El economista estadounidense Simon Kuznets[i], en la década de 1930, en el contexto de la Gran Depresión, se propuso encontrar una forma de medir la economía para contribuir a la búsqueda de soluciones a la crisis. Originalmente, el PIB se medía solo como el valor de los bienes finales producidos en un país durante un período determinado. Es decir, se buscaba medir las actividades productivas que directamente generaban bienestar a la población.
Sin embargo, con el tiempo, el concepto de PIB se ha ampliado para incluir algunos sectores que, si bien no son directamente productivos, son necesarios para la prosperidad de la sociedad. Entre ellos se encuentran la salud, la educación y la administración pública. A mediados del siglo pasado, en el contexto de las guerras mundiales, se incluyeron también los gastos en defensa y la industria militar, que tienen, en muchos casos, implicaciones negativas para el bienestar de la humanidad.
La economista Mariana Mazzucato, en su obra “El valor de las cosas”, señala que hasta la década de 1960 no se consideraba al sector financiero como una actividad productiva que aportara a la creación de riqueza en la sociedad. A principios de la década de 1970, coincidiendo con el inicio de la desregulación financiera, se comenzó a incluir este sector en el cálculo del PIB. Esta desregulación eliminó los controles a las tasas de interés y a la diversidad de productos financieros que ofrecían los bancos, sentando las bases para el sistema multibanca que opera actualmente.
Es importante recordar que en agosto de 1971 se eliminó el sistema monetario de paridades fijas, creado en la conferencia monetaria de Bretton Woods al final de la Segunda Guerra Mundial. Este cambio dio lugar a la volatilidad cambiaria que, junto con las altas tasas de interés y la “innovación financiera” del sistema bancario, dieron origen a la “economía de casino” y la burbuja especulativa[ii] que domina en las finanzas internacionales en la actualidad.
Mazzucato, en la obra referenciada, argumenta que esta mentalidad de ganancias rápidas y especulativas ha permeado sectores productivos como la industria. Las administraciones de estas empresas deciden gastar la mayor parte de los beneficios en la recompra de acciones, con el objetivo de aumentar artificialmente su precio y, por ende, el valor de las opciones de compra y las remuneraciones de los altos ejecutivos. Se abandona la inversión a largo plazo en favor de la priorización del valor del accionista y las ganancias especulativas en el mercado bursátil.
El proceso de descomposición del PIB como indicador de bienestar se deterioró aún más cuando, por mandato del FMI, se incluyeron actividades ilegales y criminales como el narcotráfico en su cálculo. La producción y comercialización de drogas ilícitas ha tenido un impacto negativo en la condición humana, ya que las secuelas de la drogadicción han destruido incontables familias y personas, mientras que la corrupción y las violencias de todo tipo, asociadas al narcotráfico, agobian a nuestras sociedades.
El deterioro del PIB como indicador de bienestar ha llevado a que las Naciones Unidas promuevan indicadores alternativos como el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Esto se debe a que la forma en que se mide la economía no diferencia entre crecimiento y desarrollo, a pesar de estar relacionados.
La ortodoxia neoliberal concibe la economía principalmente a través del prisma del dinero, considerando que todas las actividades que lo generan son actividades económicas. Esto incluye el narcotráfico, el secuestro, el sicariato, el tráfico de armas y de personas, los casinos, los juegos de azar, la prostitución y la especulación. Sin embargo, el dinero no es riqueza en economía, es solo un medio de pago de papel o digital que tiene valor si se encuentra respaldado por bienes y servicios necesarios para la vida y el bienestar. El dinero no sirve como alimento, ni como materia prima para construir carreteras, casas, vestidos o computadoras. Para fabricarlas se necesitan procesos que involucran a trabajadores con conocimientos para transformar la materia y la energía en este tipo de bienes.
Dado que el PIB se calcula sobre la base del valor monetario de los bienes y servicios finales, su crecimiento puede ir de la mano con:
- Gigantescas burbujas especulativas y actividades criminales.
- El desmantelamiento y la ausencia de inversión en la infraestructura básica.
- Una creciente obsolescencia y atraso tecnológico.
- Una caída del nivel educativo y cultural de la población en general.
De esto se concluye fácilmente que el crecimiento del valor monetario de los productos o servicios a precios de mercado no impacta de manera positiva en una mejoría del bienestar de la población ni de la actividad económica de la cual depende su existencia.
