Apareció ante el público faltando 7 meses para terminar el último período del Frente Nacional, con el gobierno de Misael Pastrana Borrero, y circuló durante los dos siguientes gobiernos (López Michelsen y Turbay Ayala). La revista en cada edición fue desnudando el comportamiento de dos gobiernos liberales cuando sus dirigentes se habían desideologizado en el régimen de cohabitación política, empezándose a incubar una corrupción mayor.
El profesor Luís Alfonso Mena Sepúlveda, en su trabajo de grado realizado para obtener el magister en historia, nos deja ver como la revista Alternativa orientó sobre la realidad política a las comunidades, a los líderes sociales, a los académicos, a los investigadores; además este medio de comunicación evidenció ante la opinión pública la exclusión social de estos gobiernos del post Frente Nacional; y como medio que persistió en utilizar la libre de expresión, intentó guiar la articulación de la izquierda fraccionada, y de reorientar la cultura política en Colombia.
La revista Alternativa duró 6 años, registró con énfasis las actividades de dos movimientos sociales importantísimos en la historia nacional por las acciones obrero/fabriles y rurales: El sindicalismo y el campesinado. Una revista que apareció en un momento de transición,1974, donde las terceras fuerzas vivían aún bloqueadas, como efecto de los 16 años de monopolio bipartidista sobre el pacto de los cuatro años de intercambio entre los sucesivos gobiernos bipartidistas del frentenacionalismo entre liberales y conservadores, sin descontar el monopolio hegemónico por largos períodos de estos partidos en el poder desde principios del siglo XX. En Colombia se esperaba que, al terminar esos 16 años, empezara una etapa con democracia ampliada y garantista. Los dos primeros que surgieron, López Michelsen y Turbay Ayala, fueron un desencanto, un varapalo para los sectores subalternos. La revista Alternativa registró toda esta etapa de reflujo histórico, ejerciendo un periodismo libre.
Alternativa nos quitó la venda de los ojos sobre la realidad nacional pues la llamada gran prensa (periódicos de circulación nacional) solo, publicaban noticias sesgadas, parciales y maquilladas de los gobiernos bipartidistas durante los 16 años del Frente Nacional. Y de los años anteriores, por supuesto. Fue una revista de línea política socialdemócrata, sin amarres con medios partidistas de derecha ni de izquierda, ni de política militante como Tribuna Roja (MOIR), o la Voz Proletaria (Partido Comunista); o como lo había sido La Calle (del MRL), o el Frente Unido (Camilista); Alternativa, una revista donde las ciencias sociales se aplicaron e interactuaron; un semanario que contribuyó a desempolvar la historia oculta, desconocida, en cada análisis con citas a hechos pasados y con la sección de historia prohibida .
Alternativa intentó a la manera plebiscitaria, con el impulso de firmas que, la izquierda asistiera unida a las elecciones presidenciales de 1978 con un candidato único, para romper la tradición hegemónica del bipartidismo en el poder, pero las rencillas y los egos de los dirigentes y grupos dentro de la izquierda, lo impidió. Resultó paradójicamente que este intento se desdobló en una especie de movimiento político de la izquierda ilustrada, llamado FIRMES sin llegar a configurarse. Buscaban la unión y la constelación izquierdista siguió dispersa. Ganó un hombre de la clase política tradicional anclado en el clientelismo, Julio César Turbay Ayala, que amparado en el estado de excepción (Estado de sitio), transgredió los derechos humanos y persiguió a los disidentes.
La Fundación Periodismo Libre (FUPEL), edita este libro del profesor Luís Alfonso Mena, ex Jefe de redacción durante 19 años del periódico El País; ex Jefe de corresponsalía de TELESUR en Bogotá; cuatro veces ganador del premio de periodismo, Alfonso Bonilla Aragón de Cali; autor de otras obras tituladas, “Descifrando Huellas”, “José María Melo, el rebelde general de los Artesanos”, y otras. Este es un libro importante por los avatares y fustigamientos que el periodismo independiente y alternativo vive en Colombia en los últimos años, así se puede valorar y cotejar con otras publicaciones sobre la prensa; también considero que sale al mercado en un momento importante por la reciente aparición de libro compilatorio de textos publicados en Alternativa que realizó Enrique Santos Calderón, en febrero 2020 con el grupo editorial Penguin Randon House, colección Debate. El libro de Mena Sepúlveda es la explicación de la historia de esa revista, desde diferentes ángulos, mientras el libro de Santos, tiene un prólogo de 30 páginas explicando solo unos aspectos. Y también sirve para diferenciar el periodismo independiente que invita a pensar, respecto al periodismo partidista y alabancero, como se puede observar con una nueva revista que usurpa el nombre de Alternativa, se hace llamar así sin rubor y entró a circular en Colombia poco antes de llegar la pandemia.
El libro “Periodismo independiente en Colombia: La historia de la revista Alternativa (1974-1980), termina con una entrevista a Antonio Caballero, quien ejerció la posición de jefe de redacción durante la mayor parte del tiempo. Caballero explica sin rodeos y con una honestidad a toda prueba los avatares que sorteo la publicación, las deliberaciones sobre temas trascendentales, las afugias económicas y cuál fue la relación de la revista con el M-19 y los otros movimientos guerrilleros, para despejar dudas o interpretaciones acomodaticias de otros investigadores.
La lectura semanal de la revista Alternativa fue el complemento informativo y conceptual durante mi carrera de derecho y ciencia política que, cursé casi paralelamente mientras la revista circulaba, habiendo estudiado en una universidad en ese momento considerada progresista, la Universidad Santiago de Cali, USACA, hoy con otras iniciales USC, realicé mi tesis de grado sobre las luchas del movimiento obrero en Colombia, teniendo como fuente principal a la revista Alternativa, y una amplia bibliografía que incluía a Nieto Arteta, Mario Arrubla, Ignacio Torres Giraldo, Diego Montaña Cuellar, Eduardo Peña Consuegra, Álvaro Tirado Mejía, Edgar Caicedo, José Omar Salazar, y otros. En la década de los años 90s me nutrí de otra revista que me sirvió inmensamente para dictar las clases de ciencia política, derecho constitucional y de violentología, la Revista Foro, de la Fundación Foro Nacional por Colombia. Considero que estas dos revistas, y la revista Análisis Político, del IEPRI, Universidad Nacional, han sido las tres revistas más importantes en documentación, investigación y materiales estructurados; sin descontar algunas épocas de seriedad y rigor de la Revista Semana.
Alberto Ramos Garbiras. Magíster en Ciencia Política (Universidad Javeriana); PhD en Derecho Público con énfasis en Política Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de derechos humanos y derecho internacional, en la Universidad Libre.
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