La crítica de Sarmiento: afirmaciones y evidencias
Señala Sarmiento que estamos inmersos en una crisis y que Duque no ha logrado ni intentado atacar ninguno de los problemas estructurales de la economía nacional y la actividad productiva sigue sin rumbo o dirección alguna. La evidencia empírica que ofrece se sintetiza a continuación:
- La dinámica económica no despega y la actividad productiva se encuentra muy por debajo de su capacidad: durante 2018 y 2019 el PIB no ha logrado pasar de 3%.
- El desempleo no para de crecer desde hace cuatro años y la destrucción de puestos de trabajo es catastrófica. En 2019 llegó a 11% y se pasó entre abril y junio de 2018 y el mismo período de 2019 de 2.351.000 desempleados a 2.497.000. Esto se debe a la recesión, la quiebra de empresas, la caída en la demanda de consumo de los hogares, la pérdida de productividad y a los altos costos de la mano de obra, y al cambio tecnológico. Por su parte el subempleo objetivo pasó de 9,6% a 11%, llegando a 2,7 millones y la informalidad llegó al 47,9%
- Entre 2016 y 2018 ingresaron a la pobreza multidimensional 1,1 millones de personas. Los índices de sufrimiento de la sociedad colombiana han retornado a niveles angustiantes; a partir de 2016 los datos de pobreza, violencia y desigualdad volvieron a incrementarse.
- El déficit comercial y fiscal son elevados y la deuda pública crece. La economía colombiana se fundamenta en las actividades extractivas, la especulación financiera y la producción de bienes primarios de poco valor agregado; es una estructura productiva precaria que se ha venido desmontando, lo cual incide en el enorme déficit fiscal que se proyecta alcanzará USD 9.000 millones; las importaciones superan en 21% a las exportaciones. El déficit en cuenta corriente llegará a un 4% del PIB. En 2019 el déficit fiscal supera en más del 3% del PIB a los ingresos
- El Estado está carcomido por la corrupción y la mala gestión.
- Persisten las violencias generalizadas, el conflicto armado, las organizaciones criminales y el terrorismo estatal.
- La desigualdad persiste: “otro escenario preocupante es que Colombia sigue ocupando uno de los primeros puestos en desigualdad, además exhibe una pornográfica y permanente agudización hacia la concentración del ingreso y la riqueza”. Colombia es un país inequitativo en la distribución de tierras, concentración de las cuentas bancarias, oportunidades de trabajo y educativas, propiedad accionaria, reparto del valor agregado y en general en todas las actividades económicas” (p. 13)
Considera por tanto Sarmiento que el balance es pésimo en el mercado laboral; mal en las cuentas externas y en las fiscales; flojo en crecimiento económico y desastroso en materia de pobreza, distribución del ingreso, seguridad y violencia. Para Sarmiento, y según él, para los principales medios de prensa internacionales, ha sido un año fallido, un gobierno sin rumbo sin nada que mostrar; ni siquiera los gremios califican bien al gobierno.
Un diagnóstico errado
Parecería que Sarmiento parte de la idea, infundada en mi opinión, de que el papel del gobierno en general y del gobierno Duque en particular es resolver los problemas estructurales de la economía nacional y la situación de las clases trabajadoras.
El diagnóstico de Sarmiento tiene en mi opinión varias deficiencias. Interpreta como crisis y problemas un conjunto de situaciones que son características inherentes del capitalismo y no menciona ni examina en ningún momento el propósito fundamental del capitalismo: la obtención del mayor plusvalor posible. El desempleo, por ejemplo, es un drama para las personas que lo padecen pero una situación generada por la dinámica de la acumulación capitalista y claramente beneficiosa para los capitalistas en la medida en que el mercado laboral les resulta favorable por el exceso de oferta de trabajadores[2].
La desigualdad del ingreso puede parecer preocupante, aberrante, excesiva, “pornográfica” pero es evidentemente un estupendo indicador para los dueños del país que concentran el ingreso y la riqueza. La pobreza y la miseria son una tragedia para millones de personas pero son la base de la riqueza de unos pocos. El crecimiento económico puede ser precario o bajo pero el propósito del capitalismo es obtener plusvalor y no desarrollar o hacer crecer al país; aún con estas tasas bajas se siguen obteniendo enormes ganancias[3].
