Hay una guerra total del imperio americano contra la soberanía de Venezuela. La guerra hoy se lleva en varios campos: militar, diplomática, económica con sanciones, política, mediática y cibernética.
Venezuela ha estado sometida a todas estas acciones, aún las militares, encubiertas a través del envío de paramilitares, narcotraficantes y bandas preparadas desde Estados Unidos y otros sitios de Latinoamérica (el gobierno bolivariano acusa que estas bandas se entrenaron en Chile y Perú).
Hoy hay una campaña mediática de desinformación, de falsas noticias en que se utilizan fotos inventadas o de situaciones de otras circunstancias y épocas, y de supuestas represiones, que repiten en redes sociales y medios de comunicación de las clases dominantes. Se habla, en Caracol, por ejemplo, que Maduro ha reprimido y encarcelado a 2000 venezolanos, dando a entender que son presos políticos cuando son verdaderos delincuentes dedicados a tumbar estatuas de Bolívar, de Chávez, del santo José Gregorio Hernández, de un indio ícono de los venezolanos, de hospitales, de escuelas, de bodegas con alimentos, de centros de votaciones, de quema de carros, de ataques a ciudadanos indiscriminadamente, a las fuerzas de policía y de edificios de entidades oficiales.
Esto se ve claramente en los videos que circulan en las redes. Y como denuncia el gobierno bolivariano, estas bandas de delincuentes están formadas por paramilitares colombianos y por venezolanos que han cruzado la frontera colombo-venezolano por las trochas que existen, por gente enviada por los Estados Unidos en los quince días previos a las elecciones. Estos delincuentes se les encontró drogados, armados, y confesaron que les pagan entre 150 y 500 dólares diarios.
Maduro y Putin son los diablos del mundo
Maduro como Putin son los dos lideres mundiales más estigmatizados por los otanistas, la derecha, la extrema derecha, los seudo izquierdistas y los progres liberales dentro de una campaña mediática intensiva. Maduro y Putin son pintados como tiranos, antidemocráticos, comunistas, asesinos, tramposos, en fin, son los malos, los diablos, los anticristos, a los cuales hay que fumigar.
Eso sí, nunca se habla de los verdaderos autócratas de los países árabes, del autoritarismo de los gobiernos del este de Europa, de los genocidas de Israel, del antidemocrático Zelensky de Ucrania que ha suprimido todos los partidos de oposición y sus medios y que hoy es presidente ilegítimamente. Es el cinismo total, es la doble moral del occidente imperialista, colonialista y de los súbditos de los Estados Unidos.
La derecha y la extrema derecha son subversivas
Hoy la derecha y la extrema derecha son antidemocrática y subversivas y hay que tratarlas duramente, sin compasión, si se dedican al terrorismo.
La derecha y la extrema derecha no aceptan derrotas, siempre dicen que hubo fraude. Algo similar ocurrió en México. Antes de las elecciones publicaban todo tipo de encuestas diciendo que la candidata de derecha iba a ganar por cinco puntos. El resultado fue abrumador, la candidata de AMLO ganó por 30 puntos. Y hoy, después de dos meses, todavía siguen diciendo que hubo fraude.
En Estados Unidos, los trumpistas no reconocen el triunfo de Joe Biden. Y lo mismo en Venezuela con cuentos de todo tipo.
Funcionamiento del sistema electoral venezolano
Voy a repetir cómo funciona el sistema electoral venezolano. Es de tipo electrónico, que ojalá en Colombia lo tuviéramos. El votante va al centro electoral y se identifica. Coloca la huella digital en un botón y el computador se abre y le muestra en la pantalla el voto. El elector marca el voto y la máquina le dice si está seguro. Contesta que sí y la máquina le imprime el voto, una boleta, con la cual va a la urna y la deposita. Se identifica, firma y sale. Cuando se cierra la elección, los testigos reciben copias de lo que guarda la máquina, es decir, el resultado en ese centro de los votos, hay un acta que todos los testigos de los partidos firman. Es decir, todos los testigos tienen el cien por ciento de las actas.
De acuerdo con la ley, se chequea el 54% de las mesas, es decir, se hace un reconteo y se vuelve a firmar con las actas correspondientes.
Al mes, por el artículo 155 de la ley electoral, el CNE debe presentar todas las actas y las conciliaciones con lo que está guardado en el computador.
María Corino Machado habla que tiene el 40% de las actas. Está mintiendo, tiene el cien por ciento de estas. No quiso ir al Tribunal Supremo de Justicia a mostrar que actas tenía, cuando todos los nueve candidatos adicionales fueron y cumplieron con lo que solicitaba este órgano. ¿Por qué no lo hizo?
Ahora, se ha encontrado una cantidad de mentiras con actas que muestra la extrema derecha. Actas falsificadas, sin firmas de los testigos, actas de muertos y, por supuesto, muestra actas donde la oposición de extrema derecha, de los barrios de la oligarquía, donde su candidato ganó. Es una tramposa. Pero, de esto no hablan los medios del sistema y los progres no investigan, sino que creen todo lo que dice la extrema derecha y el imperio.
