Caro no es usualmente muy preciso en sus conceptos. Referirse al país es una forma de no decir nada: ¿Qué significa que el país es injusto? ¿Todo el país o una parte de él? ¿Es injusta la estructura económica? ¿Son injustas determinadas personas? Aparentemente dice mucho pero entre más generales las afirmaciones menos precisas. Lo curioso es que utiliza un término usual entre los progresistas, los socialistas utópicos y los izquierdistas defensores del capitalismo: la injusticia social. Cuando afirma que el país es desigual, ¿en qué estará pensando Caro? No es posible saberlo en este artículo.
Sin embargo, nos dice tajantemente que el país ha mejorado en los últimos treinta años: hay menos hambre y menos pobreza, nos cuenta. La referencia que presenta para respaldar sus afirmaciones es un extenso artículo de Mauricio Santamaría[3], exdirector de Planeación Nacional, exministro de salud y presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), sobre la pobreza multidimensional en Colombia. Es conveniente entonces examinar la fuente que sustenta una parte de las afirmaciones de Caro.
La medición de la pobreza
Santamaría nos informa que una de las formas más populares para medir y analizar la pobreza en una sociedad es la “pobreza monetaria”, es decir la medición a partir de la disponibilidad de ingresos para comprar una canasta determinada de bienes y servicios que se considera necesaria para garantizar unas condiciones básicas de vida. Plantea Santamaría que medir la pobreza de esta manera puede ser limitado “cuando se quieren evaluar las múltiples causas y consecuencias de la pobreza.” Califica a dicha medición de unidimensional lo que ha llevado a los estudiosos de la pobreza a utilizar una medición que en Colombia se conoce como el índice de pobreza multidimensional (IPM) que viene calculando el DANE desde hace algunos años[4].
En este enfoque se miden 15 variables que reflejan 5 dimensiones de la pobreza. Afirma que esto tiene muchas ventajas para el estudio y las opciones de política pública para mejorar la calidad de vida de la población. En el recuadro siguiente presento las cinco dimensiones y las 15 variables. Estas variables se miden con la gran encuesta integrada de hogares del DANE y se determina que un hogar es pobre cuando presenta deficiencias en por lo menos 5 de las 15 variables.
Santamaría presenta datos con base en Roberto Angulo y otros (2011) que muestran una disminución enorme del IPM desde 1997 a 2010 cuando pasa de 62% a 29,7%. Los datos oficiales del DANE se elaboran desde 2010. En 2022 el Índice tuvo un valor de 12,9, siendo de 37,1 en centros poblados y rural disperso y de 8,7 en cabeceras. En 2023 se redujo a 12.1 para el total nacional. Los datos disponibles muestran un descenso continuo desde 2010 cuando el valor promedio fue de 29,7, con 50,8 en zonas rurales y 22,9 en cabeceras. Este indicador (junto a otros similares) muestra que el Estado puede mejorar mediante su gestión algunos indicadores (acceso a servicios públicos, educación, salud y vivienda), compensando lo que los hogares de trabajadores no pueden comprar con sus ingresos. En valores absolutos en 2022 había 6,6 millones de personas consideradas pobres según indicador multidimensional, de los cuales 3,4 millones en cabeceras y 3,1 millones en centros poblados y rural disperso. Es evidente que según este índice la pobreza de los trabajadores ha disminuido bastante.
Estos resultados son importantes para garantizar ciertas condiciones de vida a los trabajadores. Si los recursos disponibles para educación, salud, agua potable y saneamiento básico, alimentación escolar, etc., se ejecutaran en forma más eficiente y con menos corrupción los resultados podrían ser aún mejores; si se lograra que los capitalistas pagaran más impuestos habría más recursos para complementar los ingresos de los trabajadores. Los esclavos asalariados y por cuenta propia no dejarían de serlo pero podrían tener acceso a más bienes y servicios, aunque no se toquen las causas primarias de la pobreza.
En mi opinión la medición de la pobreza según la magnitud de los ingresos disponibles para comprar una canasta no tiene nada de unidimensional. Se fundamenta en la magnitud de dinero y en este sentido es algo homogéneo y común a todos los bienes y servicios cada uno de los cuales tiene un precio en dinero. Pero la canasta está compuesta de múltiples dimensiones: alimentos, bebidas, vestuario, vivienda y servicios públicos, muebles y electrodomésticos, transporte y vehículos, educación, salud, recreación, información y comunicación, restaurantes y hoteles, y otros bienes y servicios diversos[5].
La calidad de vida de la gente, su nivel de pobreza o de riqueza material depende de la magnitud de sus ingresos (salariales o por venta de productos) y de los precios de todos esos bienes y servicios. Si una persona o familia no tiene ingresos suficientes no podrá comprar muchas de las cosas que necesita y su pobreza se expresará en múltiples dimensiones, más en unas que en otras. Esta es una manera clara de medir la escasez de medios para vivir. En los casos de ingresos más bajos la persona o la familia no podrá comprar siquiera los alimentos básicos para nutrirse.
