La marcha del domingo 21 de abril de 2024 en Bogotá fue una marcha masiva donde era evidente la participación de las clases altas y medias altas ligadas a posiciones de derechas y al uribismo. Se escucharon al lado de la consigna “Fuera Petro”, muchos vivas a la figura del expresidente Uribe. Pero participaron también sectores populares inscritos en posiciones de derecha, seguramente no muy bien informados por las respuestas que daban cuando algunos periodistas les preguntaban por las razones de su movilización. También sectores sociales medios y asociaciones profesionales médicas preocupadas por la reforma a la salud y por un eventual deterioro del sistema de salud.
Quiero recordar que cuando en las movilizaciones sociales los carteles y las consignas son prioritariamente de diseño e impresión industrial y estandarizada previa, eso indica que hay un gran financiador que manda a imprimir, reparte esos carteles y homogeniza las consignas de la manifestación. En esta movilización me llamó la atención que, junto a las consignas de fabricación industrial, había muchos carteles hechos artesanalmente por los ciudadanos, de su puño y letra y de su propia inspiración, si bien no muy creativos y sí marcadamente ideológicos.
Desde las movilizaciones contra la paz de Juan Manuel Santos en 2016 y 2017, la derecha colombiana ha venido descubriendo la política de plaza pública y aprendiendo a marchar y a protestar. Hoy, bajo el primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia la derecha opositora cuenta con todas las garantías para su movilización pacífica y no ha sido reprimida, a diferencia de lo sucedido con muchos jóvenes bajo el gobierno Duque que perdieron sus ojos por los ataques del ESMAD.
Me pareció interesante esta consigna de “El pueblo somos todos!” seguramente usada como respuesta a la política de movilización populista del presidente Gustavo Petro indicando que el pueblo de izquierda que le apoya es el verdadero pueblo. Hay una cierta toma de conciencia de que ellos también son parte del pueblo, así estén inscritos en posiciones de derecha o en posiciones antigubernamentales.
En la misma dirección va el siguiente cartel elaborado a mano.
La presencia de las reservas militares y policiales como ha sido característico en todas las manifestaciones de los sectores de derecha contra el gobierno Petro
Esas reservas policiales y militares que han acompañado desde comienzos de este gobierno las movilizaciones de protesta contra el presidente Gustavo Petro, probablemente tienen que ver con años de discurso anticomunista en las filas de la Fuerza Pública, con sectores de derecha próximos a personajes como el general Zapateiro y con la filiación uribista de una parte importante de esas fuerzas. En algunos momentos de la marcha corearon “Viva Álvaro Uribe Vélez!”.
Una de las consignas que fue coreada por estos grupos de la reserva policial y militar fue: “Petro, las reservas no te apoyan”.
El anticomunismo y el antizquierdismo como motivos tradicionales de la derecha
Los motivos anticomunistas y antizquierdistas volvieron a estar presentes en esta nueva movilización de la derecha y los sectores opositores al presidente Petro.
Un grupo de marchantes decidió prender fuego a una bandera del M-19.
Esta quema de la bandera del M-19 seguramente expresa la comprensible molestia de la derecha con el hecho que el pasado jueves 18 de abril, tres días antes de la movilización que aquí analizamos, el presidente Petro decidió intempestivamente y sin ninguna preparación, decretar “día cívico” el viernes 19 de abril, supuestamente para contribuir a la reducción del consumo de agua, ante la merma sustancial del nivel de los embalses. El 19 de abril de 1970 es el día del nacimiento de la guerrilla del M-19 ante el fraude electoral de esa tarde contra el candidato de la Alianza Nacional Popular, ANAPO, Gustavo Rojas Pinilla. El 19 de abril, por afortunada o desafortunada coincidencia, según como se le mire, es también el día del cumpleaños de Gustavo Petro Urrego, nacido el 19 de abril de 1960. Desde el día de su posesión, el 7 de agosto de 2022, cuando ordenó traer al acto de inicio de su mandato la espada de Bolívar, en su momento raptada de la Quinta de Bolívar por un comando del M-19, el presidente Petro ha reivindicado la historia del Movimiento 19 de Abril al cual perteneció en su juventud.
