Estamos con el profesor Alvaro Pardo, dinamizador del eje de Transición Energética del Pacto Histórico, para que nos explique con mayor detalle la propuesta y resuelva dudas y comentarios que han hecho muchas personas, expertos y lideres gremiales en las últimas semanas.
Profesor, ¿en qué consiste la Transición Energética (TE) y cuánto tiempo se espera que dure ese proceso?
Gracias Francisco por esta oportunidad y quisiera empezar señalando que la transición que el PH propone se enmarca en un proceso más amplio encaminado a superar las graves deficiencias del actual modelo económico, como son la inequidad y la violencia, eso significa romper paradigmas, como el del crecimiento perpetuo y la extracción infinita de los recursos naturales no renovables (rnnr). La transición energética es un aspecto más de esa transición amplia, justa y democrática que es la base de la propuesta.
Aclarado ese punto, debo señalar que la transición energética es un proceso mediante el cual se busca que las economías superen su dependencia de los combustibles fósiles y se enruten a la construcción de economías que utilicen energías renovables; esta es la única forma conocida, responsable e inteligente, para responder a los enormes problemas que nos plantea el haber afectado o modificado los ciclos naturales del planeta, con graves consecuencias sobre los seres vivos que habitamos en la tierra, el único hogar que conocemos.
Le hemos escuchado, profesor, que la propuesta de TE requiere de acciones tanto de la oferta de hidrocarburos y combustibles, pero también desde la demanda de combustibles por parte de la economía y de las familias. ¿Cómo es eso?
En términos generales, la propuesta incorpora decisiones orientadas a limitar la extracción de combustibles fósiles, que ya se esta dando en la práctica según nuestro análisis de las cifras, y de otro lado la reducción de la demanda de combustibles por parte de los sectores que más los utilizan, como el transporte y la industria, y la electricidad que se utiliza a nivel residencial.
Los más importante es la demanda, pues a menos demanda, menos extracción de combustibles fósiles. Creemos que el sector del transporte debe avanzar hacia la sustitución de vehículos a combustión por vehículos eléctricos, pero eso debe ir de la mano de un importante sistema de transporte eléctrico para pasajeros y carga; pensamos que el sector industrial debe empezar una importante reconversión de sus sistemas de generación de calor y vapor a sistemas limpios, y las familias debemos empezar a pensar que no podemos seguir consumiendo de manera exagerada, que debemos racionalizar nuestros consumos, para evitar la extracción irracional de los recursos naturales del planeta.
Otra forma de limitar la extracción de combustibles fósiles tiene que ver con la puesta en marcha de los trenes eléctricos y las autopistas fluviales. Ahora bien, el nuevo modelo de movilidad de pasajeros y carga debe ir de la mano de un robusto programa de generación de energías renovables, no solo a partir de empresas privadas como lo viene haciendo al actual gobierno, sino también con la participación de empresas públicas en las regiones, de las cooperativas energéticas comunitarias y la creación de regiones con autonomía energética.
¿Por qué este tema debe preocuparnos tanto a los colombianos y qué tiene que ver esa preocupación con la matriz de energías primarias?
En el último siglo, los países y la humanidad entera nos encaminamos a construir economías basadas en los combustibles fósiles que tienen un gran problema y es que su uso (combustión), genera Gases de Efecto Invernadero (GEI), que son junto con la deforestación y la perdida de la biodiversidad, los grandes responsables de la alteración del ciclo del clima del planeta. Estamos entonces ante el enorme reto de desescalonar la extracción de los combustibles fósiles y reducir la oferta de combustibles a la economía para hacer frente a los disturbios climáticos que hemos causado.
Muchas organizaciones internacionales han llamado a dejar enterrado el carbón y los hidrocarburos para evitar el colapso climático, por eso se debe ir reduciendo la extracción de petróleo, carbón, gas y más bien avanzar por el camino de las energías limpias que no son contaminantes, entre ellas la energía solar, eólica, geotérmica y de los mares, etc.
En el caso específico colombiano, en la matriz de energías primarias predominan justamente los combustibles fósiles, casi el 90% de la energía primaria que se genera en Colombia son petróleo, gas y carbón, y necesitamos por tanto empezar a transitar a energías limpias.
¿Se dice que la propuesta de Transición Energética es muy improvisada y que el país se va a quedar sin petróleo desde el ocho de agosto?
Lo primero que tengo que decir es que ese comentario de que nos vamos a quedar sin petróleo es absolutamente falso. Empezamos a trabajar en la propuesta del Pacto Histórico en noviembre del año pasado y hacen parte del equipo de trabajo doce profesionales de diferentes disciplinas que han aportado su conocimiento y experiencia a la propuesta, conocemos los sectores y las cifras, y nos hemos reunidos con empresas, gremios, universidades y comunidades buscando consensos y también aspectos de discordia. No estamos improvisando.