Desde la perspectiva de la comprensión del fenómeno de la pobreza y de las políticas públicas el paso siguiente es el estudio de las causas: ¿Por qué son bajos los ingresos de la gran mayoría de los trabajadores sean asalariados o por cuenta propia? ¿Por qué muchos trabajadores no tienen siquiera un empleo que les permita obtener un salario? Aquí surgen muchas diferencias en las explicaciones según los marcos teóricos utilizados para su estudio. Algunas de ellas son radicalmente críticas del modo de producción capitalista, como es la teoría marxista. Los economistas formados en las escuelas marginalista y neoclásica usualmente examinan el asunto sin ir al fondo y hacen todas las maromas posibles para exculpar al capitalismo.
El hecho concreto es que incrementar los salarios y los ingresos a partir de políticas públicas es algo muy complicado. Los mejores economistas del país, que han concentrado los altos cargos del Estado responsables del asunto, dentro de los cuales los egresados de la Universidad de los Andes han tenido la mayor parte, no han logrado encontrar la fórmula para resolver el “problema”, a pesar de su profundo conocimiento de la economía y sus estudios de doctorado. Un ejemplo es el propio Mauricio Santamaría. Tampoco han podido los economistas progresistas de la Nacional como Jorge Iván González, aunque hay que reconocer que su paso como director del DNP fue muy breve. La situación parece ser insoluble y la tozuda realidad tiende a darle la razón a los dogmáticos marxistas que plantean que no hay solución dentro del capitalismo.
Esto lo reconoce es el Banco Mundial, que no puede ser acusado de marxista. ¡Un siglo para eliminar la pobreza! ¡Por lo menos 40 años más para eliminar la pobreza extrema!
Banco Mundial ve que la meta de eliminar la pobreza extrema a 2030 no se cumplirá[6]
“De hecho ve que, la pobreza, que hoy la sufren personas que viven con menos de US$6,85 por día, tomará más de un siglo en eliminarla.”(subrayado en el original). “Lo mismo ocurre con la pobreza extrema, en este margen se incluyen a las personas que viven con menos de US$2,15 por día, el Banco Mundial dice que la meta de eliminar esa condición social en 2030, es casi imposible. “Podrían necesitarse tres décadas o más para eliminar la pobreza en ese umbral, que es relevante principalmente para los países de bajos ingresos” dicen los investigadores.” |
Pero los expertos en pobreza y los defensores del capitalismo no se desaniman por esta cruda realidad ni se quedan de brazos cruzados. Parte de su trabajo técnico es confundir sobre las verdaderas causas y generar ilusiones entre los trabajadores de que sus problemas si se van a resolver, así sea en cien años. La estrategia de desarrollar mediciones alternativas apunta claramente en este sentido: a) dejar de enfocarse tanto en el indicador de pobreza por ingresos, tan resistente a mejoramientos sustanciales; b) desviar la atención sobre dicho enfoque que conduce a echarle la culpa al capitalismo de los males de los trabajadores; c) enfocarse en la responsabilidad del Estado para hacer creer que la causa se encuentra en la gestión pública.
El índice de pobreza multidimensional le da entonces peso a dimensiones en las cuales puede la intervención del Estado tener algún efecto, aunque incluye algunas sobre las cuales es mucho más difícil, si no imposible. Las dimensiones sobre las cuales puede la gestión y el gasto público tener algunos resultados son: educación, salud, vivienda y servicios públicos; aquí el asunto se aborda desde la perspectiva del consumo y no de la fuente del ingreso. Las dimensiones sobre las cuales la capacidad de incidir son menores son desempleo e informalidad.
De este modo se pueden mostrar resultados en la lucha contra la pobreza. El gasto social puede incidir en que más niños y jóvenes asistan a la escuela, en que más personas estén afiliadas a la seguridad social en salud, en que los hogares de los trabajadores tengan acceso a energía eléctrica, gas, agua potable, saneamiento básico y aseo, y además acceso a vivienda o mejoramientos de vivienda. El Estado puede actuar sobre los efectos del sistema capitalista tomando recursos de la sociedad para asignarlos a dichas finalidades. Si los trabajadores no tienen salarios o ingresos suficientes para pagar la educación, la salud, los servicios públicos y la vivienda, el Estado les puede dar transferencias o monetarias o los servicios en especie. La fuente de la pobreza por ingresos no se toca, se abordan sus efectos. Los trabajadores siguen estando en condiciones de bajos ingresos y precarias condiciones laborales. Igualmente no se cuestiona en ningún momento su situación como trabajadores asalariados, esto es algo casi natural que no amerita siquiera una pregunta sobre su origen.
