A la fecha no hay certeza de quienes fueron los responsables de este ataque: el gobierno del presidente Iván Duque sigue señalando al ELN como posible responsable, el ELN ha dicho que no es responsable y así tenemos un tema de la mayor gravedad sin aclararse, esperemos que las investigaciones avancen y se aclare con precisión los responsables y sus móviles y se actúe en el marco del Estado de derecho, sancionando a quienes cometieron este atentado.
En los últimos años el ELN ha cometido varios atentados contra la fuerza pública y la policía nacional en ciudades importantes y los ha reivindicado: en febrero de 2017 a pocos días de instalada la mesa de diálogos y negociaciones con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, colocó un artefacto explosivo contra un destacamento de la policía nacional que hacía control cerca de la plaza de toros en Bogotá, en el barrio la Macarena, allí resultaron heridos cerca de 10 policiales y algunos civiles, al año siguiente igualmente en el mes de febrero, atacó una concentración de policiales en la ciudad de Barranquilla, donde murieron seis policiales y resultaron heridos más de veinte y en enero de 2019, atacó la Escuela de Policía General Santander en Bogotá, produciendo más de veinte muertos y sesenta heridos, todos jóvenes que estaban recién ingresado a la Escuela a su proceso de formación, todos los atentados han sido ampliamente repudiados y los tres fueron asumidos por el ELN, reconociendo públicamente su autoría.
Si el ELN dice que no tiene responsabilidad en el ataque de Cúcuta hay que creerle, por supuesto es una investigación judicial, donde al parecer estaría involucrado Estados Unidos y la Fiscalía Colombiana deberá dar resultados, bien sabemos que no hay crímenes perfectos y hay una probada capacidad de investigación en los entes estatales que tienen esta responsabilidad, si se aplican a desarrollar esta investigación, seguro darán resultados.
El ELN sabe de la capacidad de investigación del Estado colombiano, sabe del valor de ser creíbles y sabe que en el mundo de los ilegales todo se termina sabiendo si hay esfuerzos por aclarar responsabilidades, por eso le doy valor a su pronunciamiento de que no son los autores del ataque a la Brigada militar en Cúcuta, que sin duda es una acción de envergadura que deja muchos interrogantes sobre los objetivos de quienes lo hicieron y no puede quedar en la impunidad.
Ahora que estamos entrando de lleno en el debate presidencial, es bueno tener presente que hay una resistencia armada por superar, que el ELN sigue presente de manera diferenciada en cerca de ciento cuarenta municipios del país, que allí ejerce como Estado paralelo o Estado real, que la persistencia de su acción violenta afecta a comunidades y dinámicas de la política, la sociedad y la economía y que no debemos olvidarnos de que esta es una negociación pendiente, que no tiene salidas por la vía militar, solo se podrá resolver en una mesa de diálogos y negociaciones.
Ejercer violencia para agenciar intereses políticos es una práctica que hay que superar, tarea pendiente en una Colombia donde se ejerce violencia organizada desde mafias, derechas autoritarias, izquierda armada como lo es el ELN, todas estas dinámicas de ejercicio sistemático de violencia debe finalizar, logrando una sociedad libre de violencias, ni estatales autoritarias, ni de mafias, ni de izquierdas armadas, en esa tarea llevamos tres décadas desde que se firmó el primer acuerdo contemporáneo de paz con el M-19 en marzo del 90 y el último, fue el firmado con las FARC en diciembre del 2016 y ahí vamos, haciendo la tarea y con el ELN, es tarea por concretar.
Luis Eduardo Celis
Foto tomada de: El Heraldo
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