El ligero aumento en la tasa global de participación (TPG) indica que más personas en edad de trabajar se están integrando al mundo laboral. Además, la proporción de ocupados (TO) dentro de la fuerza de trabajo ha crecido, y el desempleo (TD) ha disminuido del 12,7% al 11,6%. Si bien estas tendencias son positivas, el leve incremento de la informalidad de los trimestres noviembre – enero en los últimos dos años, del 55,7% al 56%[ii], revela que la precariedad laboral persiste como un problema estructural en la dinámica laboral del país.
Este incremento, aunque leve, consolida un modelo laboral frágil, donde predominan empleos sin contratos estables, bajos salarios y nula protección social. Sectores como el sector rural, el turismo y el comercio suelen estar asociados a esta informalidad.
Crecimiento del empleo en sectores “no productivos”
La tabla siguiente, basada en los datos trimestrales de los últimos dos años de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE[iii], muestra que los sectores no productivos son los que más empleo generan, lo que explica la falta de mejora en la calidad del empleo en el país. Estos son:
- Administración pública, educación y salud: 195 mil empleos.
- Alojamiento y servicios de comida: 191 mil empleos.
- Comercio y reparación de vehículos: 162 mil empleos.
Observaciones:
- Estos sectores suelen ser intensivos en mano de obra, pero con baja productividad y predominio de bajos salarios.
- El empleo en la administración pública, aunque estable, depende del gasto estatal, lo que lo hace vulnerable a las actuales dificultades fiscales de las finanzas públicas.
- El alojamiento y servicios de comida (Asociados al turismo) genera empleos temporales y precarios, con riesgos de su sostenibilidad ante ciertas coyunturas económicas o políticas adversas
Declive relativo del sector manufacturero y productivo
La participación relativa del sector manufacturero en el total de la ocupación disminuyó del 10,8% al 10,4% (calculado como %Part. 23-24 y %Part. 24-25 en la tabla). A pesar de un crecimiento absoluto de 26 mil empleos, su ritmo es inferior al crecimiento total del empleo (1,1% frente al 4,1% del total nacional).
La manufactura es clave para la creación de empleos estables, mejor remunerados y con posibilidades para el ejercicio de los derechos sindicales. Su estancamiento relativo limita la calidad del empleo y refleja la deficiencia de la política de reindustrialización del gobierno. Esto contrasta con países que priorizan el desarrollo de la industria manufacturera para impulsar el empleo y realizan mejoras en productividad para facilitar el crecimiento de las remuneraciones al trabajo sin afectar la rentabilidad de los negocios.
En términos generales, se concluye del cuadro que el empleo productivo (agricultura, minería, manufactura, construcción, transporte y almacenamiento, información y comunicaciones y energía) creció un 2,4%, mientras que el empleo no productivo (servicios, administración, turismo, etc.) aumentó un 5,3%.
Esta situación es problemática para el empleo de calidad, ya que el modelo de desarrollo se inclina hacia sectores de bajo valor agregado, lo que limita la capacidad de la economía para lograr mejores empleos y crecimiento de la participación de los salarios en el ingreso nacional. El turismo, una de las apuestas económicas del gobierno, genera empleos, pero su carácter es temporal y precario, siendo a su vez vulnerable a variables económicas, sociales y ambientales que lo hacen poco sostenible a largo plazo.
El turismo como motor del empleo: riesgos y desafíos
Según datos del DANE, el sector de alojamiento y servicios de comidas (asociado al turismo) experimentó un notable crecimiento del 12%, el mayor aumento porcentual después de información y comunicaciones. Sin embargo, este crecimiento conlleva riesgos sociales debido a la naturaleza temporal, los bajos salarios y la alta rotación de estos empleos. Además, el sector depende en gran medida de factores externos y enfrenta desafíos de sostenibilidad ambiental y social a largo plazo, llegando incluso a generar saturación turística en algunas comunidades.
La generación de empleo en el turismo, aunque es una fuente importante de trabajo en muchas economías, enfrenta desafíos que lo hacen poco sostenible a largo plazo. Esto se debe a factores estructurales, económicos, ambientales y sociales que limitan su estabilidad. Aquí las razones principales:
- Estacionalidad y temporalidad. El turismo suele depender de temporadas altas (vacaciones, festividades) lo que genera empleos temporales o informales que no ofrecen seguridad laboral. Como consecuencia los trabajadores enfrentan períodos de desempleo, ingresos inestables y falta de acceso a beneficios sociales (seguro médico, pensiones).
