Estos hechos reflejan la alianza entre los gremios empresariales, medios de comunicación y las fuerzas políticas de la oposición para estigmatizar, con falsas valoraciones y argumentaciones, las tres iniciativas de reformas sociales que iniciaron su trámite para dar cumplimiento a las propuestas programáticas del Presidente que contaron con el aval de 11,2 millones de votantes, el 54% del total.
La reforma laboral
Sobre la reforma laboral se sigue insistiendo que solo se limita a elevar costos laborales, lo que aumentaría el desempleo y lo informalidad laboral, desconociendo que estos serían muy marginales, pero si fortalecería la demanda agregada incentivando la producción y el empleo.
El editorial del periódico El Tiempo del domingo 18 de junio afirma[i]:
“Por ejemplo, en materia laboral, la iniciativa se concentra en subir los costos laborales y mejorar las condiciones de quienes ya cuentan con un puesto de trabajo formal, mientras que no aborda a plenitud los retos de incentivar la creación de empleo, de reducir los altísimos niveles de informalidad y de actualizar la normativa a la realidad tecnológica, educativa y laboral”
El presidente de Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, por su parte expresa en las mismas páginas de El Tiempo lo siguiente[ii]
“Si se aprueba tal como está presentada, sin duda habrá un incremento sustancial en los gastos laborales de las compañías. Esto seguramente es bueno para algunos. Pero las compañías viven en función de su rentabilidad y la rentabilidad esperada por un accionista, que en nuestro caso son 70.000 accionistas, se desprende de su costo de capital. En un país como Colombia, en su “estado estable”, que no es el actual, considero que un costo de capital aceptable debería ser de entre 13 y 15 por ciento. Si no se está logrando, o se incrementan los ingresos o se reducen los costos. Espero que la triste consecuencia de la reforma laboral no vaya a ser que toque reducir personal para controlar costos”
El incremento de los gastos o costos laborales es la contraparte de un incremento de ingresos por parte de los trabajadores, especialmente los que laboran en jornadas nocturnas y dominicales, este mayor ingreso significa un incremento de la demanda agregada del país, que va a jalonar una mayor producción y por tanto un mayor empleo. Aunque esto puede ser marginal, la apuesta en materia de generación de empleo se encuentra en la política económica y no en la reforma laboral. Las estrategias que el gobierno viene impulsando para garantizar la rentabilidad de los negocios se encuentran en la reducción de los costos financieros, de la energía y en el control de la tasa de cambio. Pero esto no quisieron entenderlo los gremios empresariales y le siguen apostando al trabajo esclavo como estrategia de rentabilidad o competitividad de los negocios.
Sin el fortalecimiento del mercado interno, vía mejoras salariales y condiciones laborales, no es viable un proyecto de industrialización y de recuperación económica del país.
La reforma a la salud
El proyecto de reforma a la salud que se fundamenta en el fortalecimiento de la atención primaria, el giro directo por parte del Estado a los hospitales para quitarle a las EPS el mal manejo que han hecho de recursos públicos busca solucionar los problemas financieros, las barreras de acceso al sistema y las profundas desigualdades en la atención. Por otra parte, el enfoque preventivo reduciría el número de personas con enfermedades de alto costo, que a su vez se regularían con el manual de tarifas, el control de precios de los medicamentos, y la conformación de juntas médicas que diriman controversias relacionadas con tratamientos.
Ricardo Ávila, director del diario económico Portafolio, en un artículo escrito en el periódico El Tiempo[iii] ataca la reforma por ser demasiado radical y aboga por pequeños retoques, para evitar el colapso del sistema, como el aumento de las UPC, es decir más plata para las EPS, y con modelos de contratación que alineen los incentivos de aseguradores y prestadores. Pero lo que desnuda el carácter nazistoide de su perorata es el ataque al enfoque preventivo retomando una cita del epidemiólogo Diego Rosselli que, según dice, afirmó lo siguiente:
“La prevención no ahorra recursos al sistema. Si acaso aplaza el gasto. Y si se hacen las cosas bien y la gente vive más, la vejez y la cronicidad de las enfermedades asociadas terminan costando aún más dinero”.
