1. La Paz Total como un significante
Desde el uso de la terminología de lo que se pretende con la Paz Total, ha habido una disputa importante sobre las limitaciones y alcances de la misma. Este término apunta a una negociación múltiple con diversos actores armados, desde el objetivo de solucionar los diferentes conflictos que se presentan en el territorio nacional. Empero, dicho acercamiento genera varios problemas en el momento de ser apropiado por parte de la ciudadanía, los cuales se derivan del hecho de que es un significante con el que se busca denominar a una política que es amplia, compleja y, en algunos momentos, ambigua; además de ser tomada como una de las banderas del gobierno.
Los problemas que se derivan de este concepto se pueden resumir en:
a. La Paz Total envuelve una perspectiva ambiciosa sobre lo que se quiere lograr en el marco de la paz del país; sin embargo, desconoce las limitaciones que se tienen al momento de llevar dichos procesos, tanto en recursos como en la voluntad e intereses de los actores armados ilegales. Esto se enlaza con un importante esfuerzo por parte del gobierno colombiano, que no necesariamente va a ser respondido de manera positiva, pero que si se espera a nivel social que sea retribuido.
b. Este significante encierra un significado tan amplio que es difícil que la ciudadanía en su conjunto lo asocie con acciones concretas por parte de la administración, a menos que se hable de una generalidad. En ese orden de ideas, el que sea una negociación paralela con diversos actores armados, lleva a que cualquier complicación con alguno de ellos, inmediatamente sea referenciada como un fracaso de la política en su conjunto.
Esto es fundamental en la manera en la que se transmite la Paz Total, dado que un objetivo difícil (imposible de alcanzar en una administración) como es lograr la negociación o sumisión de todos los actores armados, va a ser el punto por el que se juzga la política. Hasta el momento no se ha logrado un acuerdo final con ninguna de las agrupaciones, a pesar de las expectativas iniciales que se tenían sobre el gobierno.
De esta forma, el no tener claro este concepto lleva a que no haya definiciones de lo que se quiere lograr y el alcance respectivo que se le va a dar ¿Cuál va a ser el logro último de la Paz Total? ¿La paz con todas las organizaciones o solo algunas de ellas?
c. Carece de un foco principal en el que se puedan concentrar las acciones y recursos limitados con los que cuenta el gobierno. Dentro de estos recursos está el apoyo ciudadano y el generar un núcleo que, en caso de lograrse, sea tomado como bandera de la política. El lugar más cercano a este centro lo tiene la negociación con el ELN; sin embargo, no logra ser el principal eje ante los diferentes procesos, así como es altamente volátil en su desarrollo.
De esta manera, este significante es útil en un primer momento, en la medida que logra resumir una importante apuesta del gobierno. Pero, a medida que pasa el tiempo, en la perspectiva de su materialización, se queda corto para poder hacer referencia de forma acotada a las acciones a lograr.
2. La Paz Total: Entre la disputa y el desgate
Desde las acciones del gobierno nacional se denota que hay una tensión cada vez más frecuente entre los territorios apartados y aquellos que se ubican en el centro. Este tipo de aproximación también se materializa en la Paz Total, en la que se presenta una visión diferencial de lo que implica esta bandera del gobierno nacional, dado que en algunos territorios y comunidades se materializa de forma concreta, representándose en los ceses, mientras que en otros se presenta bajo una idea general y, hasta cierto punto, abstracta.
Asimismo, la promesa de la Paz Total es una de las más ambiciosas de la presente administración, manifestándose en el proyecto más importante de buscar la paz desde la Constitución del 91. No obstante, en el gobierno nacional se detecta que hay un desgaste respecto a las posibilidades que tienen para materializarla, partiendo de las limitaciones de tiempo (las cuales han dejado entrever que en 4 años no se puede lograr toda la agenda de la administración, incluyendo el proyecto de la Paz Total) y las dificultades que se afrontan frente a los poderes que se articulan en el logro de la misma.
A lo anterior se adiciona que la Paz Total se enfrenta a las construcciones sociales arraigadas que tienen las comunidades respecto a la salida del conflicto, las cuales son heredadas de las disputas que se han dado en procesos previos de negociación y confrontación. De este modo, ya había un pre-condicionamiento en cuanto a los procesos que se iban a llevar en la presente administración y que ponen presión sobre la consecución de resultados.
