Hoy han pasado 18 meses desde su llegada al “Jardín Exótico del Universo” como decía mi Padre. Y esa comunidad fronteriza amazónica llegada de todas partes como Usted mismo lo reconoció, que lo escuchó atentamente, sigue en la espera para que su extensa exposición se convierta en proyectos concretos en beneficio de las comunidades Leguizameñas y Putumayenses. El tiempo avanza Señor presidente, y se necesita que los sueños se conviertan pronto en realidad.
Comenzó su magistral charla en la maloca afirmando que es necesario “…una sociedad que decide construir una visión común del territorio y abrir unos caminos de prosperidad…” por lo tanto invitaba “…a la organización popular, indígena, social de Puerto Leguizamo a un dialogo social en una perspectiva que participe la sociedad en el diseño de lo que se quiere del territorio…y poder no solamente participar en ese diseño, abrir el espacio para que la sociedad diseñe, dibuje el putumayo que quiere, la Amazonia que quiere, sino que eso se pueda volver una voz coordenante, un mandato, una orden popular a través de la ley…”
Y continuaba “… ¿Es el Putumayo contra la selva?, como se ha concebido en las últimas décadas la idea del desarrollo, ¿O es un Putumayo que con la selva pueda establecer una visión económica y de prosperidad?, el Putumayo hoy tiene uno de los índices también, más altos de desforestación en Colombia, no hace mucho…había una polémica sobre si el Putumayo era petrolero o era selvático, en donde estaba el desarrollo, si se lo decimos a los economistas de la elite, a la política de la elite, que gobierna a Colombia desde hace décadas y desde Bogotá, ellos impusieron la tesis y abrieron el territorio sin consultarlos siquiera a ustedes la exploración, la explotación petrolera…”
“… ¿Esa idea de desarrollo impuesta, desarrollo del Putumayo, generó una mejor sociedad? … ¿Y no será que el camino es la selva misma?,” se veía la “selva…como lo que había que destruir, y que se sigue destruyendo hoy, quemándola, quemando lo que podría ser la principal riqueza de la región, la biodiversidad, la cantidad de posibilidades, incluso de utilización benéfica para la humanidad, de productos naturales que la selva misma recrea, crea, transforma, y que simplemente hay es que conocer… miles de productos, dicen las instituciones de investigación con asiento en la Amazonia, pueden ser utilizables por la humanidad,…productos naturales, que pueden ser nutrientes, que pueden ser transformadores, insumos en la industria, que pueden ser la base de la prosperidad económica de la población del Putumayo, si esta segunda es la perspectiva y ustedes tienen que decidirlo, si lo que hay que hacer es regenerar y revitalizar la selva, en lugar de destruirla, pues aquí habría un gobierno nacional no solamente dispuesto políticamente a acompañar ese esfuerzo, sino que está construyendo los instrumentos que nos permitan eficacia para lograrlo. Por ejemplo… ¿Cuál es el programa de revitalización de la selva? ¿Destruimos la selva en el putumayo o revitalizamos la selva en el Putumayo? Volviéndola a dejar regenerar incluso en las zonas que hoy son potreros.”
“…estamos dispuestos a crear un fondo…un fondo de la nación abierto al mundo, financiado en primerísimo lugar por el presupuesto nacional…queremos aprobar…unas vigencias futuras durante veinte años…tiene como objetivo, el que la familia que hoy cree que su alternativa es sembrar coca o que su alternativa es quemar la selva…pueda recibir un ingreso entre dos o tres millones de pesos mensuales de hoy…de tal manera que el intercambio de ese dinero que es un pago de servicio ambiental…sea porque esa familia se dedica a dejar que la selva crezca en su potrero…a través de concesiones de tierras hereditarias…con un objetivo en primer lugar, que la selva vuelva a crecer, pagar porque la selva vuelva a crecer…el camino es pensar que el desarrollo y que la prosperidad de la familia consiste en dejar crecer la selva…hay que desarrollar al cabo de estos veinte años hacia adelante, toda la investigación no solamente ancestral de los saberes populares, sino de las instituciones de investigación…la institucionalidad educativa…vivir de la selva de manera sostenible…”
En primer lugar, hay que reiterar que la Comunidad entregó en sus manos, además me dicen muy bellamente presentado, un documento elaborado por lo que ellos y ellas denominaron la “Mesa Multiétnica” que presentaba los requerimientos y las propuestas consensuadas entre los sectores sociales, económicos y étnicos, propuestas que, en su entender, afirman, están acordes con la conservación de la selva sin descuidar las alternativas para la productividad amazónica y el bienestar de sus pobladores.
Primero el Estado y seguidamente las economías ilícitas, han fomentado paulatinamente una colonización que da hoy en día como resultado no solamente la destrucción de la selva y la disminución de su diversidad biológica, sino que según aseguran lideres sociales del Municipio Región (es el 48% del extenso, diverso y complejo Departamento del Putumayo), existen hoy entre 350 y 500 familias reclamando tierras para trabajarlas.
Por igual hay al menos 20.000 hectáreas de finqueros y terratenientes que vienen poniendo a la venta por diversas razones. La zona entregada a las F.M. (Fuerzas Militares) alberga entre 5.000 y 7.000 hectáreas que se encuentran en el momento en desuso. Con lo anterior, Señor Presidente, el gobierno del cambio y la justicia social y ambiental, podría llevar a cabo una reforma agraria local que fuera a su vez, piloto para la Amazonia.
Urge que el Gobierno central, sus ministerios y diversas entidades se sienten a “mambear la palabra” con quienes habitan tan vital espacio, no solamente para Colombia sino para el mundo entero como usted concluyó. Construir una nueva Colombia requiere acuerdos para lograr la verdadera gobernanza. Por lo tanto, Leguizamo sigue a la espera.
John Elvis Vera Suarez
Foto tomada de: Radio Nacional
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