- Tendencias de los salarios. En la primera parte del informe se presenta la evolución de los salarios a nivel mundial donde se verifica que, tras un periodo de subida sostenida de los precios que empujó a un decrecimiento de los salarios reales, los salarios medios nominales en el mundo volvieron a crecer por encima de la inflación
1.1 Crecimiento de los salarios reales: Tras haber disminuido hasta un –0,9 % en 2022, el crecimiento mundial de los salarios reales se recuperó en 2023 con un incremento del 1,8 %. Al excluir a China —cuyo rápido crecimiento salarial influye considerablemente en el promedio global—, el aumento de los salarios reales pasó del –1,5 % en 2022 al 1,3 % en 2023. Según el informe, durante el primer semestre de 2024, los salarios reales a nivel mundial crecieron un 2,7 %, marcando la mayor mejora en más de 15 años. Este incremento se debe principalmente al crecimiento salarial en China; al excluir este país, el aumento global se sitúa en un 2,3 %.
Sin embargo, esta recuperación ha sido desigual entre regiones. Por ejemplo, en África, América del Norte y Europa Occidental, los salarios reales experimentaron un crecimiento nulo o negativo. En 2024, después de dos años de contracción, las economías avanzadas del G20[iii] registraron un crecimiento positivo de los salarios reales del 0,9%, mientras que las economías emergentes del G20[iv] lograron un aumento significativo del 5,9 %.
A nivel regional, el informe destaca que los salarios medios reales crecieron con mayor rapidez en Asia y el Pacífico, Asia Central y Occidental, y Europa Oriental, superando a otras regiones. En 2022, los salarios reales medios solo aumentaron en África, Asia y el Pacífico, y Asia Central y Occidental, mientras que disminuyeron en las demás regiones. En 2023, la mayoría de las regiones lograron valores positivos, excepto África, América del Norte, y Europa Septentrional, Meridional y Occidental, donde el crecimiento de los salarios reales fue negativo o nulo.
1.2 Salarios y productividad: En el informe se indica que, durante el periodo 1999-2024, la productividad laboral en los países de ingreso alto aumentó más rápidamente que los salarios reales (en total, un 29 por ciento frente al 15 por ciento, respectivamente). La mayor parte de la divergencia entre las dos series se produjo entre 1999 y 2006, tras lo cual ambas han evolucionado en paralelo, salvo desviaciones temporales durante la crisis financiera de 2008-2009 y la crisis de la COVID-19.
1.3 El salario mínimo: En 2022 y 2023, más países de lo habitual ajustaron el nivel de su salario o salarios mínimos, lo que indica que las políticas de salario mínimo respondieron en general a la presión inflacionaria. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las medidas no bastaron para compensar el aumento del costo de la vida que soportaban los beneficiarios del salario mínimo. Los datos indican que cerca del 60 por ciento de una muestra de 160 países ajustaron los valores de los salarios mínimos en 2022, pero solo en uno de cada cuatro países tales cambios supusieron un aumento del valor real de esos salarios. Aunque en el 55 por ciento de los países de la muestra estos salarios aumentaron en términos reales en 2023, en la mayoría de los casos los incrementos no fueron de cuantía suficiente para compensar los descensos de los dos años anteriores.
- Tendencias de la desigualdad de los ingresos laborales. En el informe se presentan los resultados de la investigación de la desigualdad salarial y luego amplía el análisis a la desigualdad de ingresos laborales
2.1 Desigualdad salarial: En relación con la desigualdad salarial el informe plantea lo siguiente:
a. Desigualdad por niveles de ingreso: Los países de bajos ingresos presentan la mayor desigualdad salarial, mientras que los países de altos ingresos muestran una menor disparidad.
b. Desigualdad por género: Las mujeres ganan menos que los hombres en todos los niveles de ingreso y en todos los países analizados.
c. Informalidad laboral: Los trabajadores informales, especialmente en países de bajos y medianos ingresos, suelen tener salarios más bajos.
d. Migrantes: Los trabajadores migrantes en países de altos ingresos suelen tener salarios más bajos, mientras que en países de bajos y medianos ingresos pueden tener salarios más altos, aunque esta situación puede variar según el país y el tipo de migrante.