- Vulnerabilidad ante crisis externas. El turismo es altamente sensible a crisis económicas globales (ej: recesiones), desastres naturales (huracanes, incendios), y conflictos políticos o sanitarios (ej: la pandemia de COVID-19). Una caída repentina en la demanda turística provoca despidos masivos y cierre de empresas (hoteles, restaurantes, aerolíneas).
- Impacto ambiental y agotamiento de recursos. El turismo masivo puede degradar ecosistemas reduciendo el atractivo del destino a largo plazo. Por tanto, si no se gestiona de forma sostenible, el turismo destruye los recursos naturales que lo sostienen, afectando empleos futuros, como playas contaminadas o arrecifes de coral dañados pierden visitantes.
- Baja remuneración y precariedad laboral. Muchos empleos en turismo son de baja cualificación (camareros, limpieza, guías informales) y suelen ofrecer salarios mínimos, contratos temporales o informalidad. De tal forma que los trabajadores no logran ascender profesionalmente ni acumular derechos laborales, perpetuando ciclos de pobreza.
- Dependencia de factores externos. El turismo depende de variables fuera del control local como tipos de cambio (ej: si una moneda se revalúa, el destino se vuelve más caro para extranjeros), tendencias globales (cambios en preferencias de viajeros) y competencia con otros destinos. El impacto es que las economías locales quedan a merced de decisiones externas, dificultando la planificación a largo plazo.
- Automatización y cambios tecnológicos. El uso creciente de plataformas digitales (como Airbnb o Booking) y la automatización (check-in automático, robots en hoteles) reducen la necesidad de mano de obra. La aplicación de la Inteligencia Artificial en labores rutinarias impacta en menos empleos en sectores tradicionales y mayor precariedad para quienes no se recalifiquen.
Conclusiones y recomendaciones
En conclusión, se requiere una reorientación de la política económica hacia la generación de empleos de calidad. Es crucial priorizar el crecimiento en sectores productivos con tecnologías avanzadas, para ir dejando atrás la informalidad y la precariedad laboral. Para ello se necesita:
- Reactivar la manufactura: Es urgente políticas para fortalecer la industria, con incentivos fiscales, formación técnica y apoyo a pymes, ya que es clave para empleos estables y mejor remunerados.
- Formalización laboral: Para combatir la informalidad asociada a los vínculos laborales ilegales, se requieren inspecciones laborales más rigurosas y un aumento en el número y la especialización de los inspectores laborales.
- Diversificación económica: Reducir la dependencia del turismo y los servicios, impulsando la manufactura de alta tecnología, con enfoque a largo plazo en el subsector de máquinas herramienta
- Desarrollar competencias en inteligencia artificial (IA): La IA permite agilizar procesos y analizar datos con precisión. Para no quedarse atrás, Colombia debe educar en tecnologías emergentes desde las aulas e invertir en innovación para desarrollar aplicaciones creativas de IA, como modelos predictivos o automatización inteligente. Así se construirá una economía competitiva y preparada para los desafíos tecnológicos globales
- Transición energética responsable: La transición energética debe realizarse evitando abandonar los combustibles fósiles antes de contar con fuentes energéticas sustitutivas de mayor eficiencia y densidad energética, como la hidroeléctrica y la energía nuclear. Las energías renovables, como los paneles solares y los aerogeneradores, presentan limitaciones significativas debido a su intermitencia, ineficiencia y altos costos, lo que las hace insuficientes para sostener un proceso industrial robusto. En este contexto, el gas natural debe desempeñar un papel crucial en la transición, ya que es una fuente más limpia que otros combustibles fósiles y puede servir como puente hacia una matriz energética más sostenible y diversificada.
En síntesis, Colombia necesita reorientar su modelo de desarrollo hacia sectores de alto valor agregado, evitando depender de actividades de subsistencia que, aunque generan empleo a corto plazo, comprometen la generación de Trabajo Decente a largo plazo.
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[i] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo
[ii] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-informal-y-seguridad-social
[iii] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: Infobae
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