del capitalismo, insisten en que no hay plata para garantizar todos los derechos establecidos en la Constitución.
Pero las cifras del DANE dicen todo lo contrario. Plata si hay.
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[1] DANE, Comunicado de prensa, 15 de febrero de 2024,
[2] https://www.infobae.com/colombia/2024/02/16/ivan-duque-advirtio-que-petro-petrifico-la-economia-colombiana-en-2023-y-2024/
[3] https://www.portafolio.co/opinion/analisis/urgente-plan-de-reactivacion-editorial-598500
[4] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo. Anex-GEIH-2023.
[5] Sarmiento Anzola, Libardo, Terminales genéticos, migraciones y envejecimiento poblacional, en Periódico Desde Abajo, enero 18-febrero 18 de 2024, p. 8.
[6] Ocampo, José Antonio y Carmen Astrid Romero, Crecimiento económico colombiano y sus efectos sobre el desarrollo social y regional, 1905-2019, p.13.
[7] https://totoro.banrep.gov.co/analytics/saw.dll?Go
[8] “El fin último de la actividad económica es satisfacer los deseos humanos por medio de la producción y el intercambio de bienes y servicios, dada la disponibilidad de recursos que por naturaleza son escasos.” (Cárdenas, Mauricio p.15). “La actividad de producción se puede considerar el punto de partida; allí se originan los bienes y servicios que van a ser utilizados para la satisfacción de las necesidades y deseos de los sujetos económicos.” (DANE, Metodología de cuentas nacionales, p. 54). “Los bienes y servicios son un medio para satisfacer las necesidades humanas. Ambos se logran a través de ciertos procesos productivos o procedimientos técnicos que consisten en transformar o combinar ciertos elementos básicos denominados recursos productivos, factores, o medios de producción.” (p. 21). (Banco de la República, Introducción al análisis económico)
[9] Según datos del DANE sobre distribución del valor agregado entre remuneración a los asalariados, ingreso mixto y excedente bruto de explotación. Desde 2017 el DANE presenta el excedente bruto de explotación y el ingreso mixto sumados.
[10] https://www.pulzo.com/economia/bancolombia-banco-bogota-citibank-bancos-que-mas-ganaron-2023-PP3359327A
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Dane Colombia
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