Es fácil para personas que han tenido una vida en lecho de oro y rosas, ganan 25 y más salarios mínimos al mes y no presentan nada útil para erradicar la pobreza extrema en sus causas, señalar a sus congéneres excluidos como maleantes por que se les dio la gana y descalificar la orientación de recursos para ofrecer ingreso a la corriente de generación de riqueza social, ambiental y económica.
En las Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 ‘Colombia Potencia Mundial de Vida’ en su el Eje transversal “Actores diferenciales para el cambio” objetivo 3 “Juventudes artífices de la Paz Total”, implementar el Programa Nacional Jóvenes en Paz, dirigido a las juventudes en condición de pobreza, vulnerabilidad y en riesgo de vincularse a dinámicas de violencia y criminalidad a través de los componentes educativos, de corresponsabilidad y de acompañamiento psicosocial, familiar y comunitario para generar entornos protectores y reducir índices de violencia.[i] Desde hace meses se viene trabajando para configurar la estrategia que le arranque la carne de cañón a los violentos y sólo hay una opción definitiva, la educación en nuevas capacidades al servicio de la sociedad y de sí mismos, y eso debe ir acompañado de el propulsor a la errática, pero, a veces, la única opción de elegir caminos antisociales, un dinero que dignifique la vida de la familia y propia.
Recuerdo ahora la afirmación de Bauman[ii] haciendo la defensa del ingreso básico (Renta Ciudadana para Colombia), en la significación política
O en su importancia para la política: su rol crucial en la restauración del perdido espacio privado – público, y en cuanto a dar contenido a ese espacio privado – público actualmente vacío. En otras palabras, en el hecho de que es condición sine qua non para el renacimiento de una ciudadanía y una república plenas, ya que ambas solamente son concebibles en compañía de gente confiada, gente libre del miedo existencial… gente segura.
Claro que no es fácil restablecer confianza, menos si la opción, como la plantean las mentes estrechas, es cárcel o muerte, para esos niños y adolescentes que hoy absorbe la espiral de la violencia que heredamos del régimen anterior en que los niños son “máquinas de guerra” y los que salieron a la legítima protesta son “delincuentes a los que hay que mutilar un ojo” a ellos les pregunto: ¿Cuánto cuesta un mes de cárcel por persona promedio? Sí, $3.500.000, y es matricular a los que se inician el delito a la universidad del mismo. Los cientos de Julianes Bukeles están fuera de realidad, pero son sonoros y ganan votos de ciudadanías apabulladas por la inseguridad en las calles y negocios.
La inversión social sancionada por el presidente Gustavo Petro con el decreto 1649 de 2023 es una decisión reparadora, de presencia real del Estado que por décadas ha estado ausente en las comunidades vulnerables y es costo efectiva frente a lo que significa la alternativa punitiva, llegarán el Ministerio de Educación Nacional, el SENA, aliados privados, el DPS, ICBF, Ministerio de la Igualdad y demás instituciones que cumplan con su misionalidad y reconstruyan la confianza que forme nuevas ciudadanías.
La sumatoria de ceses al fuego, por ahora ELN y Estado Mayor Central de las FARC, con Jóvenes en paz, construye el ecosistema que frena la violencia y le sustrae sus elementos perpetuadores, es decir se está atacando las causas y los efectos simultáneamente, gran misión del Alto Comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda y Camilo González Posso como orientadores del proceso y del equipo que arquitectura JePaz: vicepresidenta Francia Márquez y la directora del ICBF Astrid Cárdenas y Laura Sarabia, directora del DPS, Ministra y viceministro de Educación nacional y director del SENA, los menciono para que usted, amigo lector, vea que sí es posible construir sinergias entre los entes públicos y producir impactos favorables en el tejido social, ambiental y económico del país, ese es el camino, el Estado debe ser unitario y universal para todas las regiones y ciudadanías.
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[i] Ampliar en https://www.mininterior.gov.co/publicacion-proyecto-de-decreto-jovenes-en-paz/
[ii] Bauman Zygmunt (2022) En busca de la política, FCE, pág. 191 y ss.
César Augusto Torres López
Foto tomada de: El Colombiano
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