En estos momentos se especula sobre el futuro de la economía colombiana. A raíz del Covid-19 se hacen proyecciones de todo tipo. Hay un desborde de imaginarios sobre el futuro.
El cálculo más optimista lo hizo el Ministerio de Hacienda. El año pasado, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo se proyectó, para el 2021 un crecimiento elevado de 6,6%. Este imaginario suponía que después de la crisis, habría una recuperación inmediata de la actividad económica. Esta concepción es la mejor expresión de una economía que evoluciona en forma de una raíz matemática, , y que tiene dos características. La primera, relacionada con el proceso de recuperación, que sería similar al rebote de una pelota. Y la segunda, tiene que ver con la permanencia de la de estos logros. En la mirada optimista de Hacienda, el alto nivel alcanzado se mantendría, en condiciones de estado estacionario, durante los años siguientes.
Tal vez la realidad no sea tan bonita como imagina Hacienda. Hasta ahora no hay indicios de una recuperación rápida en el 2021, y menos después de las movilizaciones sociales. Y, además, no existen garantías de que los logros se mantendrán a lo largo del tiempo.
2. Crecimiento volátil e incierto
Todas las proyecciones tienen una característica común: no se cumplen. Y la razón es sencilla. La actividad económica presenta ciclos, y su dinámica es incierta. El panorama es más difícil en presencia de un fenómeno como el Covid-19, que no tiene precedentes, y que ha llevado a situaciones excepcionales.
En la figura 1 se muestra la dinámica que tuvo Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) entre enero del 2005 y marzo del 2021. Esta medida permite observar los movimientos mensuales del producto.
La caída del producto que se presentó en abril del 2020 (‑15,7%), es la más profunda desde cuando se tienen estadísticas. En los 16 años anteriores a la pandemia, la mayor caída fue la de noviembre del 2008 (‑2,5%).
Las condiciones actuales son absolutamente novedosas. Por esta razón es imposible predecir.
En marzo del 2021 se comienza a vislumbrar los primeros signos de la recuperación. El cambio fue de 7,9% con respecto al mes anterior. Pero estos últimos meses han sido tan erráticos que no existe ningún criterio confiable para proyectar. Por ahora, lo único claro es que la pandemia ha causado un debilitamiento estructural de la economía.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) estimó los años que se podría demorar los países para volver a los niveles de crecimiento anteriores al Covid-19 (figura 2). Y Colombia necesitaría casi tres años. Otros países lo lograrían en menos de un año.
Independientemente de que esta proyección se cumpla, sí es un llamado para que haya un replanteamiento sustantivo de la política económica, con el fin de que el proceso de recuperación no sea más lento.
Jorge Iván González
Foto tomada de: vanguardia.com
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