Terminada la segunda ronda, el pasado viernes 30 de junio, las dos partes han dejado claro que están dispuestas a trabajar sobre un acuerdo que permita distensionar el conflicto y meterse de lleno en el diseño de un proceso participativo, que como ya lo hemos afirmado, es el corazón de este proceso, sin participación la mesa no madurará y para que se dé una participación social y ciudadana, requerimos un acuerdo sobre temas sensibles de orden humanitario.
Las dos rondas, transcurridas entre Febrero y junio del presente año, han transcurrido con intensos debates, donde cada una de las partes ha colocado sus posturas y han podido conocerse de manera mutua en sus lógicas, argumentaciones y complejidades, cada equipo negociador es complejo y poco a poco, con el transcurrir de las jornadas, han podido conocerse, para saber cómo llevar adelante, unos diálogos y negociaciones que siendo muy difíciles, son posibles de llevar a buen puerto.
El gobierno insiste, con razón sobre suspensión del secuestro y la respuesta del ELN, es su defensa a una práctica ampliamente repudiada en la sociedad Colombiana, el ELN, insiste en que el Gobierno dejé de asesinar a los líderes sociales y la respuesta del Gobierno es que no está en sus manos, semejante responsabilidad, pero igualmente cierto es que el desangre no para y hay que acometer este reto, si queremos aclimatar una Colombia, sin violencias para el liderazgo social y político.
Otros temas humanitarios han sido mencionados: mejoramiento de las condiciones de los presos, como lo dijo el Sr. Juan Camilo Restrepo, en extensa entrevista con Vicky Davila en la W, el desminado conjunto, y posiblemente el tema de menores de edad y su participación en las filas del ELN. Sobre este conjunto de temas, es posible lograr acuerdos, que sin duda aliviarían a las comunidades donde el conflicto armado permanece.
Cosa interesante de este proceso, ha sido la flexibilidad con que el Presidente Santos, ha accedido a discutir el delicado tema de un cese bilateral de fuego y le han agregado de manera acertada, la dimensión de hostilidades, asuntos de primerísima importancia para generar logros importantes en un inicio de estas negociaciones y que de ser acordados, mostrarán que las dos partes han tenido la lucidez y valor de avanzar sobre temas espinosos y necesarios, mostrando un camino de logros valiosos, para darle ritmo a unas negociaciones que pueden y deben ganar espacio en la ciudadanía y en el mundo social y político.
Acordar sobre el cese del fuego, puede ser muy difícil o relativamente ágil, todo depende del camino que las partes decidan tomar, difícil será si buscan garantías de todo tipo, mirar hasta el último detalle de como acordar un compromiso de cumplimiento será un camino tortuoso; más ágil será si definen un diseño donde las partes asumen compromisos y se busca un mecanismo de monitoreo frente a las dificultades, que siempre se presentan, ese mecanismo de monitoreo lo podría cumplir la misión de la ONU, que ha verificado el desarme de las FARC, tienen expertos militares y ya están en el país, se trataría de pedirle el mandato al Consejo de Seguridad de la ONU, que ha estado presto a colocar su valiosa contribución.
El cese del fuego y de las hostilidades se pude pactara en la próxima ronda, si las dos partes se aplican a buscar ese camino compartido, que existe y se puede pactar, si las partes mantienen ese ánimo de construirlo.
Lo sustancial, la participación, debe ganar espacio, ya las partes han acordado un importante número de audiencias, para escuchar propuestas, de allí se pueden tomar los insumos para una participación que debe combinar temas con regiones y espero que allí estén los temas de equidad, ordenamiento territorial y política minero-energética, son sustanciales, temas de país, donde hay mucho por acordar, con participación social y ciudadana.
El Papa Francisco viene y parece que trae un mensaje para el ELN, apoya esta negociación y reclama por el Obispo Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el Frente Domingo Laín del ELN, en octubre de 1989, en este proceso de buscar una salida a la guerra, el Frente Domingo Laín, de tanto poder en Arauca y al interior del ELN, tiene la oportunidad de pedir perdón y afirmarse en que es posible un camino de paz para Arauca y para Colombia.
La próxima ronda inicia el 24 de julio y el Papá Francisco vendrá en la primera semana de septiembre, serán seis semanas de intenso trabajo y esperemos que de buenos resultados.
Queremos Paz Completa y solo será posible si la mesa entre Gobierno y ELN, avanza en este año, luego vendrá el duro reto de pasar el debate presidencial, tema que ya llegará.
Luis Eduardo Celis: asesor de la Redprodepaz.