Concluido el V Foro Mundial de Datos de las Naciones Unidas en Medellín, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) presentó esta semana las cifras del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) de septiembre y el Producto Interno Bruto (PIB) correspondiente al tercer trimestre de 2024. Estos indicadores, que cada tres meses capturan la atención de analistas y agentes económicos, adquirieron en esta ocasión una relevancia especial, al reflejar el avance hacia una recuperación económica más sostenida, luego de un primer semestre marcado por la incertidumbre.
Las expectativas del mercado situaban el crecimiento anual del PIB en un rango de entre el 2.0% y el 2.5%. Dentro de estas proyecciones destacaban las estimaciones de BBVA Research (2.1%), el Banco de la República (2.4%) y Bancolombia (2.3%). Sin embargo, los datos oficiales se ubicaron en el límite inferior de dicho rango, con un crecimiento anual del 2.0% y un avance trimestral discreto del 0.2%. Este resultado indica que, aunque la economía mantiene una trayectoria de crecimiento, lo hace con una dinámica moderada.
Desde la perspectiva del gasto, la demanda final interna mostró un crecimiento anual del 3.6%. Dentro de este desempeño, el consumo final contribuyó con 0.6 puntos porcentuales, registrando un aumento moderado del 0.7%. Por otro lado, la formación bruta de capital fue el principal impulsor del crecimiento, aportando 3.2 puntos porcentuales, con un impresionante incremento del 22.7%. En el ámbito del comercio exterior, las exportaciones crecieron un 3.8%, mientras que las importaciones aumentaron un 11.0%, resultando en un déficit comercial neto de 21.968 miles de millones de pesos.
En el lado de la producción, destacan nuevamente dos sectores que ya habían cobrado relevancia al cierre del primer semestre: la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que aportó un 1.1% al PIB, y las actividades artísticas, de entretenimiento y actividades de los hogares, con una contribución de 0.5% (Gráfica 1). Estos sectores fueron los que registraron los mayores crecimientos, destacándose como los únicos en superar el umbral de dos dígitos: el primero creció un 10.7% y el segundo un 14.1%.
En contraste, aunque la mayoría de los sectores mostraron un crecimiento moderado, algunos aún enfrentan dificultades que limitan su desempeño. A pesar de esto, se espera que la llegada de la temporada decembrina, junto con el incremento en la formación bruta de capital, impulse una recuperación más marcada en los próximos meses. Sin embargo, la explotación de minas y canteras experimentó un retroceso significativo, con una contracción del 7.1%. Este dato resulta especialmente preocupante, ya que podría impactar negativamente los ingresos estatales. Esto resalta la necesidad urgente de diversificar los motores de crecimiento económico y desarrollar estrategias para redistribuir los recursos de manera más efectiva, garantizando la sostenibilidad y el desarrollo a largo plazo del país.
El campo está de moda
Luego de tantos años de invisibilización de nuestros campos y, con ellos, de los cerca de 15 millones de campesinas y campesinos, este año el sector agropecuario ha recuperado un lugar destacado en la agenda nacional. Estos territorios, que han sido epicentros de luchas, resistencias, construcción social, generación de conocimiento y producción, han vuelto a ocupar las portadas de los principales medios de comunicación.
Este reconocimiento no sería posible sin el protagonismo de las campesinas y campesinos, cuya labor sustenta la agricultura campesina, familiar y comunitaria, que representa el 60,49 % del sector agropecuario en el país, según datos de la UPRA (2024). Gracias a su trabajo diario, más de la mitad de los alimentos que consumimos en el país son producidos por ellos, lo que contribuye de manera crucial a la construcción de una soberanía alimentaria.