A esta descripción de la debacle duquista le faltó mostrar que durante el primer semestre de 2019 los bancos obtuvieron extraordinarias ganancias (10,7 billones)[4] y falta tener los datos de las ganancias de los demás sectores y la 1.000 empresas más grandes, para muy posiblemente encontrar que en medio de tan apocalíptico panorama, los capitalistas y especialmente los más grandes continúan acumulando riqueza. Dicho de otra forma, los objetivos del sistema capitalista se están cumpliendo y el presidente Duque contribuye adecuadamente a estos resultados[5].
Parecería que Sarmiento juzga a la economía capitalista colombiana como si fuera una sociedad socialista o colectiva, organizada al servicio de todas las personas, y por tanto le pide cuentas desde esta perspectiva; además se enfoca en la responsabilidad de un individuo al que llena de epítetos (advenedizo, inepto, sub-presidente, ciego sordo, carente de liderazgo, gris, etc.) como si no se tratara de un sistema coherente estructurado alrededor de la busca de beneficios para unos cuantos capitalistas, dentro del cual el individuo es apenas un accidente.
Una frase ejemplifica el tipo de ilusiones que inspiran a Sarmiento: “Desde la constitución como república independiente, hace doscientos años, el manejo del país se ha basado en la exclusión, y nunca la desigualdad económica ha hecho parte de una política pública que comprometa al Estado o a las clases dominantes.” (p. 13). ¡Cómo si a las clases dominantes les interesara tener una política pública comprometida con la lucha contra la desigualdad económica!
Lo que pasa actualmente en Colombia no es muy distinto de lo que ha pasado siempre: una economía con crecimiento mediocre, siempre con bajos ingresos absolutos y relativos de los trabajadores, niveles altos de pobreza y miseria, desempleo, subempleo e informalidad permanentes, desequilibrios fiscales, comerciales y cambiarios, pero que al mismo tiempo genera todos los años por lo menos la mitad del PIB a los capitalistas y les permite enriquecerse cada vez más. Quizá la crítica que podría hacerse al gobierno es que no estimula una actividad económica más fuerte que genere mayores utilidades.
De su actitud depende su futuro: Duque Linares[6]
Me parece entonces que Sarmiento está enredado en la terminología y en la lógica del sistema que aparentemente critica; es una crítica dentro del sistema y no una crítica del sistema mismo, por lo tanto, me parece una crítica conservadora. Parecería que cree posible dentro del capitalismo un desarrollo sostenible que respete la dignidad humana, la igualdad, la democracia, los derechos humanos y la armonía sociedad-naturaleza, y que además esto podría lograrse con pura voluntad. Menciona al final de su artículo el libro de David Landes “La pobreza y la riqueza de las naciones” para, parece, suscribir su tesis central, que el desarrollo sostenible depende de rasgos particulares de los individuos o de la corrupción y los rasgos negativos de la clase dirigente.
Sobre lo primero dice que el factor clave para explicar por qué determinados países son capaces de dar un salto al desarrollo sostenible, es el “bagaje cultural del país, en especial el trabajo disciplinado y duro, el ahorro, la honestidad, paciencia y tenacidad, así como su grado de apertura al cambio, a la ciencia y a las nuevas tecnologías”. Y los factores principales del estancamiento son “la cultura, la corrupción y una clase dirigente lumpen, violenta e inepta”. Es decir, el desarrollo depende de que los individuos sean buenos y promuevan el desarrollo y el atraso de que los individuos, y en especial las clases dirigentes, sean malos, corruptos y lumpen. Todo se explicaría desde los individuos.
