Exportaciones recíprocas
En las de Rusia a China, destacan el armamento, el gas y el petróleo. Los dos últimos, a precios muy favorables comparados con los correspondientes a Alemania y el resto de la Unión Europea (UE).
En cifras globales, las exportaciones de gas y petróleo oscilan entre el 68% y el 73%. Para Rusia, suponen el 12% del combustible.
Conviene reseñar que, en 2019, Rusia inauguró el gasoducto Siberia Power, que suministra gas al norte de China a través de Kazajstán, situada entre ambos países. Por eso, Rusia controla férreamente ese inmenso país, que se ha convertido en uno de sus «patios traseros»2. En enero de 2022, antes de invadir Ucrania, envió tropas para sofocar una rebelión interna y reprimir a los manifestantes. También es Kazajstán un país muy atractivo para China, que le ha concedido grandes préstamos para construir oleoductos de gas. La petrolera Rosneft y la china CNPC han firmado contratos millonarios de envío de petróleo a China a través de Kazajstán.
En cuanto a la invasión rusa de Ucrania, China se mantuvo equidistante por no molestar a Rusia y por los fuertes intereses económicos que tiene en Ucrania, relacionados con su nueva «Ruta e la Seda». En 2012, le concedió un préstamo de 1.500 millones de dólares y, en 2013, le alquiló 3 millones de hectáreas de suelo agrícola (5% de toda su tierra cultivable) por 2.100 millones de euros.
Evolución comercial entre ambos países
Ha ido en aumento a partir del 2011. En 1995, Rusia exportaba a China un 5%; en 2019, un 13,4%. El petróleo constituía un 18%. Por el contrario, Rusia no es un buen mercado de los productos chinos. En 2019, fue de un 2%. Se centra en maquinaria, productos textiles y electrónica. Ahora bien, que China sea un importante socio comercial de Rusia le ha permitido a la segunda sobrevivir tras la anexión de Crimea y ante las sanciones internacionales desde 2014.
Las inversiones chinas en Rusia se han centrado en empresas gasísticas y petroleras, concediendo préstamos en caso necesario, como en 2017, cuando le proporcionó 151.800 millones de dólares.
Desde el final de la URSS, Rusia es el principal suministrador de armas a China. Entre 1992 y 2021, le vendió por valor de 37.874 millones de dólares. Es cierto que China no necesita comprar mucho armamento porque también produce, pero le compra a Rusia un 78% de todas sus compras al exterior. Sin embargo, las exportaciones rusas a China supusieron un 25%.
Relaciones militares
Desde 2005, ambos países realizan ejercicios militares, normalmente dentro de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), fundada en 2001 por China, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. En 2017 se incorporaron India y Pakistán. Irán, en 2021. Dicha organización es fundamental para China, porque su importancia aumentará en el futuro, comercialmente y como muro de contención del extremismo islámico. Además, al terminar las tensiones entre China y Rusia en la frontera oriental de la segunda, ha podido enviar los ejércitos destinados en dicha zona a Ucrania.
Asimismo, China envía tropas a los ejercicios estratégicos rusos anuales, principalmente navales. Asimismo, los bombarderos chinos y rusos empezaron a patrullar en el Mar del Japón y el Mar de China Oriental en 2019. Ambos países se sintieron afectados por las alianzas entre EEUU, Reino Unido y Australia en la zona Indo-Pacífico (AUKUS). Además, Australia ha desarrollado submarinos de propulsión nuclear que han aumentado las disputas en el área y que nada convienen a su seguridad y estabilidad.
«Democracias gemelas»
Como el régimen político chino es de partido único y el ruso autocrático y con la oposición silenciada, es lógico que sus dirigentes se entiendan bien. Comparten los objetivos comunes de controlar a la ciudadanía y mantenerse en el poder. Por eso se oponen a que el resto del mundo interfiera en sus asuntos internos, sobre todo los relacionados con los derechos humanos. Se entiende, pues, que China se pusiese del lado de Rusia cuando se opuso a la ampliación de la OTÁN hacia el este.
Además, ambas han sufrido sanciones por su trato a la población uigur y la represión de Hong Kong —China— y la ocupación de Crimea en 2014 —Rusia.
Declaración conjunta de China y Rusia
Fecha clave en las relaciones ruso-chinas fue el 4 de febrero de 2022. Con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno en China, ambos países hicieron una declaración conjunta en la que expusieron cómo deberían ser las relaciones internacionales.
Se trata de una auténtica declaración de intenciones que implica un profundo cambio en las relaciones internacionales del futuro, clarifica aspectos basados en especulaciones y expone la peculiar interpretación que sobre democracia y derechos humanos tienen China y Rusia. Sintetizados dichos principios, exponen:
- La comunidad internacional está demandando un liderazgo basado en un desarrollo pacífico y gradual que ambas potencias pueden ofrecer.
- El respeto a los derechos de los pueblos debe tener en cuenta los términos de su soberanía y seguridad.
- Protección del papel coordinador de Naciones Unidas — despreciado por EEUU— y aceptación de la multipolaridad del Consejo de Seguridad.