¿Por qué, después de tantos años dominados por la minería y los servicios, el sector agropecuario se ha convertido en tendencia? La respuesta radica en un hecho fundamental: como hemos destacado en artículos anteriores (https://www.sur.org.co/el-sector-agropecuario-motor-clave-de-la-economia/), el agro siempre ha estado presente, mostrando una tendencia de crecimiento constante durante los últimos 15 años, incluso superando el ritmo de expansión de la economía nacional. Sin embargo, en el contexto actual, la caída en los precios del petróleo durante los últimos dos trimestres, sumada a la inestabilidad política que ha afectado el funcionamiento de empresas emblemáticas como Ecopetrol, ha provocado un deterioro progresivo y cada vez más profundo en el sector minero y de canteras. A esta desaceleración se le suma el comportamiento negativo de las industrias manufactureras este año. En este panorama, emerge con claridad lo que ha sostenido a la economía nacional: el sector agropecuario. Hoy, este sector se ha consolidado como el principal motor económico, y su desempeño positivo ha sido crucial para evitar que la sombra de la recesión se proyecte sobre el país.
En el tercer trimestre, cuatro de los cinco subsectores de las actividades agropecuarias presentaron un crecimiento superior al 5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según lo mostrado en la gráfica 2, el café lideró el crecimiento con un aumento destacado del 33,6%, seguido de la pesca y acuicultura con un 18,2%, los cultivos agrícolas transitorios y permanentes con un 9,5%, y la ganadería con un 5,9%.
Sin embargo, la silvicultura y la extracción de madera continuaron con su tendencia a la baja, registrando una caída del 9,5%. En cuanto a la contribución al crecimiento total del sector agropecuario, que fue de un 10,7%, los cultivos agrícolas aportaron el 6,4%, el café contribuyó con un 2,8%, la ganadería con un 1,3%, y la pesca y acuicultura con un 0,5%. La silvicultura y extracción de madera, por su parte, restó un -0,2% al crecimiento global del sector (gráfica 3).
Colombia, conocida como el país cafetero durante gran parte del siglo XX, vio cómo el café dejó de ser la insignia de su economía por largos años. Sin embargo, en 2024, este cultivo ha retomado protagonismo. Tras un primer trimestre marcado por el decrecimiento, el subsector cafetero logró un repunte notable, con un crecimiento superior al 20% en el segundo trimestre y más del 30% en el tercero.
De acuerdo con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, la producción de café verde aumentó un 23% en comparación con el mismo periodo de 2023. Este crecimiento en la producción ha estado acompañado de un incremento aproximado del 51% en los precios internos del café, lo que refuerza su impacto económico. Además, las exportaciones también han registrado un aumento significativo, creciendo un 21% en el mismo lapso. Este escenario indicaría que este subsector cerrará el año con cifras record dado que normalmente la producción en noviembre y diciembre se incrementa aun más, en este sentido estas cifras positivas han llevado al café a aportar 2.8% del crecimiento del sector, como ya se mencionó antes.
Por otra parte se encuentra el subsector de cultivos agrícolas transitorios; cultivos agrícolas permanentes; propagación de plantas (actividades de viveros, excepto viveros forestales); actividades de apoyo a la agricultura y la ganadería, y posteriores a la cosecha, explotación mixta (agrícola y pecuaria) y caza ordinaria y mediante trampas y actividades de servicios conexas, otra de las ramas que presentan buenos comportamientos y mantiene un crecimiento cercano al 10% como los trimestres anteriores. Este buen comportamiento ha estado acompañado de menos complicaciones enfrentadas por el cambio climático, dado que las lluvias se demoraron en llegar, aunque este escenario si afectara el comportamiento de fin de año, a esto se le suma una disminución en los precios de los alimentos, lo que permite un mayor consumo de los mismo.
Entre los cultivos más destacados por su incremento en producción se encuentran las frutas cítricas, que registraron un notable aumento del 31,8%, seguidas por las leguminosas frescas o secas con un crecimiento del 13,7%, otras frutas con un 12,5%, el arroz con un 11,6% y la caña de azúcar con un 9,3%.
Según cifras del Dane este aumento en la producción ha venido acompañado de un crecimiento significativo en el valor de las exportaciones, especialmente en productos clave. Los bananos y plátanos lideraron con un incremento del 57,7% en el periodo comprendido entre septiembre de 2024 y el mismo mes del año anterior. Las frutas frescas o secas mostraron un crecimiento aún más impresionante, del 103,6%, mientras que las frutas cítricas frescas o secas destacaron con un incremento extraordinario del 125%. Estos resultados reflejan no solo el fortalecimiento de la producción agrícola, sino también el creciente dinamismo de los mercados internacionales para los productos colombianos.
