Esto tiene tres problemas básicos 1) el crecimiento de la productividad y su medición; 2) el problema distributivo en el sector formal; 3) la necesidad de ajustar las categorías marxistas a una realidad de informalidad y marginalidad apabullantes.
1) El crecimiento de la productividad y su medición
Existe un consenso en la profesión en que la productividad en Colombia ha estado relativamente estancada por décadas ya. Las dos medidas usuales la del trabajo PT y la productividad total de los factores PTF (que considera también la eficiencia del capital) así lo vienen señalando, más severamente esta última medida que definicionalmente es más estricta, siendo el crecimiento de PTF igual al de PT menos αk’ [1] , es decir la elasticidad producto del capital por la tasa de crecimiento de la intensidad de capital K/L (Ver: El Crecimiento de la productividad en Colombia. Estudio nacional DNP Colciencias); en otras palabras, la PTF está castigada por cantidades que expresan la productividad del capital y su crecimiento frente al del trabajo. Y PT es una función de esta productividad: Q/L=Q/K*K/L, lo cual no es tautológico definicional sino la expresión del papel contundente y fundamental de la inversión incorporadora de cambio técnico en el crecimiento de PT vía la del capital.
El hecho es que la PTF en Colombia está estancada, con frecuentes años de crecimiento negativo, pero esto no puede ser por la dinámica de estas variables pues la inversión en Colombia también ha estado relativamente estancada por décadas, luego algo raro hay en un crecimiento de la PT como el postulado por Petro. Por otra parte, es obvio que un factor del crecimiento de ésta es el estancamiento del empleo ya que definicionalmente PT’= Q’ – L’, o sea que mucho del crecimiento de PT en Colombia es debido al estancamiento del empleo, lo cual es una consideración importante para aplicar las categorías marxistas como medida de inequidad pobreza[2] en un país donde la informalidad y marginalidad son apabullantes, consideración que se retoma más adelante. Adicionalmente, la débil competitividad de la economía indica (ceteris paribus) que o bien la productividad está efectivamente estancada o que los márgenes están creciendo excesivamente, como se verá en seguida.
2) El problema distributivo en el sector formal
Es cierto que un crecimiento del salario inferior al de la productividad significa que el margen de ganancias está creciendo, pero eso es más complejo que simple más explotación. Partiendo de una ecuación de precios por mark-up puede mostrarse, en un modelo simplificado de la economía, que los salarios pueden crecer al ritmo de la productividad sin afectar los beneficios[3] y consiguientemente la acumulación de estos que hace posible la inversión incorporadora de cambio técnico. Además de estos los márgenes de ganancia cubren costos fijos e intangibles. Que los márgenes estuvieran creciendo en condiciones de inversión estancada querría decir que parte de ellos se va, además de estos costos, en acumulación de beneficios, lo cual señala a la posibilidad de que la financializacion se esté expresando en que se esa invirtiendo más en activos financieros que en productivos. Por otra parte, unos márgenes creciendo indican (conforme a la visión de Kalecki) que el grado de monopolio está creciendo; entonces, o bien la productividad está estancada, o bien los capitalistas están sacando partido de la concentración en sus respectivos sectores. El punto es que reducir el problema de unos márgenes creciendo como resultado del crecimiento de la productividad, a un asunto de mera explotación es muy simplista (además de ser contraevidente con la realidad colombiana).
3) La necesidad de ajustar las categorías marxistas a una realidad de informalidad y marginalidad apabullantes
Marx ha sido uno de los genios cuya conceptualización ha transformado la comprensión de la realidad social como pocos (con Hegel, A Smith, Locke, Rousseau, Weber, Freud), pero Marx no era infalible; se equivocó gravemente a consecuencia de su obsesión con el derrumbe capitalista[4] y obviamente no tenía perfect foresight como para prever las transformaciones del capitalismo que derrumbaron esa creencia. A pesar de ser el campeón[5]de la competencia tecnológica y la acumulación incorporadora de cambio técnico no sacó las conclusiones para/sobre la resiliencia del capitalismo; como no podía prever la paradoja (que atormentaba a Adorno y Horkheimer), de cómo la socialdemocracia cooptaría a la clase trabajadora y el fascismo lograría seducirla con su tribalismo nacionalista. Más al punto, Marx introdujo el concepto de ejercito de reserva analizando como su expansión y contracción a lo largo del ciclo flexibilizaba el ajuste del empleo protegiendo la rentabilidad. Pero él no podía prever que en formaciones sociales capitalistas en la periferia éste resultara un enorme repositorio de fuerza de trabajo que el sector formal es estructuralmente incapaz de absorber ni en una baja proporción, tampoco en la expansión.
