Hay varias diferencias que hay que señalar. Colombia lleva cuatro meses desde que se inició la cuarentena el 16 de marzo en Bogotá y varios departamentos, es decir, llevamos más de cuatro meses y nada que se presenta el quiebre, cuando en el resto del mundo, entre dos y tres meses esto ha ocurrido. Se esperaba que esto ocurriera a finales de junio o en julio. Es un tema para estudiar por qué esto ha pasado en Colombia. Lanzo cinco hipótesis.
¿Nos fuimos muy rápido a la cuarentena?
Primero, parece que entramos muy rápido a la cuarentena sin ninguna estrategia diferente, deberíamos habernos demorado unas dos semanas para que se acelerara el contagio y no perjudicar tanto a la economía. Cuando se inició la cuarentena solo había 54 contagiados. Esas dos semanas de marzo costaron 5 billones del PIB y muchos empleos. La economía creció 1,1% en el primer trimestre cuando las proyecciones arrojaban que iba a ser entre 3,0% y 3,5%. No se pensaron bien las medidas, el pánico, las proyecciones apocalípticas y las pataletas pudieron más que la razón.
La gente necesita recursos para quedarse en la casa
En segundo lugar, Colombia, uno de los diez países más desiguales del mundo, con altos índices de pobreza, informalidad de más de 55,0%, alto desempleo antes de la pandemia, un sistema de salud pésimo, zonas con alto hacinamiento, barrios sin acueductos, falta de educación, paramilitarismo aún vivito, asesinatos, corrupción generalizada, un gobierno insensible y reaccionario, con ministros super ortodoxos, es imposible tener disciplina social. Es difícil que la gente se quede lo máximo que se pueda en la casa, cuando no hay dinero para comer. Es un imposible y no hay medidas para evitarlo. ¿Pueden colocarse cuarentenas, toques de queda, ley seca, lo que se quiera, pero cuando hay hambre, que ocurrirá cuando se acaben estas medidas y el confinamiento?
Ha faltado una verdadera estrategia de salud
En tercer lugar, el problema no es solamente médico, aunque aquí se están cometiendo errores. Los países con éxito no bloquearon completamente sus economías y población, como Japón, Corea del Sur, Alemania, Taiwán, Cambodia, Cuba y otros, y el control de la epidemia fue excelente. Utilizaron acciones como testeos masivos, seguimiento trazabilidad de contactos (contact tracing), medidas preventivas, visitas a hogares, control de focos inmediatamente, aislándolos, suministro a la población de mascarillas, gel, alcohol, un buen sistema de salud, por supuesto, y ayudas económicas a los ciudadanos. Y esas estrategias tuvieron el menor impacto sobre la economía, de ahí su relevancia.
En Colombia, solamente se han hecho un millón doscientos mil pruebas, 2,4% de la población, cuando lo correcto es tener el 10,0% de la población ya testada, o sea, cinco millones. Pero estas pruebas deben ser sistemáticas, ir donde es necesario, por ejemplo, a los jóvenes de menos de treinta años, que normalmente son asintomáticos y propagan el virus a sus amigos y familiares. Testear a las poblaciones vulnerables, en las plazas de mercado, en los ancianatos, en las prisiones, en los cuarteles. Pero lo más grave, los resultados de las pruebas se demoran hasta quince días, así es imposible saber que ocurre en el presente.
Así, las proyecciones que hacemos, realmente estamos prediciendo el pasado, no el futuro. Significa que cuando estimamos los modelos con datos, por ejemplo, hasta el 19 de julio, en realidad los datos corresponden a fechas anteriores y proyectamos, por lo tanto, es el pasado. Es como simular si nuestros modelos estiman bien el pasado. Esto es gravísimo porque significa que no conocemos la realidad presente para tomar decisiones. Es una deficiencia total del sistema de salud colombiano.