Santamaría confunde, intencionalmente, ciertas características de la pobreza con la causa o las causas de la pobreza. Me explico. En el esquema de pobreza multidimensional se afirma que el IPM es el resultado de unas ciertas carencias. Por ejemplo un hogar con analfabetismo, con inasistencia escolar, con trabajo infantil, sin aseguramiento a salud, sin acceso a fuente de agua o sin pisos adecuados en su vivienda es considerado como pobre en términos multidimensionales.
¿Cuál es la causa de la pobreza multidimensional? ¿Por qué este hogar tiene esas carencias? Pambelé no dudaría en responder que la causa es que no tiene ingresos suficientes y nos llevaría inmediatamente a la siguiente pregunta: ¿Por qué no tiene ingresos suficientes? Todos los caminos conducen al indicador unidimensional y al tema esencial de la magnitud y proporción del salario y los ingresos por cuenta propia. Pero en el enfoque multidimensional parecería que la causa de la pobreza -que aquí significa tener un alto valor en el índice de pobreza- es no asistir a la escuela o tener agua potable o no tener pisos adecuados. El efecto se convierte, como por arte de magia, en la causa. Los expertos en la materia confunden por completo el asunto.
¿Se trata de una deficiencia debida a incapacidad conceptual o teórica de técnicos como Santamaría? Podría ser. Pero en el fondo me parece que el asunto responde a la intención de encubrir o enredar el asunto de la pobreza. Se trata de llevar a los trabajadores a pensar que la responsabilidad se encuentra en el Estado que no ofrece suficientes y adecuados servicios y subsidios en materia de educación, de salud, de agua potable y saneamiento básico y de vivienda. El truco es claro. En lugar de enfocarse en la magnitud del ingreso salarial y por cuenta propia que nos llevaría a encontrar la causa en el capitalismo, los técnicos prefieren dirigir la mirada hacia el Estado.
El IPM no incluye indicadores críticos sobre la alimentación y nutrición de las personas: es evidente que si un hogar no tiene adecuada alimentación tampoco tiene ingresos para cubrir otras necesidades. En vivienda resultan sospechosos los bajos porcentajes de hogares con deficiencias[7]. Dice Catalina Velasco, exministra de vivienda: “¿Cuál es la situación en nuestro país? Tenemos 18 millones de hogares, de los cuales 1,2 están en déficit cuantitativo y cuatro en déficit cualitativo. El 28,9 % de los hogares colombianos necesita vivienda. Con estas cifras no podemos negar que la situación es crítica.[8]” Pero en el IPM ninguna de las variables llega al 10%.
La lucha ideológica
El manejo de la estadística y su interpretación hace parte de la lucha ideológica de clases. Es evidente que los defensores del capitalismo hacen todo lo posible por mostrar sus virtudes. Es evidente que los críticos del capitalismo quieren mostrar sus vicios. Pero el asunto de fondo no es mostrar aspectos buenos y malos sino de explicar qué es el capitalismo y entender la pobreza como elemento del sistema y no un elemento fortuito o de la naturaleza. Es un hecho que dentro del modo de producción capitalista pueden mejorar diversos aspectos de las condiciones de vida de los trabajadores y que en determinadas circunstancias los trabajadores asalariados pueden obtener una proporción mayor del producto al tiempo que conseguir salarios reales que permitan unas mejores condiciones de vida.
Pero no desaparece nunca la relación estructural de desigualdad de clases ni la condición de opresión y dominio sobre los trabajadores. Además, las conquistas de los trabajadores en determinado momento pueden perderse, como ha mostrado la historia de los Estados de bienestar y las políticas neoliberales (un ejemplo cercano: el gobierno de Milei en Argentina).
Pero independientemente de la concepción teórica es un hecho empírico innegable en Colombia que no logran resolverse “problemas” de fondo ni garantizarse los derechos establecidos en la Constitución Política: derecho a la propiedad para todos, derecho a la igualdad, derecho a un ingreso digno, derecho a un trabajo digno. Ya va más de un siglo de capitalismo: ¿Cuántos siglos más serán necesarios?
La lucha estadística
Las estadísticas que elabora el DANE sobre desigualdad y pobreza son incompletas y se presentan en forma desarticulada lo cual dificulta tener una buena aproximación a la medición del fenómeno. El Estado fija la línea de pobreza en niveles muy bajos, con lo cual “demuestra” que la pobreza no es tan alta. Construye un índice de pobreza multidimensional (IPM) diseñado para que también la pobreza no aparezca tan alta. El IPM confunde los efectos con las causas. Además el desempleo y el empleo informal no debería ponerse al mismo nivel del consumo. Es necesario presentar en forma separada: a) la capacidad de consumo con los ingresos (por ejemplo de educación, salud, servicios públicos y vivienda); b) la capacidad de consumo después de recibir las transferencias del gobierno y los servicios en especie.