El muy esclarecedor análisis marxista de la explotación y de la competencia tecnológica se enfrentan así una limitación fundamental como núcleo del análisis de la pobreza y la inequidad en estas sociedades, pues una parte importante de la dinámica de éstas, al menos de sus condiciones laborales, está más en el sector informal que en el capitalista; o sea que Marx no desarrolló análisis adecuados de situaciones donde este madurara más allá de sus predicciones o no madurara como resultado del atraso[6]. Después el dualismo de Lewis introduciría esa fractura social pero muy en función de la transferencia de fuerza de trabajo del sector rural al moderno
Está por otra parte el análisis keynesiano que muestra que el salario real y el empleo se determinan en el mercado de producto, en el sentido de que el primero es afectado (como es obvio) por la inflación y la demanda por trabajo depende de la demanda por el producto. Por otra parte, está, en términos marxistas, la contradicción para la clase capitalista entre las condiciones de explotación (bajos salarios) y las de realización (baja demandas por ellos); o en términos Kaleckianos, entre la concentración y la demanda. La coyuntura macroeconómica es pues fundamental en la determinación del salario siendo que la estabilidad es crucial, y entonces, incrementos del salario que se traducen en inflación de poco les sirven a los trabajadores formales y resultan devastadores para los trabajadores informales.
Es característico del populismo proponer soluciones simplistas efectistas a problemas muy complejos, fórmulas mágicas que seducen a las multitudes, pero carecen de una fundamentación económica. Y en este caso no se trata de que si el salario crece menos que la productividad no signifique un cambio distributivo a favor del capital, lo cual es cierto. Que el SM en Colombia (como en otros países de la región) está por el nivel del medio significa que el costo laboral que ese impone a los capitalistas es muy alto para las condiciones del mercado de trabajo; lo cual se manifiesta en el estancamiento de la contratación que genera una agudización de la informalidad/marginalidad, explosión en las condiciones de la crisis. Exigir un crecimiento de SM de esa magnitud es una patada en la cara a la multitud de desempleados marginados al sector informal, las víctimas de un salario que desincentiva la contratación laboral. Es además irresponsable en condiciones de presiones inflacionarias severas pues reforzaría las de oferta (costos) y las de demanda (precios), y lo último que necesitan los pobres en Colombia es un ascenso de la tasa de interés, impuesto por la necesidad de frenar la inflación, que frustre la recuperación. Estas son confusiones como el argumento de la aristocracia sindical del sector público que decía estar luchando por la clase trabajadora cuando lo que lograron fue decomisarnos a todos los colombianos nuestros activos más valiosos con unos privilegios estrafalarios para la realidad económica y social colombiana, unos costos pensionales que seguiremos pagando para bien de revolucionarios como Garzon.
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[1] Contra la convención en la notación se usa este ‘ en lugar del gorro para notar la tasa de crecimiento de una variable o sea que no es la diferencia sino está dividida por el valor de la variable
[2] Categorías seguramente excomulgadas por la ortodoxia como pequeñoburguesas carentes de rigor científico
[3] La ecuación de precios p=(1+m)wl (w salario, l coeficiente técnico del trabajo, m mark up que determina el margen de beneficios) en diferencias logarítmicas es dp/p=dm/m+dw/w+dl/l. O sea que considerando que la PT es el inverso del coeficiente técnico del trabajo l, la ecuación en diferencias logarítmicas queda: dp/p=dm/m+dw/w-dβ/β, o se que PT puede crecer al ritmo de β (para p y m dados) sin presionar precios hacia arriba (erosionando competitividad) y márgenes hacia abajo (debilitando los beneficios retenidos necesarios para la inversión en acumulación de capacidades). El crecimiento de la productividad crucial resulta crucial para la inclusión pues alivia el trade-off beneficios-salarios que pueden incrementarse con la productividad sin afectar ni la competitividad en precios, ni capacidad de acumulación de las firmas de la que dependen las ganancias en productividad/competitividad vía la inversión incorporadora de cambio técnico.
[4] La ley, llamada por Marx fundamental del capitalismo, de la tendencia decreciente de a tasa de ganancia omite la extraordinaria capacidad del capitalismo para renovarse mediante cambio tecnológico, que muy a la marxista genera tormentas de creación destructiva (Schumpeter) que transforman la sociedad en la forma que lo esa haciendo la 4a revolución industrial en procesos que invalidan (flexibilización incluida la innovación, scope economies en lugar de scale economies, importancia fundamental del talento o capital humano) mucho del análisis sobre la gran industria en el cual se concentra Marx (ver: Cuarta revolución industrial y revolución verde en Portafolio).
[5] El sofisticado análisis de Marx de la competencia tecnológica es, junto con su teoría de la explotación basada en el fetichismo de la mercancía, una contribución monumental incorporando incluso rendimientos crecientes dinámicos y la teoría del ciclo.
[6] Desde luego desarrolló análisis lucidos sobre la expansión capitalista en la periferia, como en India, pero ese problema no fue lo central a su análisis como lo es ahora en ella.
Ricardo Chica
Foto tomada de: La Gran Noticia
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