Hay que tener un sistema de medicina preventiva
Cuatro, la medicina debe ser preventiva. La idea no es llenarnos de UCI para tratar enfermos, sino evitarlos. Esto es el gran ejemplo de Cuba, ellos están acostumbrados a una medicina preventiva, con personal de salud que visita las casas de los cubanos para chequearlos y evitar las enfermedades. En Colombia no se hace, por supuesto, porque aquí la medicina es un negocio. Esas ahora famosas 14 asociaciones tradicionales del sector salud en Colombia, para las cuales la solución es el aislamiento total y rígido, que quieren aislarnos como su gran medida, hay que tener en cuenta que un porcentaje importante de sus miembros son partidarios de la medicina privada, algunos son dueños de clínicas, socios de EPS. Son las organizaciones tradicionales, parte del poder panóptico, con una visión muy estrecha de la salud y como combatir el coronavirus, fuera de encerrar a la población. Ni siquiera piensan en los ejemplos exitosos de los países que he mencionado para aplicarlos en Colombia que hoy empiezan a ser consideradas en el mundo. Esta medicina de las organizaciones ortodoxas son las que en el pasado analizó Michel Foucault y nos enseñó que su papel es controlar, vigilar, normalizar, servir de apéndice al poder disciplinario.
Aquí se ve perfectamente como el saber y el poder no se pueden disociar. El poder utiliza el saber para controlar a la población.
Pero admitiendo que es necesario tener una estrategia de salud que vaya más allá del encierro, el sistema de salud en Colombia es un desastre. En la mayoría de los municipios no existen hospitales o puestos de salud adecuados. La única estrategia para la mayoría de los alcaldes y gobernadores es el encierro, toques de queda y ley seca, porque no tienen ninguna política de salud. En la mayoría de los municipios no hay testeos, control de focos, visitas a los hogares, seguimiento de contactos, educación médica, repartición de mascarillas, gel, etc., Todo se ha destruido por la politiquería y la corrupción.
Doy un ejemplo que conozco muy bien, el de San Gil, una población de 80 000 habitantes, que tenía un buen hospital, el San Juan de Dios, de primer nivel hace años. Hoy no existe, fue expoliado en una combinación de alcaldes, gobernadores y políticos corruptos que utilizaron el hospital para sus beneficios personales y clientelistas. Lo tumbaron para hacer un nuevo hospital y hoy es un campo de ruinas, lleno el sitio de malezas por la pésima contratación para reconstruirlo. Está en ruinas. Los enfermos hay que llevarlos al Socorro o Bucaramanga, no hay quien los trate. Y así, esto ocurre en cientos de municipios. Entonces, la única salida para los alcaldes es el encierro.
Falta un enfoque multidisciplinario e integral
En quinto lugar, hay que tener un enfoque multidisciplinario e integral. Multidisciplinario porque hay que consultar no solamente a los médicos y epidemiólogos, sino a sicoanalistas, siquiatras, sociólogos, economistas, ingenieros, politólogos,… Integral, porque el enfoque no puede ser solamente médico. En un país como Colombia, desigual, con pobreza, exclusión, ignorancia, hacinamiento, corrupción, delincuencia, paramilitarismo, narcotráfico, hay que incluir otras variables. Clave la respuesta económica, sin una política de ingresos es difícil resolver el contagio. A la gente hay que darle dinero para vivir, ingreso igual a un salario mínimo para que no sean obligados a salir a rebuscarse dinero para suplir sus necesidades mínimas de subsistencia. Si esto no se hace, no hay forma de controlar a la población. Se hacen cuarentenas de catorce días, pero después se vuelve a lo mismo de antes. Infortunadamente no se ha hecho ni el poder panóptico piensa hacerlo.
Ingresos para la gente, la economía es importante
De lo que he estudiado, es clave que todos los ciudadanos tengan su ingreso para poder sobrevivir durante este tiempo. Casi que es la medida más importante para que las clases de pocos recursos, los informales, los vendedores ambulantes, la gente de la clase media que se quedó sin empleo, no tengan que salir a la calle a rebuscar dinero, hacinarse, aglomerarse y no cumplir con un distanciamiento social.
La economía es importante, sí hay un trade off entre covid-19 y la economía. Negarlo es tomar medidas equivocadas. Una economía no puede dejar de funcionar por un tiempo largo. Los que están muy bien de ingresos no les importa y piden que se bloquee el país. Para ellos esto es muy fácil, pero para millones de colombianos no es así.
