Este acumulado de riqueza en la fase de los grandes carteles de Cali y Medellín llegó a cifras del 6% y el 8%, cuando las exportaciones ilegales de cocaína y marihuana fueron equivalentes a las legales (1983); aunque esos valores bajaron sustancialmente durante el nuevo milenio, aun así, en 2018 representaban el 14% de las legales como veremos más adelante. Por múltiples circunstancias al inicio del nuevo gobierno de Gustavo Petro el tema vuelve con fuerza a la palestra; comprender la magnitud e impacto del narcotráfico en su conjunto es fundamental para el análisis de la sociedad actual, la economía, la política, el ámbito cultural territorial, el Estado y la elaboración de una agenda para enfrentar este tema tan complejo y dinámico.
La economía y la subcultura del narcotráfico penetraron tan profundamente la sociedad colombiana que Francisco Thoumi, un constante estudioso y profundo conocedor del tema, sostiene que es tan integral y complejo que “el problema de fondo no es legalizar las drogas sino legalizar a Colombia”; puesto que, “la relación narcotráfico- violencia- criminalidad- corrupción es circular, y eso hace que las soluciones deban ser integrales. Un problema tan complejo debe ser abordado con políticas comprensivas que ataquen toda la ilegalidad y no apenas un componente, como se ha hecho hasta ahora” (Thoumi, 2022, párr. 39).
En su temporalidad el fenómeno del narcotráfico podría estar entrando en una nueva fase, así lo advierte el ex ministro y ex candidato presidencial Juan Carlos Echeverry: “Desde los tiempos de Pablo Escobar, allá por la década de 1980, el tamaño del negocio de la cocaína en Colombia nunca ha sido tan grande como aparentemente lo es ahora. La información de Naciones Unidas (UNODC) es preocupante: en un lustro (2013 a 2017) Colombia pasó de una producción potencial de 290 toneladas métricas ™ de clorhidrato de cocaína puro a 1.200 tm” [1].
Preocupante por dos circunstancias, la primera de carácter económico por la creciente cantidad de dinero que actualmente el narcotráfico está irrigando al torrente de la economía legal, gracias a unos vasos comunicantes y a una fina capilaridad creada, establecida y sofisticada a través de más de medio siglo, la cifra crece desde los 2.000 millones de dólares de 2013 hasta los 10.000 millones dólares de 2021. Para entender la magnitud de tales cifras se contextualizan para dos años, el primero 2018 dos años después de la firma de los Acuerdos de Paz y el segundo 2008 cuatro antes del inicio de los diálogos de paz.
En 2018 las exportaciones de cocaína, según un estudio de la Universidad de Los Andes[2] serían de U$ 5.631 millones o en pesos 18 billones (precio del dólar $3.150), representarían el 14% de la exportaciones totales de Colombia que fueron de U$ 41.905 millones y el 1,88% del PIB, tan grande que es 2,3 veces el PIB del sector cafetero, que representa un 0,8% del PIB de Colombia que en ese año ascendió a US $299.521 millones; de acuerdo con los datos de Echeverry la producción de cocaína fluctuó entre 869 y 1.120 tm.
Diez años antes, según Mejía de la Comisión asesora para la política de dogas del gobierno Santos, en 2008 Colombia producía entre el 65 y el 70% del total de la cocaína consumida en el mundo, de la cual el 55% iba al mercado norteamericano y el 45% a otros mercados especialmente el europeo; se estimaba que el tráfico y producción de cocaína en Colombia (2008) era de 13,6 billones de pesos o US$7.500 millones que equivalen al 2,5% del PIB y que fluctúa entre un mínimo de 9,4 billones, el 1,6% del PIB y 18 billones, 3% del PIB, que se distribuía de la siguiente manera: el 71%, cerca de 9,6 billones (sobre los 13,6) se quedaba en los bolsillos de los traficantes; solo el 29% restante, unos 4 billones, se lo reparten por mitades los cultivadores de la hoja de coca (rurales) y los “empresarios” de los cristalizaderos (presumiblemente citadinos) donde se produce el clorhidrato[3], de acuerdo con los datos de Echeverry, J.C. (01 agosto 2022) la producción de cocaína fue de 471 tm.
Vale aclarar que la diferencia con las cifras aportadas por Echeverry, J.C. (01 agosto 2022) en cuanto a ingresos, se explican porque se refieren solo a ingresos potenciales sin tener en cuenta otras variables.
La segunda gráfica de carácter político, evidencia el crecimiento que se dio en cifras en miles de dólares, inicialmente a la sombra de las negociaciones de paz durante el gobierno de Juan Manuel Santos, en un periodo específico: un año después del inicio de los diálogos de paz (2012) y un año después de la firma de los Acuerdos de Paz (2016); hecho que le da la razón a quienes alertaron sobre el copamiento por parte de nuevas y viejas estructuras armadas (insurgencia, disidencias, organizaciones sucesoras del paramilitarismo y bandas criminales) de las zonas despejadas por los frentes de las FARC-EP; sin embargo, es necesario precisar que el crecimiento se consolidó de modo definitivo durante el gobierno de Duque gracias a que hizo trizas los Acuerdos, tema que se ampliará más adelante, y a la simple dinámica de una actividad tan lucrativa que existen decenas de estructuras ilegales prestas a asumirla… traficar cocaína que se adquiere el Kilo en Colombia por 4.000 a 7.000 dólares y se vende en Estados Unidos o la Unión Europea por 40.000 a 60.000 dólares constituye un incentivo difícil de combatir.
Por lo tanto, hay dos grandes problemas que el nuevo gobierno deberá afrontar, particularmente el político por lo que significa para la apertura de las negociaciones de una Paz Total, así como el antecedente del desbordado crecimiento de la producción potencial de cocaína durante las negociaciones de paz adelantadas por el gobierno de Juan Manuel Santos; fenómeno que requiere una detallada explicación. ¿Cómo abordar una política pública para enfrentar un fenómeno económico ilegal en pleno crecimiento?
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[1] Echeverry, J.C. (01 agosto 2022). Narcotráfico crece como en tiempos de Pablo Escobar, ¿quién lo detiene? elColombiano. https://www.elcolombiano.com/colombia/narcotrafico-crece-como-en-tiempos-de-pablo-escobar-quien-lo-detiene-EO18250400
[2] Montenegro Santiago, Llano Jorge e Ibáñez Diana. “El PIB de la cocaína 2005- 2018: una estimación empírica, CEDE CESED 2019-12.
[3] Mejía Daniel “Política de reducción de oferta de drogas en Colombia: evaluación de resultados y recomendaciones de política” Documentos Técnicos de la Comisión Asesora sobre Drogas del Gobierno de Juan Manuel Santos (2015).
Hernán Pedraza Saravia & Lorena Mahecha Bustos
Foto tomada de: El Colombiano
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