Sin embargo, sería Federico Engels en su trabajo sobre “La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845) quien observaría: “Pero la clase media inglesa y, en particular, la clase industrial que se enriquece directamente de la miseria de los trabajadores, no quiere saber nada de esta miseria. Ella que se siente fuerte, representativa de la nación, se avergüenza de mostrar a los ojos del mundo esta llaga en el flanco de Inglaterra; ella no quiere admitir que los obreros se hallan en la miseria, porque es ella, la clase industrial poseedora, quien tendría que asumir la responsabilidad moral de esta miseria”.
Existen múltiples conceptos sobre los cuales se puede decir si un ciudadano se encuentra en situación de pobreza. La pobreza objetiva se define con base en el ingreso o en las necesidades básicas insatisfechas a partir de una canasta básica de consumo aceptada socialmente. El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) identifica múltiples carencias a nivel de los hogares y las personas en los ámbitos de la salud, la educación y el nivel de vida. Cada integrante del hogar se clasifica como pobre o no pobre en función del número de carencias que experimente su hogar (Naciones Unidas). Entre tanto, la pobreza subjetiva parte de la percepción de los individuos con la situación en la que se encuentran.
Complementando lo anterior, florece Amartya Sen con un enfoque multidimensional. En esta perspectiva, “la pobreza debe concebirse como la privación de capacidades básicas y no meramente como la falta de ingreso, que es el criterio habitual con el que se identifica la pobreza”. Lo importante no son los bienes en sí mismo sino las capacidades, la habilidad de movimiento, la habilidad de satisfacer ciertas necesidades básicas, la capacidad de disponer de vivienda, la libertad de hacer vida en comunidad en la sociedad.
El concepto de Sen no es antagónico con el de pobreza en renta, al contrario, la incluye. La carencia de ingresos afecta directamente las capacidades y viceversa. Y definitivamente, no se puede olvidar que un generador importante de pobreza se asocia con la distribución de la riqueza (acumulación de ingresos); que si bien es importante no es el único.
Así pues, rompiendo la paradoja señalada por Ravallion y Lokshin[1] donde los economistas presuponen que son los individuos los “mejores jueces para apreciar el impacto de las políticas económicas sobre su bienestar y por otro lado se resistan a preguntarles a dichas personas si su bienestar ha mejorado o no”. Es así como han surgido muchas posibles preguntas para aproximarse a la pobreza subjetiva, tal y como lo muestra Aguado et al.
Los resultados de la pobreza subjetiva
Los resultados que a continuación se presentan tienen como base los micro-datos de la última Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares colombianos publicada por el DANE.
En la Encuesta se interrogó: ¿Usted se considera pobre? Esta pregunta se utiliza en muchos escenarios para investigar sobre la percepción que las personas tienen de la situación en la que se encuentran. De los 87 mil 201 hogares encuestados en Colombia entre el año 2016 y 2017, 30 mil 287 se consideran pobres (35%) y el restante 65%, no.
La percepción por regiones
En la mayoría de las regiones, hay una diferencia significativa entre los hogares que no se consideran pobres respecto a los que sí, excepto en la Región Atlántica. A nivel nacional, la muestra expandida arroja como resultado que el 61.9% de los hogares no se consideran pobres, mientras que el restante 38.1% sí.
Entre áreas, los resultados son disímiles: Las personas se consideran pobres más en las el área rural dispersa (64%), que en los centros poblados (55%) y en las cabeceras (33%) (Gráfico 1 y Cuadro 1).
Respecto a los ingresos
La encuesta consulta: Usted considera que los ingresos mensuales del hogar son más que suficientes, suficiente o si no alcanzan para la cubrir los gastos básicos. Los resultados muestran que para el 3% son más que suficientes; 26% suficientes y para el restante 71%, no alcanzan.
Respecto a quienes NO se consideran pobres, la mayoría de los encuestados que piensan que sus ingresos “Son más que suficientes para cubrir los gastos básicos” se encuentran en este subconjunto (91%); al igual para los que opinan que los ingresos “Son suficientes para cubrir los gastos básicos” (86%). Finalmente, el porcentaje que señala que sus ingresos “No alcanzan para cubrir los gastos básicos” y, se consideran pobres, fue del 43%.