- El concepto chino de «comunidad de destino común para la humanidad» y el ruso de «sistema multipolar justo» se complementan.
- Cooperación y no confrontación de la comunidad internacional.
- La democracia es un medio de participación ciudadana para implementar un gobierno popular, pero cada país puede elegir las formas y métodos que considere mejores (pluralidad democrática).
- Los bloques exclusivos y las alianzas de conveniencia son burlas a la democracia e intentos de hegemonía. Se trata de una alusión a la OTAN, pero no a la OCS…
- La naturaleza universal de los derechos humanos debe verse a través del prisma de cada país en particular; es decir, «no» a los derechos universales y sí a los «adaptativos».
- Vinculación de los planes de desarrollo de la Unión Económica Euroasiática y la Iniciativa de la Franja y la Ruta para construir la Gran Asociación Euroasiática.
- Potenciación de la Iniciativa de Desarrollo Global propuesta por China en la ONU, basada en un desarrollo global más sólido, ecológico y equilibrado.
- Implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático.
- Aumento de la cooperación al desarrollo y la fabricación de vacunas.
- Necesidad de compartir la seguridad porque los destinos de todas las naciones están interconectados.
- Rusia se opone a la independencia de Taiwán.
- China y Rusia se oponen a las revoluciones de color y los intentos de socavar la estabilidad de las regiones adyacentes; es decir, se exige un respeto a los «patios traseros» rusos.
- China y Rusia se oponen a la ampliación de la OTAN y exigen la creación de garantías de seguridad a largo plazo en Europa.
- Preocupación por los planes de EEUU en cuanto al desarrollo global de antimisiles.
- Oposición a bloques cerrados en Asia y Pacífico y a favor de un sistema de seguridad equitativo. Preocupación por el AUKUS.
- Abandono de la mentalidad de la guerra fría.
- Vuelta a los acuerdos de desarme neutralizados por los EEUU.
- Utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y para prevenir el emplazamiento de armas en dicho espacio.
- Cumplimiento por EEUU de la Convención sobre armas biológicas
- Internacionalización de la gobernanza en Internet.
- Reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), oponiéndose a los acuerdos unilaterales y al proteccionismo.
- Apoyo al formato del G20.
- Fortalecimiento de la OCS y su configuración policéntrica en el orden mundial.
- Fortalecimiento del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico, incluyendo a EEUU.
- Desarrollo de la cooperación dentro del formato «Rusia – India – China».
La declaración es una obra maestra de la geopolítica contemporánea. Bastante cínica, por cierto, y contradictoria. Por un lado, rechaza propuestas que perjudican a China y Rusia y, por otro, potencia aquellas en las que ambos países llevan la delantera. Ahora bien, aunque el texto está lleno de trampas, plantea desafíos concretos y hace propuestas rompedoras. La conclusión entrelineas es que «o jugamos todos o no juega nadie» y «mejor ganamos todos si participamos al mismo tiempo y a la misma partida». No obstante, en los últimos años, China insistirá en inculcarnos su concepto de democracia.
Aunque la alianza chino-soviética no es simétrica en absoluto, cada uno sabe qué rol puede y debe jugar, aceptar la superioridad de China y su voluntad de crear otras alianzas y no criticarse mutuamente ante terceros…
El nuevo eje China-Rusia-India
Habrá que ver hasta dónde llega. La tercera no tiene el carácter expansivo de las dos primeras, su peso político y militar es menor y su presencia en el Consejo de Seguridad no es permanente. Además, India está en otra alianza contraria a los intereses de China: el Diálogo Cuadrilátero de Seguridad (QUAD), fundado en 2022, en el que participa con EEUU, Australia y Japón.
No obstante, la alianza entre China, Rusia e India prosperará. Por un lado, China es un mercado muy atractivo para India por el carácter consumista creciente de su enorme población. Por el otro, hay varios puntos geopolíticos que los unen: la situación de Myanmar, el control de armas ligeras, la situación de los derechos humanos en Irán, los temas nucleares, la ocupación rusa de Crimea, la guerra de Siria, el genocidio, las minas antipersona y la invasión de Ucrania.
Un largo camino…
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1 Este artículo está basado en el libro Hegemonías, bloques y potencias en el siglo XXI, de Vicenç Fisas (Editorial Catarata, 2022).
2 El término se utilizó para referirse a los Estados Unidos (EEUU) —«America’s Backyard»— y está relacionado con la ciencia política y las relaciones internacionales. Indicaría la esfera de influencia de los EEUU, especialmente América Latina.
También ha sido utilizado para todos aquellos países que tienen esferas de influencia en otros, como el concepto ruso «Near Abroad» (ближнее зарубежье, blizhneye zarubezhye en ruso y que podría traducirse al español como «Extranjero Cercano»), que se refería a los estados periféricos de la antigua Unión Soviética.
Recientemente, los medios de comunicación hacían referencia con él a las amenazas de la seguridad nacional de los EEUU (incluidos los ejercicios militares rusos y el terrorismo de Oriente Medio). (Wikipedia).
Pepa Úbeda
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