“La tarea de los gobiernos centristas de la primera legislatura republicana consistió en poner en marcha la reconstrucción de la posguerra y también el restablecimiento de la autoridad tradicional del Estado(…) Además de esto, el centrismo, en cuanto solución moderada, le permitió a la Democracia Cristiana asumir el papel de partido hegemónico dentro del sistema italiano, como partido de coalición no solo de los grupos de extracción católica sino también de una gran parte de los descendientes de lo que con toda razón se puede llamar el “partido de los notables” liberales. (Mastropaolo, 1987)
El español, Esteban González Pons, eurodiputado, profesor de Derecho constitucional en la Universidad de Valencia, expone en una columna titulada, “No mires fuera, el enemigo está dentro”, publicada en el Blog www.elconfidencial.com, refiriéndose a los aportes del centro político en la Europa de la segunda posguerra y lamentándose que los centristas en los últimos años estén perdiendo la oportunidad de contribuir a la soluciones que devienen de las demandas de los ciudadanos carentes de representación. Argumenta este eurodiputado que, “Desde el centro político, se han logrado los mayores avances sociales, económicos y políticos de la historia de la humanidad. Aquí en Europa y en otras partes del mundo. La centralidad política fue lo que permitió a Alemania llevar a cabo con éxito su reunificación, o a España, Grecia y Portugal culminar con éxito sus transiciones a la democracia. La centralidad política permitió que países con intereses muchas veces diversos convergiesen en una comunidad de intereses europea. Sin embargo, la democracia representativa no está resistiendo bien los efectos de la crisis económica y de la globalización. De un tiempo a esta parte, los ciudadanos-electores ven en el centro político, en ‘el centrismo’, si se me permite la expresión, más una componenda entre los partidos que un genuino esfuerzo por dar respuesta a sus legítimas demandas” (González Pons, 2019).
Norberto Bobbio, para admitir que el centro político existe dentro de su profundo análisis sobre la Derecha y la izquierda, libro de la editorial Taurus, expone que en esa relación binaria o diádica, “Si se quiere coquetear con el leguaje de la lógica se puede decir que, mientras la visión diádica de la política, según la cual el espacio político se concibe dividido en dos únicas partes, de las que una excluye a la otra, y nada entre ellas se interpone, puede ser definida como tercero excluido, la visión triádica, que incluye entre derecha e izquierda un espacio intermedio, que no es ni de derecha ni de izquierda, sino que justamente está en el medio de la una y la otra, se puede definir como tercero incluido”. Y en otro de los apartes del libro, el profesor Bobbio nos dice, la definición de este espacio intermedio hace posible una comprensión más articulada del sistema, ya que permite distinguir entre un centro que está cercano a la izquierda o centro-izquierda, y un centro que está más cercano a la derecha o centro-derecha, y así, en el ámbito de la izquierda, una izquierda moderada que tiende hacia el centro y una izquierda extrema que se contrapone al centro, e igualmente, en el ámbito de la derecha, una derecha atraída hacia el centro, y una que se aleja de él, contraponiéndose en igual medida tanto al centro como a la izquierda. Teniendo en cuenta que, a pesar de las posibles divisiones dentro del espacio del centro, queda siempre un centro indiviso, que podría llamarse centro-centro, la tríada en realidad se convierte en una pentíada…(Bobbio,1995).
Como no hay un solo centro sino tres centros(centroderecha, centro-centro y centro izquierda), el problema sobre la falta de consistencia o coherencia en la conducta de los partícipes se da con la aparición de tres especies: oportunistas, pancistas y acomodados. Latinoamérica es muy similar en cuanto a las prácticas políticas de los miembros de los partidos políticos, basta mirar a manera de ejemplo lo que está ocurriendo en Perú con el presidente Pedro Castillo : Intrigas, conspiraciones y malabares. Han tenido 5 presidentes desde el año 2018 hasta hoy: total inestabilidad. La política como teatro de las mascaradas , trapisondas y las imposturas, tanto en los partidos de derecha como de izquierda, pero con los tres centros del centro político, las conductas atípicas de los indecisos, trashumantes y aprovechados, son frecuentes, por eso las felonías y las traiciones que hemos visto en el curso de esta campaña electoral 2022. Y las dificultades para acordar una postura pública o cumplir unas reglas del juego, tienen más traviesas.
