Este gobierno está en su recta final, en un poco más de cien días tendremos nuevo gobierno electo, porque todo indica que habrá segunda vuelta, así las cosas, la pregunta que hay que resolver es que perspectivas tiene un proceso de paz con el ELN.
Responder la pregunta, implica hacer cábalas sobre el nuevo gobierno, gane quien gane, tendrá en cuenta el estado de las negociaciones y estas están bastante verdes, y no será mucho lo que se podrá avanzar en estos meses, tiempo escaso para ubicarse en un escenario de irreversibilidad, como lo desearíamos, incluido el Presidente Santos.
Aun con tiempo escaso, quedan doce semanas para que gobierno y ELN, den pasos, que son importantes y podamos llegar al nuevo gobierno electo, con algo en las manos, para que el nuevo Presidente, evalué sus pasos en relación a esta mesa, que tiene poco aire político, mucho escepticismo de que pueda salir adelante y muchos interrogantes sobre la decisión del ELN, para asumir el camino del pacto político, así las cosas, las perspectivas de que esta mesa siga adelante, no son nada halagüeñas, más bien son muchos los obstáculos que hay que superar, para afirmar que luego del 7 de agosto, tendremos una mesa de diálogos y negociaciones con esta vieja guerrilla, que el próximo 4 de julio cumplirá 54 años y ahí sigue, como un actor de esta resistencia armada, que no tiene perspectivas de ningún triunfo importante, pero tampoco esta a la vuelta de la esquina una derrota del ELN, son una realidad en por lo menos 120 municipios y en los últimos dos años, con la salida de las FARC, de la confrontación armada, han tenido un ciclo de expansión y fortalecimiento, el ELN de hoy es más grande, con más orden y recursos del ELN de hace 16 años, cuando vivió un duro debilitamiento.
Lo elemental para el nuevo gobierno, es evaluar el estado de las negociaciones: que recibe, como agenda, como logros y como perspectivas de un proceso de paz. Sobre la agenda, centrada en la participación de la sociedad, con el derrotero de pactar unas transformaciones que hagan posible que el ELN, se decida por el camino del pacto político, el nuevo gobierno tendrá que evaluar si tiene interés en un proceso de paz con participación de la sociedad, lo cual para un país que se precia de democrático y regido por un ordenamiento constitucional, donde la participación es uno de sus ejes estructurales, no debería ser una razón para no darle continuidad.
Transformaciones, muchas o pocas, son parte del debate político y social, depende quien gane, habrá mayor apertura a una agenda amplia o a una agenda acotada, pero transformaciones se requieren y es posible pactarlas en una dinámica de sociedad y allí puede concurrir el ELN, para acompañar con una decisión de paz su transformación de fuerza rebelde a fuerza política y social, que dé el paso a un acuerdo.
Lo lograble en estas semanas, lo que se puede avanzar en estas doce semanas es: cese bilateral funcionando, que permita las dos vueltas presidenciales en calma, por lo menos sin un ELN echando balas y poniendo bombas, esto es básico, igualmente un proceso de participación social y ciudadano en marcha y acuerdo humanitario en el Chocó y desminados en varias zonas del país, si esto se logra, la mesa gobierno-ELN, llegará con temas sustanciales al dialogo con el nuevo gobierno, si esto se logra, las perspectivas de esta mesa son buenas, si esto no se logra, la mesa no sobrevivirá al nuevo gobierno.
La segunda variable a tener en cuenta, la primera es el estado de la mesa, es con quien tendrá que hablar el ELN, y todos, le exigirán al ELN, mayor compromiso, partiendo por un cese de las hostilidades, para lo cual hay que lograr que si hay un cese bilateral pactado, funcionando y con logros, se le pueda dar continuidad en el nuevo gobierno, manteniendo el carácter de bilateral.
Iván Duque ha dicho que no le dará continuidad a la mesa, Vargas Lleras igualmente, Sergio Fajardo, afirma que no ve voluntad en el ELN, pero que si tratara de negociar y Gustavo Petro, los llama a asumir la vocación social de Camilo Torres y no persistir en un alzamiento armado sin rumbo y Humberto De La Calle, les pide mayor compromiso con el camino negociado.
Una cosa es la campaña política y otra ser el gobierno, lo que vendría luego de tener un gobierno electo y un gobierno saliente, sería un proceso de “tanteo”, entre el nuevo gobierno y el ELN y allí pueden encontrar un camino de entendimiento y concertar un proceso que no podrá ser muy diferente al que está diseñado, con esta agenda y con participación de la sociedad.
Hay doce semanas para avanzar y luego unas semanas donde se requerirá terceros de la comunidad nacional e internacional, para que esta mesa continué.
LUIS EDUARDO CELIS: Asesor de la Redprodepaz y trabaja en los temas de comprensión del conflicto armado y sus perspectivas de superación.
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