El Segundo: Crisis humanitaria y ambiental. En el bajo cauca, las organizaciones sociales han dado alertas tempranas a la opinión pública y al Estado, del peligro que significa para sus poblaciones (Puerto Valdivia, Tarasa, Cáceres, Caucasia, Nechí, San Jacinto, Ayapel, Guaranda, Majagual) [5] este proyecto, dado que están atravesados en zonas de interés geográfico y económico. Las organizaciones sociales como el Movimiento Colombiano Ríos Vivos, han sido constantes en sus denuncias sobre los impactos en las poblaciones campesinas[6], sobre el desplazamiento de numerosas familias, lo cual no solo ha sido por la situación de emergencia que, desde el año pasado a generado el proyecto por fallas técnicas y de infraestructura; sino que han acaecido, desde tiempo atrás, fuerzas que presionan para que abandonen sus tierras, presiones que han significado el asesinato de líderes sociales[7]. Esta situación de las poblaciones afectadas ha sido invisibilizadas por los medios y desoída por el Estado, quien ha obviado las múltiples violencias de las que han sido objeto, así como los llamamientos y alertas generadas por las comunidades quienes piden ser escuchadas las necesidades apremiantes que presentan en sus territorios.
Tercero: Decisiones políticas detrás del proyecto Hidroituango[8]. Según la Silla Vacía (feb 10 de 2019) Siendo Uribe Vélez gobernador de Antioquia, generó todas las condiciones para la creación de la sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A. cuyos socios son: EPM, Instituto del Desarrollo de Antioquía, la Empresa Antioqueña de Energía Eade y la Gobernación, Isagen, Empresas de Energía de Bogotá y empresas miembros de la Asociación Colombiana de Ingenieros Constructores ACIC entre otros. Es durante el cuatrienio de Andrés Pastrana (1998-2002), que se despeja el camino para el proyecto en la reducción de requisitos ambientales; en 2001 el Ministerio del Medio Ambiente no le exigió presentar un diagnóstico ambiental de alternativas, previo al estudio de impacto ambiental para este tipo de proyectos. Durante el primer gobierno de Uribe Vélez se impulsó la ley 193 de 2005 o de estabilidad jurídica cuyo colchón serviría para firmar un convenio en su segundo mandato de estabilidad jurídica con EPM (2008). Esta empresa, según la Silla Vacía, a cambio de que el Estado le otorgara beneficios tributarios por 20 años, pagó 9.028 millones en 2009, además de otorgar la licencia al proyecto que, hasta la fecha actual, ha tenido 22 modificaciones[9]
No solo las decisiones políticas de gran escala nacional han sido las promotoras de este gran proyecto, a nivel regional, los políticos y gobiernos antioqueños como Alfredo Ramos Gobernador de Antioquia (2008-2011), Sergio Fajardo Gobernador de Antioquia (2012-2015), Aníbal Gaviria Alcalde de Medellín (2012-2015), también han colaborado para que se haya consolidado, lo que advertía la revista Dinero en 2010 sobre Hidroituango, el matrimonio paisa[10]. Estas alianzas políticas de la región antioqueña ligadas al poder central, a la cabeza de Uribe Vélez (2002-2010), permitieron generar todas las condiciones para que Hidroituango se convirtiera en el principal megaproyecto energético a nivel nacional. Son estos entramados políticos con fines empresariales, claros ejemplos, los que generan grandes irregularidades en el territorio y administración nacional[11].
Cuarto Irregularidades en concesiones, implementación e información del proyecto. La licencia a este proyecto ha sido cuestionada por la Contraloría dadas las irregularidades que presenta y cuya información expuesta por ANLA y EPM contiene inconsistencias como: desactualizaciones, evasión de información y datos importantes de las comunidades afectadas, sumada a la incomprensible no exigencia, por parte del Ministerio de Medio Ambiente, sobre el diagnóstico Ambiental de Alternativas. Este diagnóstico debía contener el análisis del impacto ambiental y social que permitiera sortear una situación como la actual y señalar las 11 fallas geológicas que existen en el territorio del proyecto. La Fiscalía recientemente se pronunció sobre “la adjudicación a dedo” de las obras de Hidroituango[12], cuyo procedimiento violó toda las normas de transparencia, libre competencia y selección objetiva, imputándole cargos a Luis Guillermo Gómez Atehortúa, ex -gerente de Hidroituango S.A. y a Luis Javier Vélez Duque, ex gerente de EPM Ituango.
