Ante el anuncio del presidente Trump de aumentar los Aranceles en un 25% a México y Canadá, en medio de un estruendoso anuncio, no sólo frente a estos dos países, sino a otros como Colombia y China, la presidenta respondió con firmeza ratificando la soberanía de México, y rechazando las acusaciones de Washington de la alianza del país Azteca con grupos terroristas, por el contrario increpó que es desde EEUU desde donde se venden armas a grupos armados ilegales, a quienes se les han incautado armas en México que son de uso exclusivo del ejército de los EEUU.
El otro tema de discusión es la entrada de Fentanilo desde México a los EEUU, en donde la mandataria increpa que el gobierno de los EEUU no ha adoptado una política de salud pública que aborde el consumo y la adicción, se limita a culpar a los otros países de esta calamitosa situación, sin que tome medidas en su propio territorio.
El Fentanilo como droga sintética está produciendo alrededor de 100 mil muertes al año en EEUU por sobredosis y miles de ciudadanos en las calles bajo los efectos somníferos de esta droga, la Casa Blanca poco ha hecho para remediar esta situación, desde la perspectiva de salud pública y el control del tráfico y la producción interna.
Desde esta perspectiva, Trump ha diseñado una declaratoria de emergencia nacional que ha justificado argumentando que la crisis de los Estados Unidos se debe a los 11 millones de migrantes ilegales que pueblan su territorio y que la crisis ocasionada por el alto consumo del Fentanilo se debe a que ni México, ni Canadá, Ni China hacen lo suficiente para controlar su producción y tráfico de esta sustancia altamente psicoactiva hacia territorio de los Estados Unidos. Es de anotar que el tema del consumo del fentanilo que es grave, disminuyó durante el gobierno de Biden, la Casa Blanca alega que los componentes para la producción del mismo llegan desde China e ingresan por la frontera con México. No obstante Trump ha dejado ver que las medidas económicas que está tomando realmente tienen que ver con una guerra económica y comercial proteccionista, lo que lo ha llevado en sus discursos a inflar cifras para mostrar los intercambios con México y Canadá como subvenciones.
Dentro de la letra menuda ha definido que, si China, México y Canadá responden con el aumento de sus propios aranceles, iniciando una guerra comercial con EEUU, la respuesta será un aumento superior de los aranceles. Es de anotar que para el 2024 EEUU importó de México bienes por valor de 466 mil millones de dólares, de Canadá por 377 mil millones dólares y de China por 401 mil millones, entre los tres constituyen la mitad de las importaciones de los EEUU. Trump ha anunciado que pondrá aranceles a los chips, al petróleo, al gas, al acero para protección de la industria siderúrgica y un muro arancelario para proteger la industria farmacéutica. El inicio del aumento de los aranceles se haría hasta que Trump discrecionalmente decida que se debe hacer suspensión de la medida.
La respuesta de la presidenta Sheinbaum ha estado caracterizada por una postura de firmeza y defensa de la soberanía de su país, pero resaltó que se debe mantener una apertura al diálogo, “por la fuerza nada”, ha afirmado. Ante los anuncios, llevó a cabo varias llamadas telefónicas a su homólogo de los EEUU, y sostuvo una conversación de tres cuartos de hora, en donde acordaron suspender el aumento de aranceles por un mes, desplazar 10 mil guardas de México a la frontera para evitar el tráfico de drogas de México y los EEUU. Estados Unidos se comprometió a trabajar en evitar el tráfico de armas de alto poder a México. Se instalaron mesas técnicas para trabajar un acuerdo conjunto en temas de seguridad y comercio. A este proceso se sumó el gobierno de Canadá que está sometido a las mismas condiciones y amenazas. Claudia Sheinbaum con una postura de firmeza y diálogo, logró lo que parecía imposible, ganar tiempo aplazando el aumento de aranceles por parte de los EEUU. Desde luego que esto nueva relación con EEUU apenas empieza, y está lejos de resolverse con facilidad, pero logró un espacio para preparar a su país.
Esto se sumó a una convocatoria que hizo la Presidencia en donde logró unificar al empresariado mexicano para desarrollar lo que se ha denominado el “Plan México”, que les permitirá hacer frente a las negociaciones con EEUU. La mandataria ha logrado un consenso en el país para respaldar sus acciones frente a la Casa Blanca, mediante el espacio de las mañaneras con la serenidad y frescura que la caracteriza, ha explicado al pueblo mexicano los detalles de los sucesos, aparece rodeada de un equipo de muy alto nivel y de su gabinete, explicando las acciones concretas que se van a emprender, con instrucciones precisas a sus subalternos para desarrollar acciones concretas. El manejo que la mandataria ha dado a esta situación ha sido metódico, ordenado, de un trabajo colectivo que denota un liderazgo femenino digno de ser valorado en la región latinoamericana y por otros gobiernos. El manejo es altamente complejo pues el 80% de las exportaciones de México tiene como destino los Estados Unidos.
Ahora bien, ante los anuncios injerencistas de Trump sobre América Latina que implican a Panamá, Cuba, Nicaragua, Colombia y Venezuela de manera directa e impactan a toda la región por la masiva expulsión de los migrantes de América Latina es absolutamente necesaria una gestión diplomática para lograr un consenso sino unánime por lo menos mayoritario de América Latina para hacer frente a la política injerencista de Trump para la región. Este organismo latinoamericano debe ser sin lugar a Dudas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
Carolina Corcho Mejía, Exministra de Salud, médica psiquiatra.
Foto tomada de: CNN
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