En Francia gana el Nuevo Frente Popular
El sistema francés es de dos vueltas. En la primera ganan los candidatos que logren más del 50 por ciento en cada circunscripción. Para la segunda vuelta compiten de nuevo los que quedan entre los dos candidatos con mayor votación de la primera vuelta. Aquí son importantes las coaliciones y los desistimientos.
La primera vuelta da una idea del verdadero papel de los partidos en la sociedad francesa. Es así como en las elecciones del 30 de junio ganó el partido de extrema derecha de Marine Len, la Agrupación Nacional-RN con el 33,15% de los votos, seguido por el Nuevo frente Popular, que agrupaba a los partidos de centro izquierda y de centro, con 28,14%, tercero el partido de Macron con 21,27%, cuarto lugar para los Republicanos y otros de derecha con el 10,22% y el 7,22% restante para diversos partidos de izquierda y otros. En esta primera vuelta muy pocos candidatos lograron pasar el umbral de 50%.
Para la segunda vuelta, el Nuevo Frente Popular y los partidarios de Macron acordaron unirse y llegar a desistimientos. Los resultados por parlamentarios cambiaron dramáticamente.
El Nuevo Frente Popular llegó de primero con 182 parlamentarios, seguidos por los macronistas con 168, los partidarios de Le Pen con 143, los republicanos con 60 y el resto con 36.
Es decir, nadie logró la mayoría requerida de 289 parlamentarios, pero le corresponde tomar el poder al Nuevo Frente Popular. Sin embargo, Macron quiere hacer trampa y hacer alianza con los republicanos de derecha y aún con el partido de Le Pen.
Aunque se dice que el NFP es un grupo de izquierda, la realidad no es tan cierta porque varios de sus componentes no lo son como el partido Socialista y los Verdes, que se pueden considerar si acaso de centro izquierda o centro. El partido Comunista es hoy un partido socialdemócrata, que perdió las bases obreras que se fueron para el partido de Le Pen. El único que puede considerarse de izquierda es la Fuerza Insumisa de Jean Luc Melenchón que por eso lo atacan todos los partidos, incluyendo sus compañeros del NFP, que lo acusan de radical.
Según Romaric Godin (¿Le programme du Nouveau Front Populaire est-il delirante?,Mediapart, 12 julliet 2024):
“El programa del Nuevo frente Popular comprende unas políticas bastante progresistas, pero hay que tener en cuenta que no es un plan anticapitalista, sino un plan de mejoramiento del capitalismo francés, para darle un contenido más social.”
“El programa del NFP se concentra en una política de corrección de los excesos del capitalismo macronista y de las desigualdades”
“El programa de NFP ha sido expurgado de toda demanda de modificación del orden social y de la gestión de las palancas económicas.”
“De cierta manera, el programa del NFP espera salvar el capitalismo de los errores de los capitalistas”
Los elementos más importantes del programa son:
- Aumentar el salario mínimo a 1600 euros, un incremento del 14 por ciento.
- Restablecer la edad de jubilación a 60 años, en lugar de 64 años impuesto por Macron.
- Vincular los aumentos salariales al ritmo de la inflación.
- Aumentar las ayudas a las viviendas y a los jóvenes
- Reducir el impuesto sobre la renta y de seguridad social de las rentas más bajas.
- Introducir el impuesto sobre el patrimonio a los ricos eliminado por Macron.
- Alto al fuego inmediatamente en Gaza y reconocimiento a Palestina.
- Limitar los precios de los alimentos, la electricidad, el gas y la gasolina fuertemente (póngale cuidado ministro de Hacienda de Colombia).
- Adoptar medidas ecológicas.
- En cuanto a Ucrania hay diferencias dentro del NFP porque los socialistas y verdes son antirrusos y anti-Putin
En Inglaterra gana de nuevo la Tercera Vía del belicista Tonny Blair
También hubo elecciones en Inglaterra el 4 de julio de 2024 y ganaron los laboristas con un margen apabullante frente a los conservadores con 402 escaños frente a 121 de los conservadores, 71 de los liberales, y sorprende con 4 parlamentarios el partido de la Reforma de Nigel Farage, el líder que impulsó el Brexit.
En cuanto a votos obtenidos por el partido laborista, fueron de 9,7 millones en 2024 contra 12,9 millones en 2017 y 10,3 millones cuando Corbyn era presidente del partido, es decir, no tan buenos resultados.
Sobresale la victoria de Jeremy Corbyn como diputado independiente por la circunscripción de Islington North, lo que no es una buena noticia para la derecha del partido Laborista.
La mayoría es de 321 parlamentarios, por lo cual los laboristas obtienen un margen muy favorable.
Visto como porcentaje de votos, aunque los laboristas obtuvieron 34%, un porcentaje bajo, en votos consiguieron menos que en elecciones anteriores. Así que desde este punto de vista no es un triunfo contundente.