Desafortunadamente el gobierno nacional se contentó con dar limosnas a unos dos a tres millones de ciudadanos. Es un gobierno antisocial, super reaccionario que no oye. Yo protesto y me duele lo que le está ocurriendo a millones de compatriotas. Encerrarlos en estas condiciones es enviarlos a la miseria. Pero, igualmente, dejarlos en la calle vendiendo tampoco es la solución en esta época de crisis. Hay que reconocer la realidad, no hay nada que hacer con este gobierno de Duque, Uribe y Carrasquilla.
Aquí, los que supuestamente se creen de izquierda, plantean que no hay trade off entre vida y economía, con la argumentación que el capitalismo individualista y egoísta solamente piensa en las ganancias y no en las vidas, que hay que cerrar las fábricas, la actividad productiva en general. Me pregunto qué pensarán los obreros y empleados que están cesantes sobre estas propuestas. No creo que les gusten. El capitalismo no se combate porque se cierre la economía, esto es ingenuo, de un romanticismo izquierdista. Marx hablaba del socialismo utópico, aquí tenemos una utopía pequeñoburguesa. El capitalismo se derrota con un movimiento político fuerte y fuerzas sociales que se tomen el poder para destruirlo o cambiarlo. No se trata de resistir al poder capitalista. Ahí está el error de Foucault, sino de destruirlo, de apoderarse del poder y cambiar a un sistema más justo, humanitario e igualitario. Esto se hizo en Rusia con los soviets de obreros, campesinos y soldados, que se apoderaron de las fábricas en la revolución de octubre.
En esto, se le está haciendo el juego al poder, tanto nacional como local. Que mejor para ellos que mantener encerrado a Colombia, sin oposición, sin protestas, sin manifestaciones, sin control ciudadano. Mientras tanto, el poder, junto con sus asesores elitistas y minoritarios, toman decisiones, expiden decretos, resoluciones, controles, normas, piden disciplina, unidad nacional, todo, con la excusa que hay que defender la vida. Siempre los autoritarios y dictadores han utilizado el miedo, la inseguridad, la supuesta defensa de la supervivencia para que la población acepte todo, aunque sean sus cadenas. Y repito, el saber médico siempre ha estado con el poder para esclavizar a sus ciudadanos. Siempre han dado las justificaciones, los argumentos, para que produzca y se afiance la sociedad disciplinaria, la sociedad panóptica.
Colombia con respecto al mundo
Ya la mayoría de los países han llegado o están para llegar al quiebre, excepto Colombia. En Sur América, en Chile, Perú y Ecuador, han venido disminuyendo los casos diarios hace más de una semana. El Brasil de Bolsonaro, ha disminuido en los últimos días el crecimiento en los casos nuevos.
Desde hace cuatro días, Colombia es el quinto país con más casos diarios, superado solamente por Estados Unidos, Brasil, India y Sur África.
En total de casos ocupamos el puesto 18, el 18 de julio superamos a Francia.
En cuanto a casos y muertos por millón de habitantes, las cifras eran al 19 de julio de 3875 y 132 respectivamente, contra medias mundiales de 1884 y 78,2, o sea, estamos mal (Worldmeters.info coronavirus). No podemos consolarnos porque estamos mejor que Chile, Perú, México y Brasil.
En cuanto a pruebas por millón de habitantes, la cifra de Colombia de 23 769 es muy baja con respecto a la mayoría de los países, ocupamos el 19 de julio el puesto 135 de 215 países y regiones registradas por Worldmeters.info.
Una semana de fuertes cambios
La semana del 13 al 19 de julio fue de fuertes cambios en relación con la semana anterior. El promedio de casos nuevos fue 5614,9 en comparación con 4815,0 (para un crecimiento diario de 2,36%). Se dio un salto a más de 8000 casos nuevos los días 16, 17 y 18 de julio, una cifra altísima, no solamente con respecto a Colombia sino con relación a la experiencia internacional, cifra que han superado muy pocos países, entre ellos Brasil, India, Sur África, Estados Unidos y Rusia, y pare de contar. Ni siquiera España, Italia y Francia llegaron a estos valores.