La propuesta tiene varios componentes muy importantes: En primer lugar, la gradualidad. En una economía donde por ejemplo el 98 por ciento del parque automotriz se mueve por gasolina y la industria utiliza en buena proporción carbón y gas para generar calor y vapor, pues nadie puede decir que no más combustibles fósiles desde el ocho de agosto.
Los crudos con los que cuenta el país podrían garantizarnos la autosuficiencia entre doce y 15 años más, la propuesta es que en ese periodo podamos ir sustituyendo el parque automotor, ir apoyando la reconversión de los combustibles en la industria, que no utilicen las carbón ni gas, sino energías renovables.
Pero eso no va a pasar de la noche a la mañana, es un proceso gradual y debe ser un proceso muy bien planeado, pues de lo que se trata es ni más ni menos de que en 15 años le demos una vuelta muy importante a esa matriz dónde dominan los combustibles fósiles por una matriz donde predominan las energías limpias.
Y por último, buscamos que este sea un proceso consensuado, no se trata, como en el modelo anterior de la imposición de decisiones del centralismo, sino de un dialogo social en el que también tengan asiento las voces de los territorios, los trabajadores, las comunidades, las autoridades y empresarios locales.
En este escenario, el Pacto Histórico prohibirá la exploración de crudos no convencionales por el sistema de fracking y la exploración y explotación de crudos costa afuera, por razones fundamentalmente ambientales y para eliminar los conflictos sociales que se generan a través de prácticas en los territorios.
¿Qué podemos decir de la petroquímica? ¿Necesitamos la petroquímica, o ésta va a desaparecer?
La petroquímica genera más o menos 400 productos diferentes que van a la economía, que van a la industria y la agricultura. Por tanto, la petroquímica es fundamental. Para poder tener petroquímica necesitamos petróleo y ese es un argumento más en contra de los que dicen que se va a acabar el petróleo inmediatamente, vamos a necesitar petróleo y gas para la industria petroquímica, entonces la extracción de hidrocarburos nunca va a ser cero.
El país necesita la industria petroquímica, pero esta debe someterse a una transición también para dejar de lado lo que podemos producir de otra forma, como los fertilizantes que hoy estamos importando a precios muy caros, teniendo en el país la enorme posibilidad que nos ofrecen los fertilizantes orgánicos. Ahí hay un potencial gigantesco que sí lo pudiéramos organizar podríamos decir no más fertilizantes importados ni fertilizantes con químicos para el campo. Ahí existen alternativas interesantes de personas organizadas en cooperativas, propietarios de sus fábricas, y una gran posibilidad de empleo.
¿De todas formas, el Pacto Histórico sí va a prohibir la exploración petrolera?
No es cierto, como se dice, que el PH vaya a prohibir la exploración petrolera en el país. Permítame aclarar. La propuesta es que no se asignen nuevas áreas para la exploración, es decir, que no habrá contratos nuevos para exploración, esa es una decisión consecuente con los compromisos del país respecto al cambio climático y el más importante reto global, reducir la emisión de GEI.
El país se comprometió a reducir en un 51% la emisión de GEI al 2030 y a descarbonizar completamente la economía en el 2050. No entregar nuevos contratos de exploración es consecuente con los compromisos suscritos por el país, pero además por otra razón muy importante: todos los paneles mundiales de expertos sostienen que los países más pobres son los que van a pagar las consecuencias más graves del cambio climático y nuestro país se encuentra en esa lista. Un huracán acabó con Providencia el año pasado y ni siquiera se ha recuperado.
Entonces, si bien no se suscribirán nuevos contratos para la exploración petrolera, existen unos 145 contratos vigentes y lo que ha dicho Pacto Histórico es que estos contratos de exploración seguirán hasta el final, es decir, pueden avanzar en la exploración y si registran descubrimientos comerciales de crudos podrán avanzar en la fase de explotación.
¿Pero lo que han dicho es que nos vamos a quedar sin petróleo?
El país no va a tener problemas de autoabastecimiento por varias razones: 1) tenemos reservas probadas para 8 años promedio según la ANH, 2) tenemos reservas remanentes muy importantes en campos maduros que se pueden extraer mediante técnicas de recobro y 3) los crudos que se descubran en los contratos vigentes de exploración. Entonces creo que el país no tendría que preocuparse en el corto y mediano plazo porque haya suministro de los hidrocarburos y de combustibles para la economía.
¿Se continuará exportando hidrocarburos?
Colombia produce unos 750.000 barriles diarios y más o menos la mitad de ellos se destinan al mercado interno, de manera que hay un excedente que se seguirá exportando, pues en lo inmediato no hay nada que pueda compensar las reservas internacionales que se obtienen por la exportación de crudos. El problema es que va a pasar a futuro, pues como señalé se registra un descenso natural de la extracción y de las reservas probadas, al tiempo que desde hace cinco años decayó notablemente la exploración en el país.