El partido laborista está dirigido por Keir Starmer, que el 4 de abril de 2020 tomó la dirección del partido, después de una campaña viciosa para destronar al líder de izquierda Jeremy Corbyn, acusado de antisemita. Hoy se sabe que fue toda una campaña organizada por los servicios secretos de los Estados Unidos e Inglaterra, el ministerio de defensa de Inglaterra, las finanzas y lo que se llama el estado profundo, llena de falsedades, acusaciones falsas y desprestigio.
Apenas obtenido el liderato, el señor Starmer se dedicó a limpiar el partido de cualquier síntoma de izquierda, volviéndolo un partido socialdemócrata, de la Tercera Vía, globalista, neoliberal, imperialista y belicista.
Su programa es de centro derecha, muy en la onda de la Tercera Vía del mentiroso belicista Tonny Blair. Hay que recordar que la esposa de Starmer es de origen judío, así que su programa es de apoyo furibundo a Israel y desprecio por los palestinos y todo aquel que ose criticar al genocidio de Israel se le acusa de antisemita. En el partido Laborista nadie puede criticar a Israel.
En cuanto al conflicto en Ucrania, está totalmente alineado con los Estados Unidos, es profundamente belicista y busca derrotar a Rusia. En cuanto a China sigue la política anti china de la administración del demente senil Joe Biden.
Por eso, es confuso cuando en las noticias y algunos analistas, supuestamente progresistas, se habla de que ganó la izquierda en Inglaterra, esto es totalmente equivocado.
Hoy el laborismo es un partido pro-business fundamentalmente, aunque quiera aparecer como amigo de los trabajadores. No propone reformas grandes en los sistemas de salud, educación, correos, vivienda y servicios públicos que están totalmente deteriorados. No propone nacionalizaciones. El plan de inversión pública es muy débil. Solamente habla el plan de incrementarla en 7.3 billones de libras, cuando los expertos hablan de que se necesitan 60 billones. Corbyn proponía 24 billones. Suponen los nuevos laboristas de la Tercera Vía que este mínimo de inversión pública atraerá inversión privada.
En lo referente al programa de gobierno de los laboristas, a continuación, hago uso de artículo de Michael Roberts, Britain´s Securonomics (La Seguridad Económica de Gran Bretaña) de Jul 8, 2024, publicado en su blog personal.
El gobierno laborista no esperará a que el sector capitalista invierta, cree emplee y crezca. Intervendrá para incentivarlo a que invierta en la recuperación de la industria. Habrá más inversión pública pero solo donde pueda darse inversión privada adicional y proveer un retorno a los contribuyentes. Es una estrategia de trabajar en asociación con la industria para aprovechar oportunidades y remover las barreras para el crecimiento.
En vivienda, la propuesta es la de construir 300.000 nuevas unidades en los siguientes cinco años, pero es menos de lo que se necesita. Pero el plan va a ser realizado por desarrolladores privados, olvidándose de la Corporación Nacional de Construcción. Y estos desarrolladores son los de BlackRock, que ya posee 260.000 viviendas. Así que estos señores van a ser los beneficiarios de esta expansión.
Seguridad Económica significa que no habrá posesión pública de los sectores productivo; o del sector financiero; o de los grandes fondos de inversión. En cuanto al correo, hoy en manos en gran parte por un billonario checo, el plan no es ninguna nacionalización sino simplemente regulación.
Con respecto a los servicios de energía y agua, el plan de los laboristas no es el de traerlas a propiedad pública, sino a una mejor regulación, lo mismo que en los correos, pero con menos regulación en vivienda.
En lo referente a los ferrocarriles, los laboristas han manifestado que la idea es traerlos gradualmente a propiedad pública en un tiempo de diez años.
Bajo Corbyn el plan era libre acceso a banda ancha para todos como un derecho público, que fue considerado por la prensa de derecha como comunismo. Bajo Starmer la propuesta es muy débil, se trata de lograr si acaso un cubrimiento nacional de 5G por 2030.
Securonomics significa más inversión en defensa, llevar el gasto a 2,5% del PIB, supuestamente para defender a Inglaterra de las amenazas de Rusia y China, pero en realidad para atender las demandas de los Estados Unidos y la OTAN, mientras sigue la austeridad en el servicio nacional de salud
Seguridad económica es una vuelta a la idea defendida por Mazzucato de la asociación público-privado. Esto significa que el gobierno prestará u obtendrá un poco más de impuestos, principalmente para para invertir, para entusiasmar y subsidiar al sector capitalista para que invierta más y tome una participación fuerte de la parte del león de cualesquiera ingresos extras que se obtengan. El sector público solo invertirá para ayudar a que el sector capitalista invierta, no para reemplazarlo. Y esto hace sentido si sus creencias son las de que el capitalismo trabaje mejor. La inversión del sector capitalista en Inglaterra es cinco veces más grande que la del sector público. Debería ser una economía diferente si la relación fuera, al contrario. Pero esto no sucederá con la idea de Seguridad Económica.
Diego Otero Prada
Foto tomada de: France 24
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