Pero el 19 de julio cayó la cifra de casos nuevos a 6578, una fuerte variación, normal por la variabilidad que ha caracterizado el movimiento de la epidemia en Colombia.
En cuanto a las muertes, se pasó de un promedio diario lineal de 177,6 en la semana del 6 al 12 de julio a 204,1 en la semana del del 13 al 19 de julio, un incremento diario promedio de 2,0%. El 10 de julio por primera vez se pasó la barrera de los 200 muertos diarios, pero del 11 al 15 de julio se bajó menos de 200. El 16 de julio se saltó a 215 muertes, el 17 a 259, el 18 a 228 y el 19 a 220.
Esta situación es gravísima, no se esperaba que ocurriera. Hasta el 12 de julio las proyecciones que efectuábamos eran bastante precisas, pero a partir del 13 de julio todo cambió. Esperábamos que para julio se diera el quiebre, ahora no queremos opinar nada, porque Colombia es impredecible. Cualquier pronóstico de más de tres días termina superado por la realidad.
Hechos fundamentales
Una observación inicial, no sabemos de qué hablamos al referirnos a las cifras, si al pasado, al presente o a una mezcla. Como hemos podidos investigar, las pruebas se demoran más de 72 horas y hasta quince días o más. ¿De qué hablan las cifras diarias? Es decir, las cifras de hoy 19 de julio corresponden en realidad a lo que ocurrió hace varios días. Estamos viendo el pasado, no lo que viene ocurriendo en los dos o tres días anteriores o en el día presente. Esto es gravísimo porque estamos atrasados sobre lo que en verdad está sucediendo, y en estas condiciones se trabaja sobre información incorrecta. Decidimos sobre lo que no conocemos, sino sobre lo que suponemos.
Esto es muy clave, el gobierno a través del INS debe hacer un chequeo de todos los casos, corregir las cifras diarias, y colocarlas según el día en que se estableció inicialmente el contagio. Esto implica cambiar todas las series de casos nuevos, lo que va a dar otra cara del desarrollo de la pandemia. Mientras tanto, hemos decidido no hacer más proyecciones porque estamos trabajando con información errónea que no refleja la verdadera realidad diaria. Es decir, estos análisis que hacemos y que se hacen pecan por información incorrecta. Es como si estuviéramos en la ignorancia.
Ya con respecto a los resultados, teniendo en cuenta la observación anterior, en general siguen las conclusiones, en el sentido que la pandemia se concentra por el número de casos en seis regiones: Bogotá, Atlántico, Antioquia, Valle del Cauca, Bolívar y Magdalena, pero con e 50,0% o más entre Bogotá y Atlántico.
Se ha desmejorado la situación esta semana en Cundinamarca, Córdoba, Santander, Sucre, Cesar, La Guajira, Norte de Santander, Meta, Putumayo y Caquetá, pero hay mucha variabilidad de un día para otro.
Se mantiene o han bajado los nuevos casos en los restantes 16 departamentos.
Se presentan seis gráficas de la evolución de los casos nuevos para Colombia y cuatro grandes grupos de regiones según promedio móvil de siete días y para las muertes diarias. Su visualización permite analizar que viene pasando en Colombia, Bogotá y los 31 departamentos.
Gráfico 1 Evolución de casos nuevos a nivel de Colombia
Gráfico 2 Evolución casos nuevos de Bogotá, Atlántico, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca, Risaralda, Bolívar y Magdalena
Gráfica 3 Evolución de casos nuevos en Huila, Nte Santander, Quindío, Caldas, Meta, Nariño, Cesar y Santander
Gráfico 4 Evolución de casos nuevos en Boyacá, Tolima, Cauca, Córdoba, Casanare, San Andrés, Sucre y Amazonas
Gráfica 5 Evolución de casos nuevos en La Guajira, Caquetá, Arauca, Guanía, Putumayo, Vaupés, Vichada y, Guaviare
Gráfica 6 Muertes diarias en Colombia línea y móvil
Diego Otero Prada
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