3. La Paz Total en la necesidad de mostrar resultados
La Paz Total es una política que tiene un importante propósito y trasfondo; empero, su aterrizaje y la forma cómo se comunica a la sociedad es uno de los mayores retos que tiene el gobierno.
La Paz Total sí ha tenido resultados que se materializan en el nivel político y social. De este modo, ha logrado sentar a diversas agrupaciones (como las Disidencias de las FARC, tanto del Estado Mayor Central como de la Segunda Marquetalia) a abrirse a la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Estado e, incluso, han tenido avances relevantes desde la negociación (como es el caso del ELN). Esto también se representa en territorios como Buenaventura y el Valle de Aburra, así como discusiones promovidas desde, por ejemplo, Nariño. De igual modo, ha reducido las confrontaciones con la Fuerza Pública, los ataques a la infraestructura nacional y reducido delitos como el homicidio en los territorios más afectados por el conflicto.
Por lo tanto, hay avances en esta política, pero en mostrar los resultados se encuentra uno de los mayores retos al momento de darle la publicidad deberían tener. Esto se debe a que la Paz Total no es un proceso lineal, por el contrario, tiene altibajos en los diferentes procesos de negociación y sometimiento, donde se encuentran: Cambios de perspectiva por parte de los diferentes grupos armados, las afectaciones propiciadas por acciones armadas, disputas por el control territorial (y la reconfiguración de las economías ilegales), dificultades al momento de lograr consensos en la política nacional, entre otros. La inexistencia de un camino de negociación o sometimiento sin tropiezos, así como la mirada de una forma general de la política, lleva a que se pueda posicionar una perspectiva más pesimista en la sociedad.
A esto se suma el hecho de que desde el gobierno nacional se ha tenido un proceso de aprendizaje para hacer los ajustes correspondientes en los diferentes casos de negociación o sometimiento, lo cual se materializó con la salida del anterior Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y la entrada de Otty Patiño. Esto se evidencia principalmente en dos casos específicos: 1. La discusión sobre la renuncia por parte del ELN al secuestro y 2. la posición frente al Clan del Golfo y su fin por la vía armada. Respecto a esta última organización (la cual es la más grande activa en el país), no se tiene un proceso adelantado ni una hoja de ruta clara, lo cual deja un importante vacío desde lo que fue el planteamiento inicial de la Paz Total.
Asimismo, los grupos armados continúan en expansión, hay delitos como la extorsión y el secuestro que están en aumento, las acciones de la Fuerza Pública se han reducido y existe un panorama complejo al momento de concretar la Paz Total ante las condiciones territoriales. Esto se suma a una tendencia (previa a la presente administración) de reconfiguración de los actores armados ilegales, los cuales generan dinámicas diversas de violencia.
En resumen, la Paz Total ha tenido avances, conquistas y logros a resaltar, pero que no se les ha dado la relevancia suficiente, así como se encuentran opacados por resultados negativos o contratiempos que se generan en medio de la discusión, los cuales cobran más relevancia ante la falta de su acotamiento.
La Paz Total en sus limitaciones
La Paz Total comenzó con unas altas expectativas respecto a los resultados que podría propiciar, así como el uso de los tiempos y recursos para lograrlos. Este, como significante, recogió las grandes apuestas del ejecutivo en materia de sometimiento y negociación con actores armados ilegales. Sin embargo, de forma general, se puede encontrar que, a medida que pasa el gobierno, se hacen más evidentes sus limitaciones y las complicaciones para desarrollar esta política. Lo anterior genera un desgaste en la percepción que tiene la ciudadanía en general al momento de que se adelanten los diferentes procesos, reduciendo la proyección de la reducción de la violencia en el corto, mediano y largo plazo.
De esta forma, el gobierno nacional debe enfocarse en aterrizar el logro de la Paz Total al que se quieren orientar, materializar ejemplos precisos de sus conquistas y tener una perspectiva que comunique una bandera de la administración desde sus limitaciones. El que se logre tener un discurso concreto sobre la apuesta en el tiempo restante del ejecutivo, permite enfocar de mejor manera la atención y lograr conquistas ante la ciudadanía. Esto lleva a que la Paz Total se enfoque en lo que puede ser y no lo que debería ser.
Farid Camilo Rondón Raigoza, Magister en Estudios Políticos de la Universidad Nacional, profesor ocasional y miembro del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa
Foto tomada de: El País
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