Con el centro político se amplían las representaciones de los partícipes en política, pero también se generan las indefiniciones. Los dos centros que hicieron coaliciones registraron conductas aviesas. El Centro de la Experiencia (luego Equipo Colombia), no era de centro, eran de derecha: una mascarada que terminó desembozada al rodear al candidato Fico Gutiérrez, de manera estrecha con todos los partidos de derecha, sin ruborizarse, dejaron de hablar del centro. El único que podría haberse considerado que era en verdad de centro, el Señor Enrique Peñalosa, fue derrotado en la consulta popular y se derechizó irremediablemente.
El otro centro bajo la coalición Verde- Esperanza, las reformas y agregados confundieron al electorado, el oportunismo de Ingrid Betancourt hizo implosionar el proyecto; y la falta de reglas claras llevaron a las diferencias dentro de los coaligados, averiaron la coalición, no supieron competir con gallardía. Íngrid Betancourt se desfasa y contradice. Anunció acercamientos con el expresidente Álvaro Uribe, está abriendo una puerta para llegar a la candidatura de Gutiérrez en la segunda vuelta, como para recoger los restos al ver perdida su opción de posicionarse desde el partido resucitado, Verde Oxigeno. Expuso que, lo hace para liberar a Colombia de la corrupción , “es importante que nos unamos más allá de las ideologías. Desde el Centro estamos abiertos a un gran diálogo nacional…” Nadie le creyó. Humberto de La Calle y el representante Carvalho, rechazaron la decisión de Ingrid al acercarse al C.D, partido del expresidente, sin haber consultado a los órganos internos del partido que logró dos escaños.
Ingrid, enreda la argumentación contra las maquinarias y la polarización, se desquicia por el afán de ascender en unas encuestas que ya no podrá remontar. Sigue presentándose como centrista, confunde las posturas del Centro Político, desbarató la Coalición Centro Esperanza y quiere acercarse al campo de la extrema derecha donde no cabe ninguna cercanía ideológica, so pretexto de un pacto nacional que los convivíalistas crónicos del bipartidismo han vuelto un lugar común para asociarse. Su opinión ya no influye ni en el Centro ni en la Derecha, menos en la izquierda.
Cuando se acerca una elección presidencial o acontece un hecho extraordinario se pueden apreciar las actitudes de los miembros del centro político. El comportamiento de los actores del centro político. De allí se desprende y comprende su significado. En esos momentos se puede valorar hacia dónde van los del centro político. Lo usual es la inclinación hacia la derecha de los partícipes de la centro -derecha y del centro centro, y hacia la izquierda de los de centro-izquierda. En algunas de mis columnas he apuntado esas variables. El centro político, su ideología es una mezcla de varias corrientes y una compostura de varias hechuras, pero de utilidad para conservar la institucionalidad, al no ser de extrema derecha, ni de extrema izquierda, repelen por ende la violencia y construyen hacia la convivencia. El enigma con el centrismo es la mimetización de los miembros del centro-derecha y los del centro-centro, cuando deciden zafarse son inasibles e incomprensibles. En cambio, los del centro-izquierda son más coherentes y de firmes convicciones.
El centro político busca evitar las confrontaciones extremas de una sociedad, por eso es extraño que no haya crecido más la Coalición Centro Esperanza, retomo la expresión que he utilizado varias veces en otras columnas: cuando la sociedad está muy polarizada los extremos absorben al centro. Lo minimizan o lo neutralizan. Las encuestas recientes dentro de la pregunta a los ciudadanos como se perciben así mismos dentro del espectro político, el 44.3% afirma sentirse como de centro. Pero la polarización desvía ese interés. En términos generales y para describirlo con símiles, y guardando las proporciones, el centro político se asemeja al sistema de la socialdemocracia (que no es capitalismo no es socialismo), es la centralidad de un sistema político y económico. Otro símil, el centro político puede atraer a la clase media y sus capas con políticas públicas que las convoquen. Algunos dicen esquemáticamente, porque la derecha atrae a los ricos y la izquierda a los pobres. Otro símil: El centro como columna vertebral de donde se desprende la derecha y la izquierda, porque ambos deben tener un tronco común o asidero y giran alrededor de esa centralidad. Y finalmente, referirse al centro geométrico para que funcionen los otros lados.