Si bien en la coyuntura de los años 1990 la lista de la Alianza Democrática M-19, salida de la negociación del gobierno de Virgilio Barco (1986-1990) con el M-19, obtuvo alrededor del 30% de los votos a la Asamblea Nacional Constituyente que promulgó la Constitución de 1991 y su líder Antonio Navarro Wolf fue junto al liberal Horacio Serpa y al conservador Álvaro Gómez Hurtado una de las tres figuras dirigentes de esa magna asamblea, 33 años después de la promulgación de la Constitución el país ha vivido un proceso de derechización ligado al uribismo, que descalifica estos símbolos guerrilleros, pero también la sociedad colombiana ha elaborado una serie de procesos de memoria y de verdad, donde un sector amplio de la opinión pública no ve con buenos ojos la reivindicación de pasados guerrilleros a la luz de los estragos y la afectación a los derechos humanos producida por el conflicto armado interno en los últimos 50 años de la vida colombiana.
La oposición a las reformas del gobierno Petro
La marcha tuvo también un claro acento opositor a las reformas del presidente Petro y sobre todo a la reforma a la salud y al trámite expedito de la misma por decreto, ante la oposición del Congreso a su aprobación regular por la vía legislativa.
Si bien algunos de los marchantes tienen que ver de manera evidente con sectores económicos altos y medios-altos que resultan afectados en sus intereses individuales, familiares o empresariales por las reformas pensional, laboral y de la salud y que con consciencia de sus intereses expresan su rechazo a las reformas, había también en la movilización un sector popular ignorante, con un bajo nivel de cultura política democrática, que repite los mensajes antigobierno de los grandes medios de la derecha de que Gustavo Petro va a acabar con las pensiones y amplifica sin mayor reflexión visiones ideológicas y apocalípticas similares sobre todas las políticas de este gobierno.
El cartel siguiente deja ver una visión popular de derechas, ideológica y abigarrada por los elementos que la componen (antizquierdismo mítico y sectario, anticomunismo, antisantismo, visión religiosa de la política, uribismo).
Transcribimos a continuación el mensaje contenido por el cartel para facilitar su lectura:
“Colombia es uno de los países más corruptos del planeta. Con el narcotráfico y el terrorismo dirigido (sic) por Gustavo Petro, Iván Cepeda y Gustavo Bolívar y el Pacto Histórico y las guerrillas.
Los Llanos Horientales (sic), el Caquetá, el Putumayo, Nariño y el Cauca ya son repúblicas independientes donde no puede entrar la Fuerza Pública porque los sacan corriendo o los secuestran. En esos departamentos mandan son los grupos dirigidos por Rucia (sic), Irán, Cuba y Venezuela.
Colombia era uno de los países más hermosos del planeta. En Colombia ya no hay Fuerzas Militares y no hay quien nos defiendan. Juraron defenderla y no lo hicieron, nos traisionaron (sic). Son los que velan por la seguridad de un país y no lo hicieron. Se arrodillaron ante el terrorismo.
Juan Manuel Santos y el Ministro de Defenza (sic) nos traicionó a nuestra patria.
La izquierda para mí es diriguida (sic) por Satanás, El Diablo.
Quiero un nuevo Álvaro Uribe Vélez”.
El domingo 21 de abril circuló en redes sociales con posterioridad a la marcha de la oposición contra el gobierno Petro, una pieza anónima que me parece interesante traer a cuento para comprender estos sectores populares poseedores de un bajo capital de cultura política democrática y que se subordinan a las posiciones y consignas de la derecha.
