La comparecencia ante la Comisión de la Verdad de manera simultánea de Rodrigo Londoño, quien fuera el ultimo primer comandante de las FARC quien lideró el acuerdo de paz firmado en 2016 y Salvatore Mancuso, comandante de las AUC, que luego de un frustrado proceso que osciló entre sometimiento y negociación hoy sigue preso en los Estados Unidos, ese día en que dos grandes contradictores en la lucha por eliminarse mutuamente, se encuentran ante un escenario como la Comisión de la Verdad, evidencia que en Colombia han pasado procesos realmente importantes en la perspectiva de cerrar estas acciones de violencia organizada y hemos entrado en el terreno de los balances, donde la verdad, con todas sus complejidades está en pleno proceso.
Escuchar los contextos, análisis y explicaciones de dos protagonistas de este conflicto armado, como lo fueron Rodrigo Londoño y Salvatore Mancuso, es la oportunidad de escuchar y sopesar estas comparecencias, que sin duda aportan a verificar, completar información y reafirmarse en algunas convicciones o darles un compás de relativización, según las posturas y convicciones que cada individuo, colectividad o postura política, hemos construido, sobre lo vivido en Colombia , no solo desde la década de los sesenta cuando surgieron las guerrillas, sino desde más atrás, donde están las raíces de este enorme conflicto del cual hemos ido saliendo desde inicios de los años noventa, paradójicamente, la década de mayor victimización y donde se configuraron las AUC.
La construcción de una verdad consistente y con rigor, basada en evidencia histórica, es el reto que tenemos en Colombia y tarea que lidera la Comisión de la Verdad, que entregará su informe en Noviembre y sin duda será un referente muy importante para asumir lo que hemos vivido y seguimos viviendo en cuanto a violencias organizadas, donde hay grandes preguntas a volver a pensar y debatir en la pluralidad social y política en Colombia, a mi juicio estas son: que explica este largo conflicto, o conflictos, cuáles son sus raíces, motivaciones, lógicas, protagonistas, el involucramiento de actores políticos, de dinámicas de sociedad, el relacionamiento de este conflicto/conflictos, con actores internacionales y de manera particular el involucramiento de los Estados Unidos en nuestra historia contemporánea, para colocar de manera específica este gran jugador, estas son algunas de las preguntas que siguen abiertas, sobre las cuales seguimos debatiendo y donde el informe de la Comisión de la Verdad, va aportar sin duda.
Pero no es solo una mirada del pasado y del presente lo que tiene relación con la verdad que se está construyendo, lo cual sin duda es muy importante, también debemos preguntarnos por las tareas que hay que hacer para lograr una convivencia democrática y lo que implica asegurarnos que no volvamos a caer en estas orgias de sangre, que tanto han afectado a la sociedad colombiana, desafío pendiente para el conjunto de la sociedad Colombiana y tarea de enormes dimensiones que debemos asumir de manera consistente.
Escuchar a Rodrigo Londoño y Salvatore Mancuso, son logros de las negociaciones adelantadas con las FARC y las AUC, ya no son protagonistas de la violencia, ahora lo son de la verdad, la justicia, la reparación, de trabajar por una Colombia en paz y esto hay que agradecérselos.
La verdad es un campo en construcción y debemos estar muy atentos de recibir el informe de la Comisión de la Verdad, informe que debe servirnos como un referente muy importante para seguir trabajando por una Colombia que supere todas las violencias que persisten, adelantar la agenda de reformas pertinentes, donde sigue como referente el acuerdo de paz firmado con las FARC en 2016 y por desarrollar en lo fundamental, trabajar por un acuerdo de paz pendiente con el ELN y pensar los procesos de sometimiento con lo que sigue de violencias organizadas y sobre todo con las necesarias reformulaciones en las políticas fracasadas contra las drogas y un cierre definitivo a la vieja guerra fría que persiste en Colombia.
Estamos en pleno debate presidencial en Colombia y allí el informe de la Comisión de la Verdad y las voces de los protagonistas de la violencia serán insumos de suma importancia, solo una verdad en toda su complejidad nos será útil para avanzar en una democracia de calidad.
Luis Eduardo Celis
Foto tomada de: Semana.com
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