Para entender la diferencia entre crecimiento y desarrollo, consideremos el ejemplo de un niño. A medida que aumenta su peso y estatura, experimenta un crecimiento físico. Sin embargo, el desarrollo va más allá de lo físico. El desarrollo implica que el niño aprende a caminar, correr, hablar, y desarrolla motricidad fina. Comienza a construir cosas, adquiere nuevas potencialidades y capacidades, y, sobre todo, despierta el ilimitado potencial de sus capacidades cognitivas. Esta última característica, la habilidad de captar y generar ideas, conceptos y nuevos conocimientos, es única en la especie humana.
En la economía productiva el crecimiento se refiere a un aumento en la escala física y la intensidad de la actividad humana. Esto se traduce en un aumento de los flujos de materia y energía per cápita y por un área determinada, así como en un aumento gradual de la población total. Por otro lado, el desarrollo implica un proceso de transformaciones cualitativas en la estructura de la economía. Estas transformaciones están asociadas con los avances en el conocimiento humano y la aplicación de estos en mejoras tecnológicas de los procesos productivos.
Es importante destacar que no puede haber un crecimiento sostenido sin desarrollo. El crecimiento sin desarrollo eventualmente se agotará, ya que se encontrará con limitaciones en la disponibilidad de recursos y en la capacidad de la tecnología para realizar mejoras en la productividad. Del mismo modo, no es posible mantener un proceso de desarrollo en el largo plazo sin crecimiento físico. El desarrollo requiere de recursos que solo pueden obtenerse a través del crecimiento económico.
En resumen, el crecimiento y el desarrollo son dos conceptos interdependientes. El crecimiento es necesario para el desarrollo, pero el desarrollo es esencial para un crecimiento sostenido en el tiempo.
PIB y narcotráfico en Colombia
Desde hace más de tres décadas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) presionó a Colombia para incluir el narcotráfico en las cuentas nacionales. Una de las razones principales para esta “recomendación” fue mejorar la precisión de las estadísticas económicas. Según el FMI, el narcotráfico es una actividad económica importante en Colombia, y su omisión de las cuentas nacionales distorsionaba las estadísticas, como el PIB y la tasa de desempleo.
Sin embargo, incluso antes de esta presión, las cuentas nacionales ya registraban de manera indirecta las actividades de la producción y el tráfico de drogas ilícitas. Esto se debe a que estas actividades necesitan trabajadores a los que se les paga por sus servicios, adquieren insumos químicos, maquinaria y equipos, fincas, propiedades urbanas, aviones, comunicaciones y pagan servicios financieros.
En el boletín técnico del DANE[iii] donde se presentan los últimos resultados del Producto Interno Bruto (PIB) con la metodología del enclave de cultivos ilícitos, calculado por el enfoque de la producción, se dice
“Desde el punto de vista de la medición económica, un enclave productivo se trata como si fuera un territorio “intermedio” entre la economía nacional y el resto del mundo. Es decir, la economía nacional le suministra los factores de producción y como contrapartida recibe los ingresos generados en la producción; también recibe los bienes ilícitos para consumo local. Mientras que, el resto del mundo le compra los excedentes de la producción”
El boletín técnico del DANE reconoce que la información que reporta sobre el PIB de cultivos ilícitos se limita a la cuantificación de las operaciones de producción agrícola y de su transformación industrial in situ, exceptuando la comercialización internacional por falta de estadísticas suficientes, así como de información de precios internacionales, márgenes de transporte o comercialización, entre otros
Esto significa que el impacto distorsionador del narcotráfico en la economía es mucho mayor de lo que se suele estimar, como lo corroboran otros estudios reseñados por el Banco de la Republica en respuesta a un cuestionario realizado por la Cámara de Representantes[iv] para un debate de control político sobre el tema el año pasado.
El gobierno y la sociedad deben hacer esfuerzos conjuntos para erradicar la producción y el tráfico de drogas ilegales mediante el desarrollo integral de los territorios afectados. Un caso exitoso lo representa Tailandia[v] que ha logrado reducir de manera ostensible los cultivos ilícitos, la violencia, y el consumo de drogas.
Limitaciones del PIB y necesidad de un replanteamiento
El PIB es un indicador que presenta limitaciones para informar sobre el nivel de bienestar de una sociedad, sus avances o retrocesos en aspectos de desigualdad y pobreza. Además, no es una herramienta útil para comparar las economías de diferentes países con características dispares.