Entre otros elementos a destacar con la pobreza subjetiva y que se encuentran asociados con la vivienda, se resaltan:
- La energía o el combustible con el cual cocinan. Los hogares que cocinan con Gas natural conectado a red pública o Electricidad, claramente la mayoría de ellos se consideran no pobres; situación contraria a los que cocinan con Materiales de desecho o Carbón mineral o Leña, madera o carbón de leña (Gráfico 2).
- Respecto al Total de personas en el hogar, los de menor número de personas se consideran en su mayoría como no pobres, situación contraria ocurre con los hogares con un gran número (Gráfico 3). La cantidad de miembros a partir de la cual se entre cruzan las dos curvas es siete (7) miembros, donde la diferencia comienza a ser significativa desde el punto estadístico.
- De igual manera, se encuentra una correlación negativa entre el nivel de estudio (¿Cuál es el último año o grado aprobado en este nivel … ?) y la percepción que se tiene sobre la pobreza; en términos de Amartya Sen de las capacidades: A mayores capacidades (mayor educación) menor pobreza subjetiva. Si de contera se acepta la relación directa entre ingreso y educación (Becker 1964)[2], entonces se puede concluir que el nivel de ingresos impacta la percepción de pobreza que tenga el ciudadano.
Nivel educativo y percepción de pobreza
La Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares en los microdatos trae un módulo que caracteriza a las personas del hogar, a los cuales se les indaga acerca de ¿Cuál es el último año o grado aprobado en este nivel … ? y la respuesta va desde ninguno pasando por preescolar, los niveles de primaria, secundaria, así como los años de educación superior o universitaria o no sabe no informa.
Entre los resultados que se pueden extraer del análisis de los microdatos están:
- El 27% tienen un nivel de escolaridad entre preescolar y primaria;
- El 42% un nivel de secundaria;
- El 20% un nivel de educación superior o universitaria; y,
- El restante 11% no sabe o no informa.
La distribución de las personas según su nivel educativo, que se encuentran en un hogar que se considera pobre es:
- El 40% de las personas que no informan;
- El 45% de los que tienen un nivel de primaria o preescolar;
- El 36% con un nivel de bachillerato; y,
- El 21% con estudios en educación superior.
A mayor nivel educativo de los ciudadanos, capacidades en términos de Amartya Sen, menor es la percepción de pobreza en su hogar.
Dado lo anterior, e intentando evaluar el efecto que tiene el nivel educativo en la percepción de pobreza de los 87 mil 201 hogares encuestados, se estimó un modelo logit a partir de la información suministrada sobre cada una de las personas del hogar encuestado, resultando que la probabilidad que una persona no se encuentre en un hogar que se percibe como pobre aumenta con el nivel educativo. El umbral donde el cambio de probabilidad se encuentra antes de comenzar la media secundaria, pues las variables asociadas con el curso de décimo grado y el inicio de la media secundaria son no significativas desde el punto de vista estadístico. No sobra destacar que las personas con estudios universitarios tienen una alta probabilidad de encontrarse en un hogar que no se considera pobre.
En suma…
La pobreza subjetiva es otro mecanismo para evaluar la pobreza. Para su medición, la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares utilizó la pregunta: ¿Usted se considera pobre? Los microdatos para estudiar los determinantes de la pobreza subjetiva se encuentran disponibles en la página web del DANE (http://microdatos.dane.gov.co/index.php/catalog/566/datafile/F23). Finalmente, ingreso y educación (capacidades) son determinantes en la percepción de la pobreza por parte del ciudadano. Las familias que tienen personas en educación superior probablemente se perciben como no pobres. La educación es un elemento fundamental para profundizar las capacidades de las personas y la percepción acerca de su pobreza.
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Jorge Enrique Espitia
Foto obtenida de: El Colombiano
[1] Beker, Gary. 1964. Human capital: a theoretical and empirical analysis, with special reference to education,National Bureau of Economic Research (NBER), núm. 80.
[2] Citado por Aguado Quintero, Luis Fernando, Osorio Mejía, Ana Maria, Percepción subjetiva de los pobres: Una alternativa a la medición de la pobreza. Reflexión Política [en línea] 2006, 8 (junio): [Fecha de consulta: 23 de octubre de 2018] Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11001503.
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