Les recomiendo a todos los lectores ver el video en YouTube “NUTRIRAFAGA TV, Se cae a pedazos el montaje de #Fraude electoral de María Corino Machado y Edmundo López Urrutia” del 5 de agosto, donde Juan Carlos Monedero de España hace una muy buena explicación del sistema electoral venezolano y las falsedades de la oposición de extrema derecha y sus aliados en el mundo
O sea, todos los partidos tienen el cien por ciento de las actas y el 55% en que se hizo un reconteo
Estados Unidos, como siempre, está detrás de todo, es quien organiza las bandas criminales, planea golpes de Estado, coloca sanciones, no acepta a quien no se le someta.
Las falsedades sobre el sistema electoral son impresionantes. Todos los enemigos de Maduro desconocen cómo funciona el sistema electoral en Venezuela, o se hacen los tontos cuando no les conviene. Las redes sociales están llenas de falsedades, en una acción que se nota venía preparada mucho antes de las elecciones, plan que requirió varios meses de preparación.
El sistema electoral bolivariano fue aceptado por todos los partidos, incluyendo el inexistente de María Corina Machado. Si fuera lo contrario, para qué asistieron a la convocatoria electoral.
El sistema electoral venezolano es de tipo electrónico, de los mejores del mundo, que se ha probado muchas veces y se le han realizado 16 auditorias. En las últimas elecciones regionales, hubo candidatos de la oposición que ganaron gobernaciones y nadie se quejó.
Todos los partidos aceptaron los resultados electorales, excepto María Corino Machado y sus jefes
De los diez partidos participantes en la elección del 28 de julio, nueve de ellos, excepto la señora de la extrema derecha, aceptaron los resultados. Y esto no lo cuentan los medios del sistema colombiano y los progres liberales.
Fueron 38 partidos que participaron de oposición democrática que aceptaron los resultados, que firmaron las actas, y han reconocido el triunfo de Maduro. Están partidos de los evangelistas, de Acción Democrática, de Copei, nuevos de centro y centro izquierda, independientes y otros de derecha.
Es normal que hablen de fraude los estadunidenses, los europeos al servicio del imperio, los países de derecha de Latinoamérica, los partidos de derecha y extrema derecha mundial y los progres liberales colombianos.
El ejemplo digno de AMLO y varios países latinoamericanos
Bolivia, Nicaragua, Cuba y Honduras no cayeron en las trampas del imperio y reconocieron inmediatamente la reelección de Nicolás Maduro. En el mundo ya van cerca de 41 países que lo han hecho, entre los cuales se cuentan China, Rusia, Siria, Argelia, Egipto, Arabia Saudita, Qatar, entre otros.
Aunque el presidente de México, AMLO no ha reconocido aún a Nicolás Maduro su posición ha sido ejemplar y digna porque no acepta intervenciones extranjeras en Venezuela, no se ha puesto a opinar sobre asuntos internos de Venezuela, sino que espera que termine el proceso por parte del CNE. Fue muy claro con OEA, que la acusó de intervencionista y dominada por potencias extranjeras y no quiso asistir a la asamblea citada para condenar a Venezuela.
Las posiciones de Lula y Petro han sido más bien débiles. Al comienzo sacaron comunicados acusando a Maduro de afirmar que si perdía habría guerra civil, lo cual no fue cierto, sino que sacaron la frase fuera de contexto, lo que quería decir Maduro era que si perdía habría guerra civil por culpa de la oposición que sembraría baño de sangre con los chavistas. Fue desafortunada esa declaración de Lula y Petro. Después han rectificado, se abstuvieron en la OEA, pero les falta más firmeza, en realidad deberían haber reconocido a Maduro. No hay que tenerlo miedo al imperio ni a la derecha.
No obstante, las declaraciones del canciller colombiano, de formación estadunidense, son muy desafortunadas
Sorprende el caso de Chile que desde siempre ha criticado a Venezuela, Cuba y Nicaragua, haciendo el juego a la derecha y al imperio.
Dicen que invitan al gobierno de Maduro que negocie una salida con la oposición, pero no entienden que esto es imposible, que la derecha extrema lleva más de 24 años intrigando y haciendo actos subversivos contra el gobierno, que sigue las órdenes de los Estados Unidos. Lo que debe hacer la derecha es reconocer el triunfo de Nicolás Maduro y sentarse a hablar con el gobierno. Y nada de transiciones democráticas como hable el gobierno de los Estados Unidos, que era lo que se planteaba con Juan Guaidó. Lo que hay que defender es la independencia de Venezuela, acabar con cualquier tipo de injerencia, sea de donde sea.
Dicen que los resultados sean auditados por observadores o agencia internacionales. Esto es injerencia. Ahora, quien es independiente en el mundo. ¿Las Naciones Unidas y la OEA dominadas por los Estados Unidos y los países europeos sometidos a los Estados Unidos? ¿Quién es independiente hoy en el mundo? Den nombres. Además, esto es intervenir en asuntos internos. ¿Estaría Estados Unidos dispuesto a aceptar observadores internacionales para sus elecciones? ¿O Francia, Italia, Inglaterra? Miren lo que pasó con Bolivia, por aceptar ingenuamente Evo Morales a la OEA, terminó por fuera del gobierno.