Los trabajadores deberían presionar al gobierno de Petro para que el DANE y el DNP elaboren mejores estadísticas y las presenten con mucha mayor claridad.
- Establecer una canasta base para el cálculo de la línea de pobreza mucho más digna; esto implicaría inmediatamente evidenciar que los niveles de pobreza reales son muy superiores a los reconocidos actualmente.
- Presentar con claridad por grupos de bienes y servicios las cifras de gasto real efectivo y los efectos asociados (por ejemplo, gasto en alimentación real asociado los indicadores de nutrición, número de comidas al día, etc.)
- Presentar para cada grupo de gasto la compensación que hace el Estado mediante transferencias monetarias o prestación de servicios gratuitos o subsidiados.
- Mejorar los indicadores de desigualdad de riqueza y de ingresos, algo que se incluyó en el plan nacional de desarrollo y sobre lo cual hasta el momento no se han visto resultados.
ARTÍCULO 91. NUEVAS MEDICIONES. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- con el apoyo técnico del Departamento Nacional de Planeación DNP- elaborará y publicará nuevas mediciones de desigualdad en torno a la tierra, la propiedad inmueble, la tenencia de activos financieros y la riqueza en el país. Estas nuevas mediciones deberán ser usadas para la toma de decisión en materia de políticas públicas y serán divulgados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- a la opinión pública, de tal manera que dichos resultados sean de conocimiento público, para lo cual se deberá garantizar la reserva estadística establecida en el artículo 5 de la Ley 79 de 1993 o la norma que lo adicione o modifique.
PARÁGRAFO. Las metodologías de medición atenderán las buenas prácticas internacionales, las recomendaciones de expertos, la normatividad vigente en la materia, la información disponible y serán construidas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- en articulación con el Departamento Nacional de Planeación -DNP-, en el marco de una mesa de trabajo entre éstas entidades y las que se consideren pertinentes, la cual tendrá como objetivo evaluar la viabilidad técnica y condiciones para la elaboración y publicación de las nuevas mediciones Ley 2294 de 2023, plan nacional de desarrollo Colombia, potencia mundial de la vida. |
Una contradicción de Santamaría
Santamaría se muestra preocupado por resolver el problema de la pobreza mediante la formulación de políticas públicas adecuadas. Pero al mismo tiempo considera que el salario mínimo en Colombia es muy alto y es la causa del desempleo y la informalidad (algo que por cierto no demuestra en su artículo). Así que mientras que destaca los avances en la reducción de la pobreza multidimensional aboga por la disminución de los salarios con lo cual se limitaría aún más la capacidad de los trabajadores para comprar los bienes y servicios que necesitan. Es decir, su propuesta de política pública es que los trabajadores asalariados sean más pobres unidimensionalmente y puedan comprar menos cosas multidimensionalmente. Y que los capitalistas paguen lo menos posible.
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[1] https://www.sur.org.co/la-critica-de-andres-caro-a-petro-y-a-la-teoria-del-valor-de-marx/
[2] https://www.lasillavacia.com/opinion/golpe-de-realidad/
[3] https://www.larepublica.co/analisis/mauricio-santa-maria-2941063/la-pobreza-multidimensional-en-colombia-entre-avances-desafios-y-perspectivas-3295612
[4] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/pobreza-y-condiciones-de-vida/pobreza-multidimensional
[5] Estas son las categorías de gasto establecidas por el DANE para la medición del índice de precios al consumidor.
[6] https://www.larepublica.co/globoeconomia/banco-mundial-ve-que-la-meta-de-eliminar-la-pobreza-extrema-a-2030-no-se-cumplira-3975923
[7] La encuesta muestra que el 30% de los hogares tiene deficiencias cuantitativas o cualitativas. Esto significa que cerca de 17 millones de personas habitan en viviendas no adecuadas, de las cuales 3,5 millones en viviendas en las cuales no es posible hacer mejoramientos. Mediante el déficit cuantitativo el DANE identifica a los hogares que habitan en viviendas con deficiencias estructurales o de espacio que no se pueden mejorar y requieren necesariamente de una nueva vivienda. Mediante el déficit cualitativo se identifica a los hogares que habitan en viviendas con deficiencias no estructurales (hacinamiento mitigable, material de los pisos, acceso a servicios públicos) en las cuales es posible hacer mejoramientos para garantizar condiciones adecuadas de habitabilidad. DANE, Déficit habitacional, Boletín técnico, 4 de mayo de 2022
[8] https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/catalinavelasco/la-revolucion-de-las-llaves/
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
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