Desde el 2018 a la fecha actual, el proyecto ha presentado fallas técnicas que han tenido al país en alerta por la emergencia ecológico-ambiental, social y económica. Recientemente, la firma noruega-chilena Skava Consulting, contratada por EPM, presentó un informe técnico sobre estas fallas. Inicialmente se dijo que fue una erosión la causa y raíz de la emergencia cuya consecuencia inmediata fue el desplome del túnel auxiliar. Skava señala en su informe[13] que hay una erosión progresiva en la zona del piso del túnel de desviación y que esta zona no fue tratada ni protegida, probando la deficiencia en el diseño.
inalmente, asistimos a unas situaciones políticas, sociales, ambientales, jurídicas y económicas totalmente tejidas con la punzante aguja de la corrupción, un fenómeno que ata y se desata de manera sin par. ¿Quiénes están en las grandes decisiones? ¿Hacia dónde se dirigen estas decisiones? Algunos han advertido que existe posible relación con Odebrecht, o con contratistas relacionados con la empresa brasileña. Lo que sí es posible es que las investigaciones se queden en mero escándalo, sin imputar a los responsables directos de la trama de la corrupción en Colombia. Frente a la altisonante pregunta ¿tendrá la misma finalidad que los otros escándalos? Sí, deteriorar unos grupos de interés al tanto que emergen otros, la corrupción es una baza que se pasa de mano en mano. Mientras, la novela de mayor raiting en Colombia y que ha acaparado y polarizado la opinión pública colombiana de manera peligrosa, es el autoproclamado presidente Guaidó, legitimado por el consenso de Washington y avalado por el grupo de Lima. Ya no hay espacio para Odebrecht, ni fiscal 2.0, ni cianuro en botellitas de agua, ni asesinatos de líderes sociales, ni devastación de la amazonia colombiana, ni mucho menos visibilizar la necesaria ayuda que requieren el prestar ayuda las poblaciones atravesadas en el camino del progreso, en el camino de Hidroituango.
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[1] Masacres 1997-2000 – Verdad abierta: ver: https://bit.ly/2C3fi0Y
[2] Masacre en Ituango 2000. Ver: https://bit.ly/2C5qwlg
[3] Historia de dolor. El Aro. Ver https://bit.ly/2BZLZfF
[4] Vidas represadas. Entre la inundación y el desplazamiento. Ver video https://bit.ly/2EMFCOH
[5] Video sobre Hidroituango – poblaciones en riesgo. Ver; https://bit.ly/2Xxxt7U
[6] Quieren ocultar la crisis humanitaria y ambiental.- ver: https://bit.ly/2jTDut7
[7] Asesinatos de líderes sociales: entre la invisibilidad y la sistematicidad- Ver: https://bit.ly/2H2mkaq también ver: La muerte de dos líderes sociales por oponerse a proyectos energéticos. En: https://bit.ly/2SJBh2b También: Múltiples problemas de Hidroituango en Antioquia. En: https://bit.ly/2IRU4bX. Ver también: Hidroituango, una tragedia provocada. En: https://bit.ly/2tN8no2
[8] Políticos detrás de Hidroituango. https://bit.ly/2Br2ktu
[9] También la republica.co lo señala. Modificaciones de la licencia ambiental de Hidroituango: Ver. https://bit.ly/2LEX9tc
[10] Hidroituango matrimonio paisa. Ver. https://bit.ly/2VF2WDr
[11] Infografía Hidroituango. https://bit.ly/2IUlkqz
[12] Imputación de cargos de la Fiscalía por caso Hidroituango. Ver. https://bit.ly/2VBZcT9
[13] Video explicación de lo que pasó en Hidroituango. Ver https://bit.ly/2C5XuSR
Yeny Girón, Politóloga, investigadora y docente universitaria
Foto tomada de: El Comercio
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