“Ha nacido una nueva CLASE OLIGARCA en Colombia, son los ULTRADERECHISTAS de ESTRATO 1. 2 y 3, quienes no se reúnen en el Club Colombia, el Country, El Nogal o el Campestre, sino en la tienda de la esquina del barrio. No juegan golf, ni tenis, juegan dominó, Cartas y parqués en una esquina. No comen caviar ni beben “whisky”, ni champán, toman Cacique, chirrinchi, chicha o guarapo… Comen chunchurria, arepa e huevo, morcilla y piden una Águila o Poker grande para tres. Lo único que conocieron del conflicto armado en Colombia fue lo que vieron en RCN, Caracol y medios que defienden a Uribe y a la derecha y algunos solo son chicaneros.
NO tienen tierras, ni siquiera un sitio para clavar una estaca para amarrar un perro, ni empresas, no son socios de EPS, pero están preocupados porque los van a expropiar.
Lo único que saben de política es dos frases: “castrochavismo”, “vamos a quedar como Venezuela” y últimamente les enseñaron a recitar: Fuera Petro !!!!
Porque es lo que a diario ven por los medios influyentes”.
Las legítimas preocupaciones con respecto al sistema de salud y su reforma
Pancarta del Observatorio Interinstitucional de Enfermedades Huérfanas, ENHU
Como queda muy claro de las fotografías aquí incluidas, algunos sectores de la salud están solicitando reconocimiento y que se les consulte hacia la reforma del sistema de salud. No están presentando consignas ideológicas y de odio hacia el presidente.
Es muy importante que el gobierno Petro los escuche y que tenga en cuenta que, pese a que efectivamente ha habido malos manejos financieros de parte de las EPS privadas e incumplimientos de sus obligaciones para con hospitales públicos y privados, en los años de su funcionamiento también se ha formado dentro de ellas un importante talento humano en atención en salud que no se puede echar a la basura y que no se forma en seis meses o en un año.
Y es importante decir esto con claridad porque al intervenir recientemente las EPS Sánitas y Nueva EPS, el gobierno Petro, que no ha mostrado ser un eficiente administrador, tiene el reto de administrar el servicio de salud para 25 millones de pacientes.
Y el presidente, que si bien tiene legítimas críticas a la manera como el sector privado ha manejado la salud, los peajes y las grandes obras públicas, las políticas y tarifas de servicios públicos, las pensiones, etcétera, pareciera dar a entender desde su discurso que el sector privado fuera solamente corrupción e interés particular. Produciendo al mismo tiempo una sensación de que aspiraría a estatizar todos los renglones de la economía, como si el Estado fuera el gran y eficiente administrador.
Si el presidente Petro fracasa en la construcción de un nuevo sistema de salud, eso podría significarle no solo su muerte política, sino un nuevo y largo período de relegamiento y postración política de la izquierda democrática en la vida colombiana. Como lo sugirió el discurso publicitario del opositor de derechas Germán Vargas Lleras y su partido “Cambio Radical” en las pasadas elecciones de alcaldes y gobernadores de octubre de 2023, la izquierda sería un puro “bla, bla, blá”.
Si con inteligencia y pragmatismo el presidente Petro retoma lo mejor del actual modelo de salud en crisis y transformación y lo integra con unas nuevas prácticas de construcción de lo público-estatal que trasciendan la tradicional apropiación clientelista y corrupta del Estado, con claras veedurías y con criterios meritocráticos para la escogencia de directores de clínicas y hospitales, el “gobierno del cambio” podría hacer un aporte histórico a la construcción de un mejor, más eficiente, con mayor cobertura territorial y más democrático sistema de salud.
Las preocupaciones con respecto a la propuesta del presidente Petro de una Asamblea Nacional Constituyente
La propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, formulada por el presidente Gustavo Petro de manera muy general y sin mayores precisiones, el 15 de marzo de 2024, en la ciudad de Cali, no obstante posteriores aclaraciones, ha generado una fuerte polémica y un alto rechazo ciudadano, no solo de parte de las fuerzas de la derecha, sino también de parte de connotados voceros de la izquierda democrática y del centro.