Landes termina su libro interpretando la pobreza y la riqueza de las naciones desde una perspectiva intelectualmente muy pobre. No se aproxima a tratar de entender el movimiento del capitalismo y sus consecuencias y termina endilgando las responsabilidades a la cultura y a los propios individuos. Se pregunta al final por los pobres y critica los programas de asistencia internacional contra la pobreza para terminar con una propuesta digna de Duque Linares[7]: “No, lo que importa es el trabajo, el ahorro, la honestidad, la paciencia, la tenacidad.” Reconoce que esto puede sonar como una indiferencia egoísta con los pobres pero remata sus propuestas de política con otra frase duquista (de Duque Linares): “Pero en el fondo, ningún empoderamiento es tan efectivo como el auto empoderamiento”[8] Jorge Duque Linares, sin haber hecho el profundo estudio histórico de David Landes, ni haber escrito un libro de 650 páginas, tan bien documentado afirma: “Nada le será negado en ningún campo, si toma conciencia de su valor humano”[9].
Del libro de Landes dijo John Kenneth Galbraith “Verdaderamente maravilloso. Ninguna duda de que esto establecerá a David Landes como una eminencia en su campo y en su tiempo”; Robert Solow afirmó “David Landes ha escrito una investigación maestra de los grandes éxitos y fracasos de la historia económica mundial”. Duque Linares debería sentirse muy orgulloso de llegar a conclusiones similares a las de semejante maestro.
La sociedad capitalista, en este tipo de interpretaciones, desaparece y todo queda reducido a rasgos individuales. Y algo similar ocurre con la referencia a la corrupción y a la clase dirigente lumpen, como si por tener una clase dirigente honesta fueran a desaparecer como por arte de magia las consecuencias necesarias e inevitables del capitalismo[10]. La experiencia de Mockus como alcalde de Bogotá es ilustradora sobre la ilusión de solucionar las consecuencias del capitalismo con base en la honestidad.
Me parece que este tipo de análisis, muy ricos en información, en vez de ayudar a entender confunden, porque no señalan la esencia del sistema capitalista y por tanto no explica a los millones de trabajadores de dónde provienen sus problemas, generando la ilusión de que si tuviéramos un presidente capaz, apto, con liderazgo e independiente de su mentor se resolverían los problemas del país.
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[1] Desde Abajo, La otra posición para leer, Año XXVIII, Agosto 20- Septiembre 20 de 2019, pp. 11-13.
[2] https://www.sur.org.co/el-desempleo-es-malo-para-la-gente-pero-tambien-es-esencial-para-el-buen-funcionamiento-de-los-mercados-nos-ensena-el-profesor-jacobo-del-externado/
[3] https://www.sur.org.co/la-economia-esta-estancada-un-debate-que-oculta-mas-de-lo-que-revela/
[4] “El sector financiero colombiano arrojó buenos resultados en el primer semestre de este año, no solo con cifras positivas para las entidades, sino con rendimientos para los ahorros que administran del público. La Superintendencia Financiera informó ayer que, entre enero y junio del 2019, las compañías de esta industria tuvieron utilidades por 10,7 billones de pesos, tras un incremento anual de 3,2 billones de pesos. Esto obedece no solo a incrementos en su actividad particular, sino a los buenos resultados que han tenido sus inversiones gracias al buen desempeño de los mercados en la primera mitad de este año.” https://www.portafolio.co/economia/entidades-financieras-con-mas-ganancias-533075
[5] https://www.sur.org.co/balance-del-gobierno-de-duque-cumplimiento-pleno-de-las-funciones-del-estado-capitalista/
[6] http://www.jorgeduquelinares.org/index.html
[7] Orientador y experto en superación personal. http://www.jorgeduquelinares.org/jdl.html
[8] Landes, David, The Wealth and Poverty of Nations, WW. Norton and Company, New York, London, 1998, p.523. Los textos traducidos son “No, what counts is work, thrift, honesty, patience, tenacity” y “But at bottom, no empowerment is so effective as self-empowerment”.
[9] Esto lo dice Jorge Duque Linares en la promoción de su libro Actitud Positiva. http://www.jorgeduquelinares.org/actitud.html
[10] https://www.sur.org.co/la-corrupcion-no-es-el-principal-problema-pero-es-un-extraordinario-distractor/
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Asobancaria
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