Los capitalistas buscan incesantemente obtener más ganancias. Consumen parte de ellas y se dan grandes lujos, pero reinvierten otra parte, ya sea en las empresas actuales o en nuevas empresas. Para esto compran más medios de producción y contratan más trabajadores. Este proceso se llama acumulación de capital. En las estadísticas oficiales se conoce como el crecimiento económico que se mide por la variación del producto interno bruto y por el aumento de la inversión.
La economía colombiana, de acuerdo con información del DANE, ha crecido continuamente. Desde 1950 el producto interno bruto ha crecido siempre, con excepción de unos pocos años, pero la tasa promedio de crecimiento se ha reducido; entre 1950 y 1975 creció al 5 por ciento, de 1975 a 2000, al 4 por ciento, lo mismo que entre 2001 y 2009, de 2010 a 2020 el crecimiento promedio fue de 2,8 por ciento (si se saca el año 2020 el promedio sería de 3,7 por ciento).
El comportamiento del PIB se caracteriza históricamente por un crecimiento constante pero cíclico, es decir con variaciones permanentes en la tasa de crecimiento, con años de elevado aumento y años de poco crecimiento. Pero en promedio se trata de un crecimiento mediocre que conduce a que la distancia en el nivel de desarrollo capitalista con respecto a los países capitalistas más avanzados crezca[3]. Adicionalmente en algunos momentos de la historia se han presentado decrecimientos en la producción y crisis de la economía[4].
En la tabla siguiente se presentan datos de comportamiento del producto interno bruto total y del producto por habitante entre 2000 y 2016. Estos datos muestran que el producto interno bruto total en valores absolutos creció en todos los años entre 2000 y 2016, con un mínimo de 1,7% y un máximo de 6,9 y un promedio de 3,9%. El producto interno bruto por habitante también creció en todos los años entre 2000 y 2016, con un valor mínimo de 0,4% y un máximo de 5,6%, con un promedio de 2,7%. Estas cifras muestran que efectivamente la riqueza total aumenta, igual que la riqueza por habitante. Dado que crece en mayor proporción el PIB que la población esto indica que la productividad ha aumentado. No se presenta una crisis en este período, en el sentido de que se presenten decrecimientos o crecimientos cercanos a cero, con excepción de 2020.
Adicionalmente, en 2017 el PIB creció en términos reales 1,4%, en 2018, 2,6%, en 2019, 3,3% y en 2020 disminuyó 6,8%[5], año que coincide con la pandemia del Covid-19. El crecimiento del ingreso por habitante fue mínimo en estos últimos años: 0,1% en 2017, 0,8% en 2018, 0,9% en 2019 y disminuyó en 8,6% en 2020.
La producción en Colombia y específicamente la producción capitalista se caracteriza entonces por un crecimiento (acumulación de capital) mediocre pero constante. Con excepción de la crisis de 1999 cuando el producto interno bruto disminuyó, y de 2020 por efectos de la pandemia, la economía colombiana presenta siempre crecimiento, pero muy rara vez con tasas superiores al 5%.
El comportamiento cíclico de la producción y la ocurrencia de crisis es algo consustancial al capitalismo, dado que es un sistema no planificado donde las decisiones son tomadas por unidades privadas sin coordinación, cada una buscando obtener las mayores ganancias posibles. En este proceso se genera una tendencia a una producción excesiva que no puede ser vendida completamente, a un desequilibrio entre ramas de producción, a un exceso de capitales en busca de rentabilidad que no encuentran opciones de inversión. Por su propia dinámica el capitalismo genera permanentemente condiciones de desequilibrio que tienden a afectar su objetivo principal: la obtención de ganancias.
Sin embargo, los datos disponibles en el DANE para el período 2000-2016 muestran que a pesar del crecimiento mediocre y de las oscilaciones, el capitalismo colombiano en su conjunto extrae todos los años un excedente bruto de explotación (un plusvalor) enorme, que se reparten mediante la competencia entre los capitalistas industriales, comerciales, financieros, los terratenientes y el Estado. La finalidad del capitalismo colombiano, y los propósitos de los capitalistas individuales como Luis Carlos Sarmiento se consigue, como lo muestran las cifras sobre el excedente bruto de explotación:
El botín no es despreciable: 3.700 billones en pesos de 2016 le extrajeron a los trabajadores asalariados entre 2000 y 2016. Algunos años el excedente no creció e incluso se redujo, pero nunca dejó de producirse en magnitudes significativas. Incluso durante el año 2020 a pesar de caer el producto interno bruto, los capitalistas continuaron ganando, un poco menos, pero siguieron ganando. El capitalismo colombiano existe “específica y únicamente para ganar plata.” Este es el indicador relevante, enfocarse solamente en el crecimiento del PIB es fariseísmo.
La acumulación del capital se caracteriza además por otros fenómenos relevantes: 1) la tendencia a la concentración y la centralización, tanto de la producción, como de las ganancias; 2) el crecimiento del capital constante, es decir el capital destinado a medios de producción (maquinaria, herramientas, materias primas), en mayor proporción que el crecimiento del capital variable, el destinado a comprar fuerza de trabajo; 3) la tendencia a crear empleo a partir de la nueva inversión, pero al tiempo a destruir empleo por el desarrollo técnico de la producción, lo cual conduce a la creación permanente de un gran desempleo y subempleo; 4) la conformación de un mercado laboral con exceso de trabajadores que conduce a un bajo valor del salario; 5) la creación de un polo de riqueza en un extremo y un polo de pobreza en el otro.
Estos aspectos los examinaremos en siguientes artículos.
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[1] https://www.semana.com/nacion/articulo/el-rey-midas/110419-3/
[2] Ver por ejemplo Cárdenas, Mauricio, Introducción a la economía colombiana, Alfaomega, Fedesarrollo, 2007: José Antonio y otros. La búsqueda, larga e inconclusa de un nuevo modelo (1981-2006), en José Antonio Ocampo, compilador, Historia económica de Colombia, Planeta-Fedesarrollo, 2007.
[3] “Como resultado de este pobre crecimiento, la distancia entre la producción por habitante del país y la del mundo industrializado, que se había reducido entre 1967 y 1980, se amplió posteriormente de manera acelerada” (Ocampo, obra citada, p.346)
[4] “Colombia ha experimentado cuatro grandes períodos de crisis en los últimos cien años, todos ellos asociados con situaciones externas turbulentas:
- La crisis de la década de los treinta (1928-1931) coincidió con la Gran Depresión en el mundo industrializado.
- La crisis del decenio de los cuarenta (1939-1943) coincidió con la Segunda Guerra Mundial
- La crisis de la década de los ochenta (1979-1983), con el cierre de los mercados financieros y la caída de los precios del café.
- La severa crisis de fin de siglo (1997-2000) fue precedida por uno de los mayores auges de la economía durante todo el siglo pasado. En este caso, la crisis fue resultado del excesivo endeudamiento de hogares, empresas y Gobierno, lo cual generó una gran vulnerabilidad frente al cambio en el entorno financiero mundial que se tornó desfavorable para los países en desarrollo en 1997”
[5] https://www.banrep.gov.co/es/estadisticas/producto-interno-bruto-pib
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: RCN Radio
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