Veamos para donde van los centristas de las coaliciones en Colombia . Cómo se dispersa el centro político, quienes están defectando o quiénes son los tránsfugas. Además de la conducta dual de Ingrid Betancourt, vemos como Rodrigo Lara Sánchez, diez años entre el Partido Verde y la corriente fajardista de Compromiso Ciudadano, defecta o se retira ante una jugadita al estilo Macías y acepta la vicepresidencia de Fico Gutiérrez el candidato de la derecha aglutinada, incurre en doble militancia al no retirarse con la antelación que plantea la Ley 1475 del año 2011, demanda que ya anunciaron sus contradictores. Con esta táctica le quitan una figura, un ex alcalde, al Centro Político y a Fajardo. Otra felonía mayúscula, Carlos Negret, ex Defensor Nacional de Pueblo, que acaba de ser candidato al Congreso por el Nuevo Liberalismo, un partido del centro político realizó la adhesión a la campaña de Fico Gutiérrez, enorme mal ejemplo para otros que desertaran. Volteretas como estas se pueden rememorar en la historia de Colombia. Julián Trujillo, presidente en 1877/1878, liberal radical, traicionó al partido por ayudarle a Rafael Núñez para que se convirtiera en presidente y desmontara el Olimpo Radical, iniciando el proceso de construcción de La Regeneración Nuñista. Otra voltereta, los liberales reformistas de mitad del siglo XIX, José Hilario López y José María Obando, abandonaron a José María Melo, cuando con los artesanos y los militares progresistas bolivarianos se tomaron el poder para enfrentar a los librecambistas Gólgotas amartelados con la burguesia mercantil.
Alfonso Prada, ex secretario general de la Casa de Nariño, santista reconocido, se acerca al Pacto Histórico, esto quiere decir que el centro-centro conformado por el santismo alrededor del proceso de paz y la defensa de los derechos humanos, y que estaban de perfil en esta campaña, deciden inclinarse por la izquierda moderada coaligada alrededor de la Colombia Humana y tras fuerzas políticas que apoyan a Gustavo Petro. El Partido Verde, eje central de la Coalición Centro Esperanza, se dividió en adhesiones y el 5 de abril anunciaron en un acto político, que varios congresistas electos de diferentes regiones y concejales en ejercicio, apoyan al Pacto Histórico, lo cual merma las fuerzas congresionales que apoyaban a Fajardo. El resto del Partido Verde continúa apoyando al ganador de la consulta.
Como lo expresé en un escrito anterior, tendrá Fajardo que convocar a una alianza multipartidista con progresistas y gente dispersa de otros centros, hacer propuestas transformadoras de gran atracción, para medirse en la primera vuelta porque las tendencias de apoyo para otras alianzas de los dos espectros restantes (derecha e izquierda) le absorberán en medio de la polarización a los activistas y lideres, pudiendo dejar vacío el centro sino se reagrupan con otros sectores. Y cultivar a los miembros de la Coalición (Robledo, Galán, Gaviria, Amaya) integrarlos a todos y motivarlos a seguir para le eventual gobernanza; el nuevo trabajo es ampliar la coalición hacia una alianza amplia con otras fuerzas afines y movimientos sociales. Y si Fajardo NO logra pasar a la segunda vuelta, deberá acudir a formar un Frente Único con la izquierda, so pena de repetir lo desastroso del año 2018 y dejar diluir todo el trabajo.
Citas.
Bobbio Norberto. Editorial Taurus, octava edición. Titulo original: Destra e Sinistra, segunda edición, Madrid, 1995
González Pons Esteban. “No mires fuera, el enemigo está dentro”, columna publicada en el Blog www.elconfidencial.com, España, año 2019.
Mastropaolo Alfio. Concepto de centrismo. Diccionario de política. Dirigido por Norberto Bobbio Siglo XXI editores. Impreso en México. Quinta edición en español,1987.
Alberto Ramos Garbiras, Especialización en derecho constitucional, Universidad Libre; Magister en ciencia política de la Universidad Javeriana; PhD en Realidad Política Latinoamericana, Universidad Nacional (UNED) de Madrid España; ha sido profesor de ciencia política en la Universidad Libre y la Universidad Santiago de Cali. Profesor de las asignaturas derechos humanos y derecho internacional, también asumió la cátedra de paz, en la Universidad Libre.
Foto tomada de: La Silla Vacía
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