Las diferencias entre los departamentos son significativas. La peor situación se presenta en el Chocó. Allí la incidencia de la pobreza es de 65,4%. En otros departamentos del Pacífico no es tan alta porque el promedio oculta la aguda pobreza de varios municipios. Este resultado contrasta de manera significativa con el del Valle, en donde la incidencia apenas es de 6,18%. El peso que tiene Cali contrarresta la alta incidencia de la pobreza en municipios como Buenaventura. El promedio tapa la profundidad de las brechas.
La pobreza es alta, no solamente en el Chocó sino también en la mayoría de los municipios del Pacífico. Allí los indicadores sociales son inferiores a los promedios nacionales. De acuerdo con los datos del censo del 2018, la incidencia por necesidades básicas insatisfechas (NBI) era: Buenaventura 16,57%, Quibdó 72,74%, Tumaco 27,5% y Guapi 70,49%. Sin duda, estos porcentajes son muy altos, y se alejan considerablemente de los logros obtenidos en ciudades como Bogotá y Bucaramanga que tienen NBI de 3,36% y 5,38%. La más baja incidencia del país se presenta en Sabaneta con 1,59%. El promedio nacional es 14,13%.
Además de la información del NBI, las condiciones sociales de los municipios se pueden complementar con el índice de pobreza multidimensional.
Los cuadros siguientes presentan los componentes del índice de pobreza multidimensional censal (IPM* 2018) de 3 municipios, que pueden ser representativos de las condiciones de vida de los municipios del litoral pacífico: Buenaventura, Quibdó y Tumaco.
En Buenaventura, se destacan dos hechos. El primero es el elevado número de privaciones. Y el segundo es la brecha entre la cabecera y el área rural. La informalidad laboral afecta al 88,6% de los hogares, y en la zona rural al 94,2%. La incidencia del bajo logro educativo es elevada (48,3%).
En el cuadro se destacan las variables que tienen relación con las condiciones de la vivienda. Casi la tercera parte de los hogares (26,3%) no tienen acceso a agua potable. El 32,4% de los hogares tienen privación porque no disponen de un sistema adecuado de eliminación de excretas. En la zona rural la incidencia es mucho mayor (44,3%).
En Quibdó la incidencia es peor que la de Buenaventura en variables tan importantes como acceso al agua potable. Se observa privación en el 74,7% de los hogares, y en la zona rural llega al 89,5%. También hay carencias significativas en la inadecuada eliminación de excretas. El 80,6% de los hogares presenta privaciones.
En Tumaco los indicadores también son muy negativos.
La presentación de los componentes de la pobreza multidimensional de estos tres municipios, pone en evidencia las diferencias notables que existen entre los municipios del país.
La búsqueda de la convergencia entre municipios y departamentos debe ser una prioridad de la política pública. Desde el punto de vista normativo no deberían presentarse brechas tan significativas.
Siguiendo un principio como el maximin rawlsiano, la intervención del Estado le debe dar prioridad a los municipios que están en la peor situación.
Jorge Iván González
Foto tomada de: Semana.com
Oscar Gomez says
La maldtita desigualdad de la mano de la impunidad son la madres y raíces de la corrupción.