Tenemos entonces que en el tiempo habrá menos crudos para exportar, la política busca ante todo no perder la soberanía energética, no perder el autoabastecimiento, pero las exportaciones van a caer gradualmente y tenemos entonces que buscar como ampliar y diversificar la canasta exportadora de país, al tiempo que reducimos las importaciones, y de esa manera reducir el déficit de la balanza comercial.
¿Y qué va a pasar con Ecopetrol y los trabajadores?
Durante esos 15 años de los que hablamos, Ecopetrol y sus trabajadores van a ser actores fundamentales de la Transición Energética. Ecopetrol tendrá la tarea de garantizar el abastecimiento de combustibles que la economía va a requerir, que el sector de la petroquímica va a requerir y más allá. ¿Qué significa más allá?
Estamos proponiendo que Ecopetrol sea también la empresa que lidere la generación de energías renovables y de hecho ya lo está haciendo para el autoabastecimiento de sus operaciones, Ecopetrol ya arrancó por ese nuevo camino de generación de energías limpias y por tanto en ese esquema los trabajadores petroleros son fundamentales
Los trabajadores tienen que continuar con la empresa, acompañar la transición, de ninguna forma estamos desconociendo su importancia, por el contrario, nadie habla de que ellos van a perder su trabajo o que se van a quedar en la calle, pensamos en ellos y en los trabajadores tercerizados, una fuerza muy valiosa para el país.
¿En relación con los trabajadores del carbón, del Cerrejón y es más los pequeños mineros del altiplano cundiboyacense que hoy están preocupados, que les podemos decir?
Qué no deben estar preocupados porque uno de los ejes fundamentales del Pacto Histórico es la propuesta de la industrialización de la economía; para industrializar la economía vamos a necesitar acero, por tanto, vamos a necesitar de la industria siderúrgica y si necesitamos de una industria siderúrgica muy fuerte, vamos a necesitar carbón siderúrgico y la mayor parte del carbón siderúrgico se produce aquí en la altiplanicie cundiboyacense, Santander y Norte de Santander.
Entonces ese carbón lo vamos a necesitar, que haya que mejorar las prácticas ambientales y de seguridad industrial es cierto, pero ese carbón lo va a requerir la economía y lo va a requerir justamente de los pequeños y medianos mineros que hay en la altiplanicie y otros sitios del país, por tanto, bienvenidos ellos a la transición.
Otro tema diferente es el carbón térmico, pues el futuro de los carbones de la Guajira y Cesar va a depender fundamentalmente del mercado internacional, de la demanda y de los precios, de manera que la política sectorial deberá estar dirigida a acompañar ese desescalonamiento, que creemos va a ser cosa de tres a cuatro años, y a que las compañías cumplan con sus obligaciones ambientales, cierre minero, económicas y laborales. No se pueden ir dejando pasivos ambientales y trabajadores en las calles.
Pero, además, el Pacto Histórico propone un programa de reconversión laboral para los trabajadores que actualmente trabajan en las minas, que puedan salir de las minas, pero puedan engancharse inmediatamente en este nuevo sector de las energías renovables; Igual, se busca trabajar con las comunidades de las áreas de influencia minera y petrolera, que perdieron la vocación de sus territorios, para que cerradas las minas y la actividad de hidrocarburos, puedan volver al campo, a sus tierras, a trabajar productivamente el campo.
Entonces, las empresas del carbón y sus trabajadores deben empezar a prepararse para la transición, ese es un imperativo del mundo
Exactamente, pese al boom actual, que es temporal, el desescalonamiento del sector ya empezó y ese no es capricho del Pacto Histórico, es una realidad y ya nos pasó hace un par de años en la empresa Prodeco que son de los mismos dueños del Cerrejón, cerró la mina y le dijo al Estado ya le devuelvo la mina y hasta luego, muchas gracias.
La autoridad minera debe verificar que Prodeco haya cumplido con todas sus obligaciones antes de aceptar la devolución de los títulos mineros o de ceder sus derechos mineros a un tercero. Pero de otro lado, tampoco queremos que lo ocurrido con Prodeco pase con los trabajadores de Drummond, Cerrejón o Cerromatoso, por eso hay que ir pensando en políticas respecto a ellos, podamos ir trabajando en la recapacitación laboral, la jubilación anticipada, el apoyo a emprendimientos individuales o colectivos, para que nadie se quede en la calle.
El proceso tiene que quiere ser ordenado, bien planificado, ofreciéndoles oportunidades a los trabajadores como por ejemplo lo que pasó en España con los trabajadores de las minas, que hoy están trabajando con este nuevo sector de las energías limpias.
