1. Composición sectorial de la inflación
Durante el año (junio 2023-junio 2024) los precios que crecieron por encima del promedio (7,18%) fueron: educación (11,21%); restaurantes (9,57%); alojamiento y servicios públicos (9,25%); bebidas alcohólicas y tabaco (8,15%) y transporte (8,10%).
Si los precios de la educación aumentan por encima del promedio, no será posible cumplir con las metas de ampliación de cobertura, sobre todo en secundaria y terciaria. El incremento de las matrículas de los colegios privados agudiza las brechas entre ricos y pobres, ya que el acceso se restringe a quienes tienen capacidad de pago.
Desde que comenzó este gobierno se ha insistido en la importancia de reducir el costo de la educación, con el fin de ampliar la cobertura. En universitaria, técnica y tecnológica, el plan de desarrollo, Colombia Potencia Mundial de la Vida, es ambicioso y propone la meta de 500 mil nuevos estudiantes. Para que este objetivo se pueda alcanzar se requiere la participación de las entidades públicas y privadas. Esta alianza es necesaria porque las públicas no son capaces de aumentar su oferta de manera significativa. No basta con construir nuevas sedes, ya que hay limitaciones estructurales, relacionadas con la contratación de profesores de calidad, el diseño de programas pertinentes, la suficiencia de estudiantes de cada región, etc.
Aunque el gasto público destinado a la educación ha ido creciendo, los costos han avanzado a un mayor ritmo. Esta tendencia, que también es internacional, obliga a que las familias destinen a la educación una mayor parte de su ingreso, reduciendo la disponibilidad para otros bienes valiosos, como la alimentación o el arriendo.
La segunda inflación más alta fue la de restaurantes. Las razones del aumento de los precios pueden estar relacionadas con el crecimiento de los precios de los insumos importados, de los arriendos, y de otros factores de producción.
La presión sobre los inmuebles continúa intensificándose, y ello se manifiesta en un aumento de los precios. En las grandes ciudades están subiendo los costos de la vivienda y del arriendo. También han aumentado las tarifas de los servicios públicos. Los incrementos han sido especialmente altos en energía en la costa caribe. Las dos empresas que prestan el servicio allí, Air-e y Afinia, han tenido que aumentar las tarifas porque, por un lado, las pérdidas, especialmente el robo de energía, son elevadas y, por el otro, porque están realizando las inversiones que nunca hizo Electricaribe. El gobierno no ha encontrado la fórmula para reducir tarifas. Se acaba de anunciar, con demasiado bombo, una modesta disminución del 4%.
También han tenido una inflación superior al promedio, las bebidas alcohólicas, el tabaco y el transporte. Este último tiene un componente que es público. Sería ideal que el valor del pasaje sea subsidiado para los hogares más pobres.
2. Algunas causas de la inflación
La figura muestra que a lo largo del tiempo la inflación ha tenido comportamientos muy diferentes. Y podría argumentarse, además, que las causas cambian según las coyunturas. Al principio de la serie cuando la inflación fue muy baja, habría explicaciones asociadas a la revaluación del peso, como resultado de la bonanza de los hidrocarburos y de la minería. Además, las tasas de interés internacionales todavía eran bajas.
El posterior aumento de la inflación tiene explicaciones complejas relacionadas con los mayores costos que se presentaron durante los meses de pandemia. A nivel internacional, la cadena de suministros se rompió. En el aumento de los precios también tuvo que ver la devaluación del peso y su impacto negativo en el precio de los alimentos importados. El país está importando 12 millones de toneladas año, equivalentes al 30% de los alimentos que se consumen cada año. Este volumen de importaciones tan elevado, lleva a que el precio esté muy determinado por la tasa de cambio. Adicionalmente, es inaceptable que el país esté importando alimentos porque tiene todas las potencialidades para producirlos. Esta dinámica se convierte, de facto, en un debilitamiento de la estructura agropecuaria del país.
Otro factor que también incide en la inflación es la política restrictiva del Banco de la República, que se tradujo en aumentos excesivos de la tasa de interés de referencia. El encarecimiento del crédito desestimula la inversión privada, y conduce a un estancamiento de la economía.
Recientemente han ido ganando espacio los ejercicios analíticos que muestran una clara relación entre la inflación y el poder monopólico de grandes empresas como Google, Amazon, etc. La búsqueda de un mayor excedente termina afectando negativamente al consumidor por la vía de precios más elevados.
Para luchar contra la inflación, y acelerar su ritmo de descenso, es importante actuar sobre determinantes estructurales como la poca producción de alimentos. Si mejora la productividad agropecuaria, se reducen los precios y, además, se avanza en la seguridad alimentaria. Hay otros factores sobre los que se podría actuar, y que tocan la matriz de costos de las empresas, como el mejoramiento de la logística de transporte.
Las miradas estructurales se han dejado de lado, y las autoridades monetarias le han dado demasiada relevancia al control de la inflación a través de los aumentos de la tasa de interés. ¡Esta vía es equivocada!
Jorge Iván González
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
Carlos Jiménez says
Jorge Iván, estoy de acuerdo con que las elevadas tasas de interés impactan negativamente en la economía, pero no en la de las grandes empresas y las multinacionales, sino en las de la pequeña y mediana empresa, responsables de generar las dos terceras partes del empleo en el país. Con tasas de interés de dos dígitos, a duras penas se pueden mantener y mucho menos expandirse.