En las últimas tres décadas el país ha sufrido un proceso de desindustrialización que tiene que ver con la reprimarización de la economía, esto es, la dependencia de las exportaciones del petróleo y de minerales, sin que estos tengas ningún valor agregado. Colombia ha tenido dos etapas recientes, una que se ubica entre 1965-1990 en donde las exportaciones industriales aumentaron de 4,7% a 16,4% en 1990, en donde existía una mayor intervención del Estado bajo un modelo proteccionista, luego vino la apertura económica de la década de los 90, impulsada por el ex presidente César Gaviria, en donde existe un consenso entre los investigadores, que debilitó la estructura económica del país, dado que se postuló que había que depositar la confianza en las fuerzas del mercado, y el resultado fue una recesión económica que tuvo que enfrentar el país en el año 1999.
La visión que se adoptó en estas tres décadas fue la del individualismo del empresario, la del emprenderismo individual, la que se propone es una visión de las economías de aglomeración en donde se crean las condiciones espaciales, urbanísticas, de capital humano, y regulatorias, esto implica vías, educación, salud, transporte, que posibiliten mejorar la productividad. Lo cierto es que Colombia presenta un evidente atraso en ciencia, tecnología e innovación, y como lo plantea la economista Mariana Mazzucato, se requiere un liderazgo del Estado para actualizar al país en esta materia, dado que estas inversiones son inciertas y de largo plazo.
Otro elemento diagnóstico que ubica González, es que las bonanzas del petróleo se manejaron muy mal, no se aprovecharon para invertir en crecimiento, aún en las épocas de las bonanzas petroleras, entre los años 2004 a 2022, el déficit de la cuenta corriente de Estado se mantuvo, es decir, siguieron siendo mayores las importaciones que las exportaciones, esto habla de un desprecio por el mercado interno que generó lo que se ha denominado la enfermedad holandesa, caracterizada por la revaluación del peso, la importación de bienes y la destrucción del aparato productivo nacional.
La visión que predominó fue la de austeridad, cuando lo que se tenía que hacer para movilizar la economía era aumentar el gasto público. A eso se suma la equivocada visión del Banco de la República, que persiste hasta el día de hoy, en que considera que para bajar la inflación hay que aumentar las tasas de interés, cuando se ha demostrado que los precios están subiendo por el aumento de los costos de producción, que se aumentan más con las altas tasas e interés, disminuyendo la inversión.
De otro lado, se debe avanzar en instrumentos de recaudo que se establecieron en el Plan Nacional de Desarrollo como el establecimiento de prediales urbanos, impuestos a la tierra cuando estas no sean productivas, lo que a obliga a vender o a destinarla a la producción. Todos estos instrumentos se han utilizado en el mundo entero para mejor la productividad y reindustrializar.
En ese contexto, la política de reindustrialización del país, adoptada por el gobierno nacional tiene como objetivo central la generación de valor agregado para la producción de bienes y servicios de los sectores económicos que componen la base productiva de la economía colombiana, lo que se pretende es transitar de una economía extractivista a una economía productiva y sostenible. Esto pasa por fortalecer el talento humano, la generación de una sociedad del conocimiento, ampliar el relacionamiento de Colombia con socios comerciales en Latinoamérica, Norteamérica, Europa y Asia, para por la identificación, diversificación de la matriz productiva, la financiación y el crédito de fomento para propuestas estratégicas.
Los datos que presenta el Ministerio de Hacienda y Crédito Público en el Conpes de reindustrialización muestran que por cada mil millones de pesos de aumento de la producción se crearían entre 10 y 37 empleos adicionales en el país. Como habíamos mencionado en el escrito anterior, los cuatro sectores que se identificaron como estratégicos para la generación de incentivos en la reindustrialización son: Agroindustria y soberanía alimentaria, Transición Energética Justa, Reindustrialización en el sector salud con producción nacional de medicamentos, insumos, tecnologías, vacunas y reindustrialización para la defensa y la vida, que se refiere a fabricación de equipo de transporte.
Existen varios elementos que tienen que ser implementados en cada uno de estos sectores para avanzar en el objetivo, uno de ellos es la necesidad de establecer un acuerdo con las instituciones de educación superior, técnicas y tecnológicas, para armonizar la formación educativa con las necesidades productivas del país, además que se requiere una transformación cultural desde la educación para que desde allí se forje la democracia como vivencia cultural, se requiere que el sector educativo incursione con mayor fuerza en el campo de formación de las nuevas tecnologías de la información, la robótica, la inteligencia artificial, las matemáticas, las ciencias básicas, las ingenierías, que son requeridas para el impulso de estas industrias, por su puesto que se requieren todo tipo de profesiones, pero los estudios que se han realizado, se ha mostrado que existe carencia en estas áreas del saber.
Se ha identificado que no ha habido desarrollos en el campo de la economía circular, específicamente en el aprovechamiento de residuos sólidos municipales, esto requiere una asistencia técnica por parte del Ministerio de Vivienda a los entes territoriales, y el de Minas y Energía para que exista una estrategia de impulso de tecnologías y formación técnica aplicada al sector de residuos sólidos, agua y saneamiento básico.