Y, por supuesto, no aceptan los resultados de las elecciones, los pseudoizquierdistas del PSOE, del súbdito del imperio Pedro Sánchez; los socialistas de Alemania, que aceptaron que les cortaran el gasoducto Nord Stream y que parece que el canciller Olaf Scholf está contento porque paga un gas más caro que el ruso; los socialistas alemanes y portugueses; de los laboristas de Inglaterra, todos ellos fieles al neoliberalismo, la globalización, colonialistas y que hacen todo los que les dice Estados Unidos y su brazo armado la OTAN.
No hay que aceptar ninguna intervención en los asuntos internos de ningún país. Hay que respetar las soberanías nacionales. Nada de auditorías de nadie, ni de la ONU, ni de la OEA, ni de Latinoamérica, Europa, Asia, África y el imperio americano y sus satélites. Ni de supuestos observadores independientes. La historia nos enseña lo peligroso que es esto.
Respetemos a Venezuela y su ente electoral.
Los progres colombianos
Lo más doloroso son los progres liberales de Colombia, como los Danieles, Daniel Coronell, Socorro Ramírez, León Valencia, María Jimena Duzán, Patricia Lara, Ana Bejarano, entre otros, que han aceptado y repetido toda la campaña de desinformación del imperio y los odios de la derecha y extrema derecha hacia Maduro y Putin y han terminado apoyando el intervencionismo americano y la peor extrema derecha del continente y el mundo que es la de Venezuela. ¡Y son progres liberales!
Y no hablar de los medios de comunicación tradicionales de Colombia: el Tiempo, el Espectador, Caracol, RCN, BLU radio, Semana; y los de Latinoamérica y Europa, como el País, El Mundo, ABC, Guardian, BBC, Clarín, el Mercurio, la Nación. Die Welt, Le Monde, televisiones de España, Francia, Alemania.
Los progres liberales son en el fondo de derecha, seguidores y defensores del imperio y de la OTAN, que hacen la guerra a los palestinos, a Irán y a Rusia en Ucrania, que intervienen en todo el mundo a quien consideren disidente.
Y felices que Francia y el Comité Olímpico Internacional-COI hayan prohibido participar a Rusia en los juegos olímpicos dizque por agresivo, pero si permitieron la presencia de la delegación del Estado genocida de Israel y de todos los países autoritarios y represivos de las monarquías feudales árabes.
María Corina Machado una extremista de derecha
¿Pero, si saben nuestros progres quien es María Corino Machado? Esta señora es más extremista que Donald Trump, Jair Bolsonaro, Javier Milei, Giorgia Miloni, Álvaro Uribe e Iván Duque. Propone privatizar todo: vender la empresa petrolera-PDVSA y todas las riquezas de Venezuela; privatizar los servicios públicos; acabar con las pensiones públicas; mínimo estado e intervención estatal; apoya a Israel contra los palestinos y propone colocar la embajada de Venezuela en Jerusalén, adora a Zelensky, sigue toda la política de la OTAN y piensa que hay que estar bajo las órdenes de los Estados Unidos.
Propone una poda de todo lo que huela a chavismo que implicará persecuciones, cárceles y represión a todo los que suene al partido PSUV de los chavistas, es decir, una guerra civil como decía Maduro mal interpretado erróneamente por Lula y Petro. Es lo peor que podría pasar en Venezuela y Latinoamérica.
Fijaos que todo el mundo habla de María Corino Machado y casi nunca de Edmundo Gonzáles Urrutia, el candidato, que es un mudo, títere de la señora Machado. Aún, se decía, que, si este ganaba, nombraba a la a esta señora de vicepresidente y rápidamente renunciaría. Esto sería realmente una burla grosera.
La izquierda da pena como los progres
Hoy da vergüenza todo lo que se dice que es de izquierda y progre en Europa y Latinoamérica. Se han olvidado estas fuerzas de sus valores tradicionales de defensa de los trabajadores, hoy de las clases precarizadas que incluyen a la clase media y parte de la burguesía; la defensa de los Estados nacionales y la soberanía de los países, la no intervención en los asuntos de otros; el ataque al neoliberalismo y a la globalización; la participación de los trabajadores y los empleados en las empresas privadas y públicas grandes; la propiedad pública de los sectores estratégicos; el internacionalismo, la defensa de lo comunitario, los sindicatos, la familia y el respeto a la religión.
Se requiere nuevos partidos democráticos
Se requiere crear nuevos partidos antisistema, ecosocialistas, que no existen en Colombia, en Europa y Latinoamérica, salvo casos excepcionales. El llamado Pacto Histórico es una colcha de retazos, una mezcolanza de feudos personales, sin ninguna organización democrática y planeamientos ideológicos claros.
Diego Otero Prada
Foto tomada de: France 24
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