El periodista en mención no solo no confrontó a la ministra de trabajo (saliente), Alicia Arango[2], sino que a través de su lenguaje corporal se congració con cada palabra y propuesta lanzada por la señora Arango. Con leves movimientos de cabeza, Vargas asentía lo dicho por la nueva ministra del Interior. Como si intentara repetir los movimientos involuntarios de los “perros de taxi”, Vargas fue incapaz de actuar como un verdadero periodista. Por el contrario, actuó con total complacencia con quien representa al ala más radical del uribismo, al tiempo que funge como paloma mensajera de la reforma pensional y laboral que el gobierno hace rato tiene diseñada con el objetivo claro de pauperizar aún más las condiciones laborales de millones de trabajadores colombianos.
Al regalarle un espacio privilegiado (horario prime time) a una vocera de lo que se conoce como el uribismo, Vargas se ubicó en la orilla ideológica que le permite mantener buenas relaciones con esa parte del Establecimiento. Una vez ubicado en ese espectro ideológico, el director del noticiero privado optó por hacer política con el oficio y con su nombre, logrando así ubicarse dentro del selecto grupo de periodistas colombianos que cumplen el rol de estafetas y amanuenses del Establecimiento.
Y no desconozco que el periodismo sea, como oficio y práctica, un ejercicio del poder político y un factor importante de la política. Lo que esperaría del colega periodista es una mínima preparación en el tema laboral-pensional con el claro objetivo de controvertir con criterio a la ministra, que dejó ver el talante de lo que se viene para los colombianos, en especial para los más jóvenes, en materia de reformas en los campos ya señalados.
Pudo el director del noticiero, por ejemplo, hacer un par de notas con los sectores que se oponen a la pauperización laboral. Incluso, pudo sentar, junto a la señora Arango, a un experto en los temas laboral-pensional. Al dejar que Arango expusiera con total desfachatez ideas y el sentido mismo de la reforma que se viene, Vargas engañó y se burló de la audiencia del noticiero.
Al actuar exclusivamente como director de Noticias y consecuentemente como estafeta de ese sector de poder que encarna y representa la ministra Arango, Vargas dejó de lado su condición de ser humano y ciudadano. Parece ser que no alcanza a entender las miserables condiciones en las que sobreviven millones de colombianos. Desde su lugar de privilegio, Vargas dejó de pensar y actuó como una ficha más del Establecimiento.
Así las cosas, el noticiero Noticias Caracol debería de exponer públicamente qué intereses económicos y políticos defiende. No hacerlo, hará que todas las noticias publicadas vayan contaminadas de esos intereses, lo que al final terminará por contaminar esos hechos que elevados al estatus de noticia, empiezan a transitar por los caminos de la verdad y de las realidades recreadas por su equipo de periodistas.
Este tipo de entrevistas-monólogos hacen parte de lo que “no se debe hacer en el periodismo”. Vargas no se constituye, sin lugar a dudas, en un ejemplo positivo de enseñanza en las Facultades de Periodismo. Todo lo contrario.
Adenda: los criterios de noticiabilidad son acomodaticios y no universales como colegas periodistas y profesores lo creen. Para la muestra un botón: para la gran prensa colombiana no ha sido, hasta el momento, que uno de los abogados de Álvaro Uribe Vélez, el señor Lombana, está siendo investigado por las autoridades norteamericanas, por lavado de activos. El titular natural sería: Abogado de Uribe investigado en EEUU por lavado de dinero.
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[1] En otra ocasión, el mismo periodista había dejado ver su talante y orientación política: https://www.hechoencali.com/portal/index.php/columnas/6778-se-destaparon-los-vargas
[2] Cuando fungió como Secretaria privada de Uribe Vélez, en su calidad de Presidente, fue quien recibió la carta que en su momento escribió el profesor Alfredo Correa de Andreís. En la misiva, el docente informaba sobre sus miedos de ser asesinado. Al final, jamás se supo qué pasó con esa misiva. El periodista Martínez, en su cuenta de tuiter señala: “Alicia Arango, designada como ministra de cultura por @ivanduque es la misma persona que recibió las dos cartas del profesor Correa de Andreís suplicándole a Uribe que impidiera su asesinato. Las cartas fueron leídas y radicadas, pero nunca atendidas…”
Germán Ayala Osorio, comunicador social – periodista y politólogo
Foto tomada de: RCN Radio
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