Otro elemento que debe considerarse en la reindustrialización es el financiamiento y el crédito de fomento, en donde se propuso que el Ministerio de Hacienda creara instrumentos de financiación para proyectos estratégicos en las líneas industriales definidas, allí se vincularía el fondo nacional de garantías con el Grupo Bicentenario con un programa de financiamiento de propuestas de innovación científica y tecnológica en las líneas señaladas, además de mecanismos de capital semilla. En esto se debe avanzar con mayor rapidez, dado que, sin crédito de fomento ni financiación, no es posible la reindustrialización.
Otro elemento central es establecer una infraestructura física y digital para promover la conectividad del mercado interno y los mercados externos. Esto se suma a la necesidad de promover encadenamientos productivos, en este sentido el Plan Nacional de Desarrollo incluyó dentro de sus líneas de inversión los centros de industrialización Zasca para la cadena de valor de manufactura, agroindustria, metalmecánica y tecnología.
Todos estos aspectos están considerados en la política pública de reindustrialización del gobierno nacional, pero corresponde avanzar con mayor celeridad en la materialización de la ruta allí expuesta que va en el sentido correcto. Esto requiere una alta gerencia pública que haga un seguimiento diario y detallado a la gestión inter ministerial que se requiere para hacer realidad la ruta de la política pública de reindustrialización definida en este documento Conpes. Pero se requieren medidas concretas y metas verificables en materia de créditos de fomento y apoyo a los procesos de reindustrialización en las líneas estratégicas ya definidas.
Carolina Corcho Mejía, Exministra de salud, médica psiquiatra
Foto tomada de: Bloomberg Línea
Hernan Pardo Silva says
Ideas adicionales para la nueva industrialización
Colombia cuanta con 2 recursos naturales extraordinarios: suelos productivos improductivos y aguas descendientes. El gobierno esta incumpliendo su deber de ordenar la producción agropecuaria con la utilización de estos 2 recursos porque puede extinguir el dominio de los suelos improductivos que además son una de los principales depredadores del medio ambiente. Los suelos actualmente convertidos en potreros en degradación fueron arrebatados a la nación utilizando a los Campesinos colonos para tumbar el bosque, hacer cultivos temporales de pan coger y sembrar pastos, para luego ser arrebatados a la fuerza por los señores de la guerra, obligándolos a seguir el ciclo depredador monte adentro o desplazarse a los cinturones de miseria o morir. 48 millones de hectáreas tumbadas de las cuales 40 millones sembradas en pastos para sostener 28 millones de reses cuando en semi-estabulación bastarían 4 millones de hectáreas para sembrar sus alimentos y alojarlas en condiciones de bienestar animal, que hoy no tienen, pudiendo duplicarse a mediano plazo con un paulatino y factible aumento de la productividad, minimizando el impacto ambiental en los suelos, las aguas y el aire. Las 36 millones de hectáreas restantes podría producir alimentos para mas de 500 millones de personas, o sea que se llegaría a exportar el 90% de la producción.
He propuesto negociar con los terratenientes para ayudarles a tecnificar la ganadería ampliándola en economía circular para producir vegetales para auto-consumo y exportación, en la mitad de los 36 millones, para que en la otra mitad se puedan construir 2 millones de fincas campesinas en forma sistemática. La industrialización de la producción agropecuaria requerirá tal volumen de maquinaria, grande, mediana y pequeña que se debe desarrollar una industria metal-mecánica robotizada que puede iniciar con sucursales de los grandes productores mundiales con transferencia de tecnología, aplicable igualmente a los ferrocarriles de carga y a los generadores de energías limpias de agua, sol y aire. El altiplano Cundí-Boyacence tiene todos los recursos (humanos, hierro, carbón, etc.) y el clima adecuados para ser un gran centro industrial robotizado y Ecopetrol puede construir y operar las centrales eléctricas y su conducción.
Hernan Pardo Silva says
La financiación de la producción agropecuaria e industrial propuesta se garantiza con los suelos desmontados revertido a la nación, los recursos mineros y con las aguas descendientes, sostenibles y ampliables con una reforestación adecuada, y con concesiones temporales de máximo 20 años. Si se diseña la gran cadena productiva propuesta se podrá probar la factibilidad de los proyectos energéticos y productivos para conseguir los créditos en divisas para pagar la transferencia tecnológica y los bienes importados. El crédito nacional puede suministrarlo el banco de la República porque es demostrable el aumento de la producción y del consumo que se lograría, local y importado, para justificar el aumento del dinero circulante. Claro está que debemos rescatar los poderes del Estado de las plutocracias que lo detectan para superar el saboteo actual. Es indispensable ganar las elecciones de 2026 de la Presidencia y del Congreso para poder desatar las fuerzas productivas hoy prisioneras de la avaricia egoísta.