Comparar la economía colombiana, altamente primarizada y con una fuerte presencia del narcotráfico, carente de una infraestructura vial moderna, con un sistema financiero propenso a la especulación y articulado a la economía criminal, y con un profundo atraso tecnológico, con economías como las de Alemania, Japón, China o Corea del Sur, es como comparar una economía del siglo XIX con una economía del siglo XXI.
En estos países, las manufacturas tienen un peso muy alto en la economía, con un sector de máquinas herramientas altamente tecnificado. Además, poseen altos niveles de productividad agropecuaria gracias a la mecanización, y acceso a fuentes energéticas de alta densidad y eficiencia como la energía nuclear. También invierten en programas espaciales de vanguardia y en investigación en las fronteras del conocimiento, como la fusión nuclear, que se perfila como una fuente de energía sin límites en un futuro cercano.
Propuestas de replanteamiento del PIB como métrica de la economía:
Algunas ideas para un indicador que sirva de métrica en la economía y nos aproxime a sus implicaciones en el bienestar de la sociedad son, entre otras:
- Retornar a la filosofía original del economista estadounidense Simon Kuznets de solo considerar en el indicador de medición de la economía los sectores productivos que se relacionan con el bienestar de la sociedad: agropecuario, manufacturas, construcción, minería, transporte, producción y distribución de energía, y comunicaciones
- Complementar este indicador con indicadores de la economía física que se utilizaban antes del surgimiento del PIB: toneladas de producción agrícola, los kilómetros de vías férreas, la cantidad de acero producido, volumen de exportaciones o importaciones, producción y consumo de energía per cápita, etc.
- Otros indicadores que se vienen promoviendo por agencias internacionales podrían complementar una mirada mas real de la economía como son
- Índice de Bienestar Económico Sostenible (IBES): Mide el bienestar de la población y la sostenibilidad del desarrollo económico, incluyendo variables como la salud, la educación, la desigualdad, el medio ambiente y la resiliencia económica.
- Producto Interno Bruto Ajustado por Bienestar (PIBAB): Ajusta el PIB por factores que afectan el bienestar, como la desigualdad de ingresos, la contaminación ambiental y el tiempo de trabajo.
- Indicadores de desarrollo humano (IDH): Mide el bienestar humano en términos de salud, educación e ingresos.
- Indicadores de progreso real (IPR): Miden el progreso social y económico, incluyendo variables como la calidad de vida, la seguridad social, la participación política y la sostenibilidad ambiental.
- Felicidad Nacional Bruta (FNB): Mide el bienestar general de la población, incluyendo variables como la felicidad, la salud mental, el buen gobierno y la comunidad.
- Economía circular: Promueve un modelo económico que reduce el consumo de recursos, la generación de residuos y la contaminación.
Además de las propuestas mencionadas anteriormente, también se están desarrollando otras métricas alternativas al PIB. Algunas de estas métricas aún se encuentran en fase de desarrollo, pero podrían tener el potencial de ofrecer una mejor comprensión del bienestar y el progreso de las sociedades.
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[i] https://www.bbc.com/mundo/noticias-45122151
[ii] De acuerdo con informaciones del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, Suiza, (Banco central de los bancos centrales del mundo occidental) la burbuja de derivados financieros borde los dos mil billones de dólares.
[iii] https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/pib/especiales/Boletin_enclave_ilicitos_2021pr.pdf
[iv] https://www.camara.gov.co/sites/default/files/2023-08/Respuestas%20%20Banco%20de%20la%20Rep%C3%BAblica.pdf
[v] En Tailandia, como parte de su enfoque de lucha contra las drogas ilegales y el desarrollo rural, ha habido esfuerzos para mejorar la infraestructura en las áreas rurales. Esto incluye el desarrollo de carreteras y otras vías de acceso que faciliten el transporte de productos agrícolas desde las zonas rurales a los centros urbanos. La mejora de la infraestructura vial es fundamental para permitir que los agricultores accedan a mercados más amplios y obtengan mejores precios por sus productos legales, lo que a su vez puede reducir la dependencia de los cultivos relacionados con las drogas. Respecto a las acciones contra el lavado de activos, Tailandia ha tomado medidas para combatir el lavado de dinero relacionado con el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. Esto incluye la promulgación de leyes y regulaciones destinadas a prevenir y detectar el lavado de dinero, así como la cooperación con organizaciones internacionales en este campo. Los bancos y otras instituciones financieras en Tailandia están sujetos a regulaciones y requisitos de presentación de informes diseñados para prevenir el uso del sistema financiero para el lavado de dinero.
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: Razón Pública
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