¿Qué más podemos decirles a las comunidades del área de influencia del extractivismo?
Antes que hubiese minería de Carbón en el Cesar, las comunidades se dedicaban a lo que era la vocación natural de sus territorios, fundamentalmente agrícola y pecuaria, cuando llega la gran minería y empieza a copar esos espacios, se destruyen todas esas actividades nativas, originales de los territorios, se destruyen los tejidos sociales y la capacidad de las comunidades para conseguir los recursos para sobrevivir que no fueran de la minería.
Entonces ahora, que la gran minería del carbón empieza su retirada, tenemos que empezar a trabajar con las comunidades para volver a esas actividades originales; volver a la agricultura, el país necesita que volvamos al campo y producir los alimentos que tanto falta para el país, ahora que se avizora una crisis alimentaria en el mundo, necesitamos que todas las familias del campo vuelvan al campo, pero el Estado los tiene que apoyar, no es que simplemente aquí tiene una hectárea de tierra o diez hectáreas de tierra.
El Estado tiene que hacer el debido acompañamiento, capacitación, entregar semillas, mercadeo, vías terciarias, muchas cosas, para que los trabajadores del campo puedan regresar a sus actividades. Eso está previsto y va dentro de otro eje temático del Programa del Pacto Histórico.
La menor extracción de carbón, petróleo y gas va a afectar los ingresos de los municipios donde se extraen esos recursos ¿qué va a pasar con ellos?
Permítame repasar brevemente. Debemos reconocer que el sector se está desescalonando, si uno mira los últimos 5 años observa que la extracción está cayendo, las reservas probadas están cayendo, las inversiones en exploración están cayendo, los pozos exploratorios están cayendo y la inversión extranjera directa en el sector hidrocarburos está cayendo.
Entonces, ante este panorama pensamos que lo más responsable, es actuar. ¿Cómo se ataja el desabastecimiento?, con la transición energética, por eso es que ante el desescalamiento propio del sector, que no es fruto del capricho de un candidato presidencial, lo responsable es actuar y una de las consecuencias tiene que ver justamente con la reducción de los ingresos de los municipios y departamentos productores por la vía de los impuestos municipales y las regalías.
Entonces viendo alternativas de ingresos de los municipios y una de ellas es el tema del predial. Observamos que hay un grave problema de desactualización predial y uso de las tarifas prediales en muchos de esos municipios. Necesitamos por tanto avanzar en el catastro multipropósito, actualizar el avalúo predial y ojalá los concejos municipales puedan aprobar mayores tarifas para que grandes extensiones de tierras, entre ellas tierras improductivas, puedan compensar por esa vía lo que van a dejar de percibir por regalías.
El catastro multipropósito fue uno de los puntos del acuerdo de paz. ¿Ahí se estaría aportando al cumplimiento del Acuerdo de Paz del 2016?
El Pacto Histórico está comprometido con el Acuerdo de Paz y ahí hay varias cosas que nosotros tenemos en este tema específico de la transición como la política de volver al campo, al desarrollo de la agricultura, devolver los predios a las familias desplazadas y a vivir y trabajar sabroso cómo decimos, eso es posible y eso es posible con el Pacto Histórico.
¿Qué les podemos decir a las empresas petroleras en este momento?
Una de las bases más esenciales de todo este proceso es el respeto a los derechos. De los derechos a la vida, al agua, a la seguridad alimentaria, el derecho a la propiedad y la seguridad jurídica para aquellos que tengan contratos suscritos con el Estado. En ese sentido, no se van a desconocer ningún derecho; si tienen un contrato vigente, pues adelante, no se les va a desconocer. Nos hemos reunido con la Asociación Colombiana de Petróleos, con muchas empresas y les hemos dicho eso y quedan tranquilos.
Digamos que su inconformidad reside en que el Estado no va a entregar nuevas áreas o asignar nuevos campos. Pero digámonos la verdad, después del descubrimiento de Cusiana y Cupiagua llevamos por lo menos 30 y pico de años gastando millones y millones de dólares en exploración y no hemos encontrado un campo de esa importancia cómo Cusiana, Cupiagua y Campo Rubiales, el resto son descubrimientos muy pequeños de 200 a 300 millones de barriles.
No podemos seguir esperando y confiando en que la Virgen nos ilumine, tenemos que actuar. Porque esa es la realidad y frente a eso la tarea es la transición energética, por lo demás no tiene nada que temer con el Pacto Histórico, se van a respetar íntegramente sus contratos.
Gracias profesor.
* Entrevista realizada el 15 de junio de 2022 por Francisco Castillo León, miembro del equipo de investigación de la Corporación Aury Sara y ejecutivo del PDA.
Foto tomada de: La Vanguardia
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