Es preciso igualmente destacar el triunfo indiscutible de la lideresa social afrodescendiente Francia Márquez en la consulta del Pacto Histórico, quien por primera vez participo en la actividad electoral; obtuvo 783.160 votos, muchos más de los que saco Sergio Fajardo en su consulta de la Coalición de la Esperanza.
En el Sur Occidente Colombiano fue predominante la votación en favor de la consulta del Pacto Histórico. Por Gustavo Petro el Choco deposito 45.890 votos, en el Valle del Cauca 547.929, en Cauca 212.482 y en Nariño 247.553; para un total de votos para Petro de 1.053.854; por su parte Francia Márquez, en estos territorios de la diversidad étnica y cultural, obtuvo el 19,9% de su votación total nacional equivalente a 156.375 votos. El candidato del establecimiento uribista y el continuismo Federico Gutiérrez en los cuatro departamentos llego apenas a los 236.904 votos, y Sergio Fajardo alcanzo la modesta cifra de 91.339 votos.
Ahora bien, en total los votos depositados en las consultas para todos los candidatos del Pacto Histórico en estos 4 departamentos fueron de 1.278.961 votos, muchos más de los 1.005.097 que obtuvo Gustavo Petro en la primera vuelta presidencial de 2018. Los candidatos de la llamada coalición Equipo Colombia obtuvieron en conjunto 393.331, y la coalición de la esperanza en total 229.120 votos en los mismos 4 departamentos.
Estos son los mismos territorios del sur occidente colombiano que en las elecciones de 2018 respaldaron con su voto la aspiración presidencial de Gustavo Petro en segunda vuelta con 1.644.853, y son los territorios que tienen hoy la responsabilidad histórica de incrementar su votación el próximo 29 de mayo para dar el triunfo presidencial a Gustavo Petro en primera vuelta.
Es preciso reafirmar que el 1.278.961 de votos del Pacto histórico en su consulta en el sur occidente son votos de ciudadanos libres; que complementan los casi cinco millones y medio de votos que en total saco el Pacto en todo el territorio nacional. Son votos depositados por mujeres y hombres cansados de las prácticas de corrupción, hegemónicas y clientelares del manejo del poder político en Colombia; y, ante todo, son votos de esperanza por ver convertido el país en un futuro próximo en una nación prospera, en paz y con justicia social.
Ahora bien, las cifras del comportamiento electoral demuestran que Petro no solo recoge las aspiraciones de los sectores del progresismo de izquierda y centro izquierda. La lista del pacto histórico al senado de la república obtuvo cerca de 2.400.000 votos, mientras que, por la figura de Petro, como aspirante a candidato presidencial, se expresaron 4.487.551 votos de Petristas, de los cuales se podría afirmar que cerca de dos millones no votaron por las listas del Pacto; y seguramente, votaron para congreso por candidatos de otras vertientes políticas incluidos los partidos tradicionales.
Hay que afirmar también que en la consulta del pacto histórico se expresaron, en buena medida, los votos de la nueva ciudadanía virtuosa que constituye el nuevo sujeto político que nació con la constitución de 1991; son los millones de muchachas y muchachos que practican los valores democráticos de la nueva constitución política del siglo XXI; son respetuosos de los derechos humanos y de la diversidad étnica y cultural; son ávidos de conocimiento y cultura, y para ello, reclaman un sistema universal y gratuito de educación universitaria, son jóvenes que sueñan con una economía de energías limpias y con la conservación del medio ambiente; son los jóvenes ciudadanos que están reinventando la política en Colombia como una actividad noble y decente; y son jóvenes, a los que las agendas de los partidos de derecha y centro derecha no los convoca, y tampoco los seducen las viejas prácticas políticas de la corrupción, el clientelismo y la compra de votos.
A estos jóvenes votantes de las primeras líneas del progresismo y el Pacto Histórico hay que recordarles que el siglo XXI es el de la esperanza, el cambio y las trasformaciones políticas y sociales por las vías democráticas. Que vivimos una época, en la cual otros pueblos ya han recorrido un largo camino para ver triunfar por fin sus sueños libertarios mediante el sometimiento de sus propuestas a las decisiones populares que es la esencia de la lucha democrática. Muchos pueblos de América Latina han perseverado en su lucha, y han hecho de éste, el siglo del triunfo político en favor de los más olvidados y oprimidos. Chile es el último de los grandiosos sucesos políticos de la democracia alternativa.
Finalmente, las nuevas y viejas ciudadanías del Sur occidente colombiano demostraron, una vez más, con el apoyo electoral al Pacto Histórico, su compromiso con las causas libertarias y progresistas que los ha caracterizado a través de la historia política de Colombia. El Pacto Histórico triunfo en los territorios de la minga por la vida, la justicia y la paz, en los cuales el conflicto político armado, al lado de la pobreza, la exclusión, la inseguridad y la discriminación, han hecho la mella en el corazón de miles de ciudadanos que añoran un país que les permita cambiar su destino de incertidumbres por un futuro de certezas, de trabajo, tierra, pan y amor, y que permita hacer de Colombia una potencia mundial de vida.
Hector Alonso Moreno Parra, Politólogo, Docente, Universidad del Valle.
Foto tomada de: Semana.com
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