De parte de la derecha uribista, y esta versión estuvo muy presente en las consignas y pancartas de la marcha del 21 de abril, acusan al presidente de buscar a través de una constituyente administrativa de bolsillo su reelección y le atribuyen la intención de convertirse en un dictador a la manera de Nicolás Maduro en la vecina Venezuela.
Antonio Navarro Wolf, ex guerrillero del M-19, una de las cabezas directivas de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, rechazó la propuesta del presidente Petro. Como muchos colombianos demócratas, considera a la Constitución de 1991 un logro histórico que expresó unos valiosos equilibrios políticos entre liberales, conservadores y la izquierda democrática que serían muy difíciles de lograr en medio de la polarización actual. El constitucionalista y columnista de opinión de centro izquierda Rodrigo Uprimny, también consideró inconveniente la propuesta. El senador de izquierda Iván Cepeda ha expresado en varias oportunidades su oposición a esa propuesta presidencial. Varios columnistas de opinión progresistas le han solicitado categóricamente al presidente que en lugar de este tipo de propuestas polémicas se dedique mejor a gobernar.
Los motivos autoritarios en contravía con los discursos en defensa del Estado de Derecho y la democracia: la invocación de un Bukele Salvador
La bandera de Israel, como toma de partido a favor de Netanyahu
Una valiente expresión de que el centro sí existe
La pancarta portada por un ciudadano en alusión a que “El centro sí existe” es interesante en la medida en que en tan abigarrada manifestación con elementos tanto de la derecha política uribista como de la derecha militar y la derecha moral (las iglesias y posturas religiosas allí representadas), el lugar para el centro es un lugar de difícil construcción que puede terminar absorbido por los intereses de la derecha. Adicionalmente, muchas personas pertenecientes al centro político y que tienen discrepancias frente al gobierno Petro seguramente no están dispuestos a participar en una marcha de estas, para no aparecer como aliados de María Fernanda Cabal, Martha Lucía Ramírez y otros voceros del Centro Democrático que intentan sacar réditos de este tipo de movilizaciones.
El discurso de odio hacia el presidente Petro
La movilización se aglutinó alrededor de la consigna “Fuera Petro” y tuvo un fuerte tono de odio hacia al presidente. Algunas de las consignas que se escucharon fueron: “Petro, pelele, aprende de Bukele”; “Colombia-primero, afuera el guerrillero”; “Petro-bandido, el pueblo está ofendido”; “Esta es la ruta, esta es la ruta pa´sacar a ese hijueputa”.
“Juicio político con guillotina”
Los sectores religiosos sumados a la movilización
Los movimientos religiosos. cuya participación en la marcha aquí mostramos, no incorporan a sus pancartas mensajes en contra del gobierno Petro, pero deducimos que no están participando de manera gratuita en una manifestación convocada contra el gobierno Petro y hegemonizada por la consigna “Fuera Petro!”. Participan en la marcha en la medida en que tienen afinidades con su orientación. Sin embargo, tienen su especificidad como puesta en escena visual.
La utilización política de las movilizaciones contra el presidente Petro
Conclusiones
Como lo evidencian las fotografías aquí presentadas, la movilización del 21 de abril mostró un conjunto muy abigarrado de reivindicaciones políticas, ideológicas y religiosas orientadas desde los partidos de la derecha y particularmente desde el uribista Centro Democrático.
El cuadro aquí presentado pone en evidencia parte de lo que le espera al país en las elecciones presidenciales de 2026, si el gobierno del Pacto Histórico no recompone el rumbo y avanza en logros tangibles para la opinión pública y en verdaderos consensos capaces de construir confianza, más allá de las promesas de un gran acuerdo nacional controvertidas e invalidadas muchas veces por la propia retórica confrontacional del presidente Petro.
Fabio López de la Roche, Historiador, analista de medios de comunicación y cultura política. Ph.D en Lenguas y Literaturas Hispanoamericanas Universidad de Pittsburgh. Profesor asociado Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales IEPRI Universidad Nacional de Colombia. Coordinador Centro de Pensamiento en Comunicación y Ciudadanía Universidad Nacional de Colombia.
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