2.2 Tendencia mundial a la reducción de la desigualdad salarial. El informe de la OIT revela una tendencia positiva en la desigualdad salarial a nivel global:
a. La desigualdad salarial ha disminuido en la mayoría de los países desde principios del siglo XXI. Esta reducción es más evidente en países de bajos y medianos ingresos.
b. Si bien la desigualdad ha disminuido en todos los segmentos de la distribución salarial, esta disminución ha sido más pronunciada en la parte superior de la distribución. Es decir, la brecha entre los salarios más altos y los salarios medios se ha reducido más rápidamente que la brecha entre los salarios más bajos y los salarios medios.
c. Desigualdad por segmentos: La reducción de la desigualdad ha sido más pronunciada en la parte superior de la distribución salarial, mientras que en la parte inferior ha sido más lenta.
2.3 Desigualdad es mayor en los ingresos laborales. Al analizar la desigualdad de ingresos laborales incluyendo a trabajadores asalariados y no asalariados, se obtiene una imagen más completa y compleja de la distribución de la riqueza en los países
a. Si bien la desigualdad salarial ha disminuido en muchos países, la inclusión de los trabajadores no asalariados, especialmente mujeres y trabajadores informales, muestra que la desigualdad general de ingresos es aún mayor.
b. Los países de bajos ingresos presentan los niveles más altos de desigualdad, con una gran proporción de trabajadores no asalariados concentrados en la parte inferior de la distribución de ingresos. A medida que aumenta el nivel de ingreso de un país, la proporción de trabajadores asalariados aumenta y la desigualdad tiende a disminuir. Sin embargo, incluso en países de ingresos altos, persiste una brecha significativa entre los salarios de los trabajadores formales e informales, especialmente entre hombres y mujeres.
c. El informe destaca la importancia de considerar la informalidad laboral al analizar la desigualdad de ingresos. Los trabajadores informales, que suelen ser mujeres y trabajadores por cuenta propia, enfrentan condiciones laborales más precarias y salarios más bajos.
Propuestas del informe de la OIT
Para abordar los rezagos salariales y estas desigualdades, la OIT propone una serie de medidas:
a. Fortalecer la negociación colectiva y la fijación de salarios mínimos: El diálogo social y la participación de los actores sociales son clave para establecer salarios justos y equitativos que reflejen las necesidades de los trabajadores y las condiciones económicas.
b. Promover la igualdad de género y la no discriminación: Las políticas salariales deben garantizar que todos los trabajadores tengan las mismas oportunidades y reciban una remuneración justa, independientemente de su género o cualquier otra característica personal.
c. Basar las políticas salariales en datos sólidos: Es necesario utilizar datos y estadísticas confiables para diseñar políticas salariales efectivas y basadas en evidencia.
d. Considerar las causas profundas de los bajos salarios: Además de las políticas salariales, es fundamental abordar las causas estructurales de la desigualdad, como la informalidad laboral, la falta de educación y la discriminación.
e. Fomentar el crecimiento de la productividad: Un crecimiento económico sostenido y la mejora de la productividad son esenciales para aumentar los salarios y reducir la pobreza. Esto implica crear un entorno favorable para la inversión, la innovación y el desarrollo de habilidades.
f. Fortalecer las instituciones laborales: Unas instituciones laborales sólidas y eficaces, como sindicatos y asociaciones empresariales, pueden contribuir a garantizar que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan de manera más equitativa.
g. Implementar políticas de redistribución: La redistribución de ingresos a través de impuestos progresivos y transferencias sociales es fundamental para reducir la desigualdad y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios básicos y oportunidades.
Si bien el informe de la OIT destaca avances significativos en la reducción de la desigualdad salarial a nivel mundial, aún persisten brechas significativas, especialmente en países de bajos ingresos y entre géneros. La Organización Internacional del Trabajo resalta la importancia de ajustar los salarios mínimos para proteger a los trabajadores más vulnerables, una medida que el reciente aumento del salario mínimo en Colombia ejemplifica. La CSI, por su parte, propone una mayor participación de los salarios en el crecimiento económico para reducir aún más la desigualdad[v].
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[i] https://www.ilo.org/sites/default/files/2024-11/GWR2024_Spanish_ExecutiveSummary_WEB.pdf
[ii] La desigualdad salarial se refiere a las disparidades en los ingresos que perciben los trabajadores por realizar labores similares o equivalentes. Esta disparidad se mide comparando los salarios promedio de diferentes grupos de trabajadores, como hombres y mujeres, o aquellos con distintos niveles educativos y ocupacionales. Es diferente a la desigualdad de ingresos que tiene un enfoque más amplio y abarca todas las fuentes de ingresos, no solo los salarios, sino también rentas de capital, dividendos, intereses, etc.
[iii] Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suecia
[iv] Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía y argentina.
[v] https://www.ituc-csi.org/informe-mundial-sobre-salarios-de?lang=en
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: Colombia Marxista
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