En cuanto a la producción pecuaria, esta ha mostrado un comportamiento positivo y sostenido en los últimos trimestres, a pesar de los desafíos derivados de la conocida crisis en la producción lechera. El subsector registró un crecimiento del 3,7% en el primer trimestre, del 6,5% en el segundo, y del 5,9% en el tercero.
La mayoría de las líneas productivas dentro de este subsector tuvieron resultados favorables. El ganado bovino aumentó un 9,8% en comparación con el año anterior, mientras que la producción de leche cruda creció un 8,0%. Por su parte, los huevos de gallinas y otras aves registraron un crecimiento del 7,3%, y el ganado porcino alcanzó un incremento del 7,2%. Sin embargo, la producción de pollo, gallinas y otras aves de corral fue la única que no mostró un crecimiento significativo, con un aumento marginal del 0,6%. Este resultado se atribuye, en parte, al impacto del paro camionero, que aunque breve, dificultó la distribución de alimentos e insumos para los animales, así como la entrega de los mismos a lo largo del país.
Ahora bien, el subsector de pesca y acuicultura ha sorprendido con un notable repunte, registrando un crecimiento del 18,2% tras tres trimestres consecutivos de cifras negativas. Este incremento ha beneficiado especialmente a los pequeños y medianos productores, quienes representan cerca del 90% de la actividad económica del sector. Además, según datos del capítulo arancelario sobre pescados, crustáceos, moluscos e invertebrados acuáticos, las exportaciones de este subsector aumentaron un 30,3% entre septiembre de 2024 y el mismo mes de 2023. En contraste, el subsector de silvicultura y extracción de madera continúa mostrando un desempeño negativo.
Conclusiones
El panorama actual del sector agropecuario colombiano refleja un resurgimiento significativo en la esfera nacional, impulsado por un desempeño notable en varios de sus subsectores. Desde el repunte del café, que recupera su protagonismo histórico, hasta los avances en cultivos agrícolas, producción pecuaria y pesca, queda en evidencia que este sector ha sido crucial para el crecimiento económico del país en un contexto de incertidumbre y desafíos.
Sin embargo, detrás de estas cifras alentadoras se encuentra el esfuerzo incansable de los campesinos, quienes constituyen el pilar fundamental de esta transformación. Su dedicación y resiliencia, incluso frente a crisis como el cambio climático, el paro camionero o las fluctuaciones del mercado, han permitido mantener y aumentar la producción que no solo abastece a la población nacional, sino que también posiciona a Colombia en mercados internacionales.
En este sentido, el resurgimiento del sector agropecuario no solo es una victoria económica, sino también un reconocimiento a la labor de millones de campesinas y campesinos, quienes con su esfuerzo diario continúan alimentando a Colombia y construyendo un futuro más sostenible y próspero. Este es el momento de valorar y apoyar de manera decidida a este sector y a las comunidades rurales que lo hacen posible.
Sebastián Gutiérrez Villamil, Asistente de investigación del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales Universidad de La Salle
Jaime Alberto Rendón Acevedo, Director del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales Universidad de La Salle
Foto tomada de: Meta IA
Alvaro Suarez Rivera says
Excelente articulo
Luis José Baena Sánchez says
Como se puede entender que a un sector que viene creciendo y que esta jalonando la economía del pais le recorten el presupuesto en un 45.33% menos para el 2025. Quienes son los ineficientes que no ayudan a que este sector crezca mas; no creo que sean los productores porque lo vienen demostrando, ellos son capaces de crecer y crecieran mas si contaran con el apoyo que se requiere; creo que es el gobierno a través de su ineficiencia en los ministerios, que son son capaces de ejecutar. El castigo debería ser para los funcionarios ineficientes.
William Miranda says
Buena noticia. Invita a mejorar las condiciones del campesinado, sobre todo en materia de seguridad social. Lo preocupante es que la economía colombiana siga dependiendo del café, y poco se avance en materia tecnologica. ¿Más de un siglo dependiendo del café y vamos a seguir? Es lo que hay, pero si toca echarle cabeza a la industria y sus encadenamientos.