Tres fueron, como es sabido, las coaliciones que se sometieron al dictamen de las urnas, en una especie de primarias, campo desplegado para que compitieran cinco precandidatos por Consulta. Y cuyos resultados fueron así:
Por tanto, los ganadores emergentes fueron en su orden: Petro, Fico y Sergio Fajardo; los dos primeros con un buen suceso electoral, el tercero con una votación individual muy baja, comparada con sus propios antecedentes en otras competencias electorales; para no ir muy lejos, con su record de casi 4 millones de sufragios en la primera vuelta de 2018.
La votación global de cada coalición es, en principio, la base con que debe contar cada uno de los candidatos triunfadores para situarse en el partidor, como si de una carrera hípica se tratara, para encarar la disputa en la fase inicial, constituida por la primera vuelta.
Gustavo Petro debiera disponer de un plante de 5 millones y medio, pertenecientes a la consulta del Pacto Histórico. Fico Gutiérrez poseería entonces los 4 millones largos del Equipo por Colombia. Y Sergio Fajardo tendría los más de dos millones del Centro- Esperanza.
Ahora bien, los resultados electorales en el Equipo por Colombia les fueron claramente auspiciosos a Fico Gutiérrez, que por lo demás se vio beneficiado muy seguramente por muchos electores del uribismo. Fue un fenómeno que precipitó, a la manera de un experimento químico, reacciones inmediatas que se tradujeron en el abandono que hizo de su candidatura Oscar Iván Zuluaga, representante de ese sector político, para pasarse a las filas del ganador del Equipo por Colombia, su antiguo jefe de debate en Antioquia, en los tiempos en que Zuluaga comenzaba con sus aspiraciones presidenciales. Es una maniobra que se adivinaba en los mentideros políticos, dada la mala ubicación del caldense en las encuestas.
Si el uribismo apoyara en masa a Fico Gutiérrez, este último debiera sumar a la bolsa de sus votos los casi dos millones que se expresaron en las urnas por parte del Centro Democrático.
Por otra parte, es seguro que los 450.000 votos que se decantaron por Fuerza Ciudadana, un agrupamiento de izquierda que no alcanzó el umbral para llegar al Senado, irá de inmediato a la contabilidad electoral de Gustavo Petro.
En tales condiciones; votos más, votos menos; el candidato de la izquierda poseería de entrada 6.000.000 de electores para plantarse en el partidor rumbo a la primera vuelta. Así mismo, Fico dispondría de un paquete algo similar, aunque menor, por la razón de que a los 4 millones de su coalición añadiría, recordemos, los dos del uribismo; solo que muchos de estos uribistas cercanos a Fico desde antes, ya votaron por él en la Consulta, por lo que habría que restarlos en estos cálculos. Si bien es difícil precisar su número, la equivocación no será muy grande, si los ciframos en 800.000, de modo que deberíamos agregarle al candidato del Equipo por Colombia, en vez de dos millones uribistas, más bien 1 millón 200 mil.
En consecuencia, para la elección del 29 de mayo, los competidores principales, los que surgieron de las consultas, tomarían la partida con esas fortalezas electorales, a saber: 6 millones de Petro, 5 millones 200 mil de Fico y los 2 millones 200 mil de Fajardo.
Naturalmente, las cartas vuelven a barajarse ahora; pero no podremos negar que las consultas pueden provocar adhesiones duraderas y señalar tendencias en los ciudadanos.
Izquierda y derecha halan cada una de su lado para ocupar la arena electoral; de ese modo se preparan para una segunda vuelta que reedite la disputa de hace 4 años; solo que ahora Gustavo Petro ha logrado quebrar la resistencia entre algunas franjas, refractarias a lo que representa su nombre.
Con todo, la disputa será muy reñida. Por cierto, como ya lo evidenciamos en el primer debate público, después de la jornada electoral del domingo 13, el de El Tiempo y Semana, Fico levantará un discurso en el que martillará sobre la idea de que su principal contrincante va a realizar expropiaciones, asunto que por lo demás no figura en el proyecto de este último; pero que dibuja un imaginario con el que el exalcalde de Medellín querrá despertar el miedo entre personas de los estratos altos, en una época en la que algunas de estas franjas han superado sus resistencia inicial frente al candidato de izquierda, según lo enseñan varias encuestas; a lo cual se suma algo que no es desestimable: el desgaste del presidente actual, próximo a terminar su controvertido mandato.
A su turno, Gustavo Petro presentará un discurso de un tono preferentemente moderado para atraer votantes del centro y de ascendencia liberal, todo con el fin de posicionarse en el campo del centro-izquierda; y así ganar el favor de los ciudadanos, frente a un Fico Gutiérrez, obligado a lidiar con estos segmentos ciudadanos, desconfiados de un candidato identificado con el uribismo.
Finalmente, el tercero en la liza, Sergio Fajardo, fue empujado por las circunstancias a asumir un reto mayúsculo: combinar tanto imaginación como consistencia y discurso recio para marcar diferencias. Sería la manera de hacerse a un espacio significativo entre los que salieron fortalecidos de las consultas. Con todo, no olvidemos que, en estas últimas, dejaron de participar entre 7 y 8 millones de ciudadanos que habitualmente intervienen con su voto en las presidenciales. Con ellos, se configura un espacio político amplio, en el que podrá ganar terreno, solo que sus competidores también.
Ricardo García Duarte
Foto tomada de: https://elcomercio.pe/
hector ceballos says
NO HAY URIBISTA QUE NO HAYA VOTADO POR FICO…Y CONOZCO MUCHO¡¡¡ ASI QUE CREO QUE LAS CUENTAS QUE HACE R.G.D. SOBRE LA VOTACION PARA FICO ESTAN INFLADAS. AMANECERA Y VEREMOS.