Este comentario es muy cercano a la teoría de los “comensales inútiles” de la Alemania Nazi que justificó el asesinato de miles de discapacitados y ancianos por ser “vidas sin valor”. Al señor Ávila solo le falta que se vista de kaki y se ponga la esvástica nazi en la frente.
Si no se hace la reforma a la salud tendremos que presenciar el desplome del sistema actual, que el año pasado acumuló pérdidas operacionales de las EPS por $4,2 billones, y que durante el primer trimestre del presenta año ya ascienden a 400 mil millones. Por otra parte, las deudas acumuladas de las EPS con los prestadores de servicios de salud ya superan los $23 billones de pesos, lo que llevará a la quiebra de estos y la mayoría de los proveedores, y finalmente seguirán creciendo las tutelas para el acceso a servicios que hacen parte del plan de beneficios.
Solo tenemos dos caminos: uno es la reforma estructural propuesta por el gobierno o hacer retoques al sistema actual dándole más recursos a las EPS para que mejore la rentabilidad de la salud como negocio y se continúe negando servicios y asesinando a la población.
La reforma pensional
El presidente de Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez afirmó en la entrevista señalada en el periódico El Tiempo sobre la reforma pensional lo siguiente
“Lo preocupante es que, a partir de la reforma, se desvía hacia Colpensiones la inmensa mayoría de los flujos que actualmente ingresan a las cuentas personales de los afiliados, y no hay certeza sobre el destino de estos; si se convierten en gasto, y no en ahorro, se perderá una de las fuentes más importantes de ahorro de los colombianos, y la fuente más importante de inversión en el incipiente mercado de capitales colombiano. Lo triste es que las AFP, en su forma actual, se van a marchitar en el tiempo, como consecuencia de que, en la medida en que se vayan pensionando sus afiliados, serán mayores los fondos que salen a los que ingresen. Nuestro objetivo es reinventarnos el negocio. Ya hay unas ideas viables al respecto. Lo que más me produce incertidumbre es cómo van a compensar a las AFP por los fondos que continuarán administrando, a partir de la reforma”
El presidente del Grupo Aval lamenta que se va a perder la fuente más importante de “inversión” en el mercado de capitales del país, es decir en el mercado especulativo, y se entristece porque las AFP se van a marchitar ya que el Estado recupera unos fondos públicos que eran fuente de sus exorbitantes rentabilidades por la administración, para beneficio privado, de recursos públicos. Y finalmente exige, sin ningún rubor, que debemos compensar a las AFP por el supuesto daño que se les hace.
Lo cierto es que, si las AFP siguen administrando la mayor parte del sistema pensional colombiano, estaríamos sometidos a un riesgo financiero muy alto para la viabilidad de las pensiones de unos 7 millones de colombianos. Hoy estamos al borde de un desplome que puede ocurrir en cualquier momento, al borde de un gran estallido financiero de los mercados internacionales en el que se encuentran la mayor parte de los recursos, que administran las AFP, de los ahorradores de los fondos privados de pensiones. La expropiación que los bancos hicieron de los fondos públicos de pensiones constituye una forma de meterle más capital a un mercado financiero deprimido, para tratar de rescatar el lado especulativo del mercado financiero.
Existe una arremetida mundial de los administradores del quebrado sistema bancario global, para continuar especulando con los fondos que los gobiernos dedicaban anteriormente a la asistencia social. En este momento solo tenemos dos opciones o desechamos el sistema financiero global o lo “salvamos” mediante el fascismo global que representan las AFP en nuestro país.
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[i] https://www.eltiempo.com/opinion/editorial/editorial-de-el-tiempo-del-18-de-junio-de-2023-congreso-no-todo-vale-778673
[ii] https://www.eltiempo.com/economia/sectores/pensional-y-laboral-luis-carlos-sarmiento-gutierrez-habla-sobre-reformas-y-mas-778649
[iii] https://www.eltiempo.com/economia/sectores/analisis-de-ricardo-avila-sobre-el-estado-del-sistema-de-salud-y-la-reforma-778648
Carlos Julio Díaz Lotero
Foto tomada de: Qué Pasa
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