En esta semana se han reunido en Caracas, gobierno y ELN, con acompañamiento de los países garantes, la Misión de la ONU y la iglesia católica para analizar la situación creada ante el anuncio hecho por el presidente Petro sobre la media noche del 31 de diciembre, anunciando un cese bilateral acordado segun el anuncio del presidente con cinco organizaciones, donde incluía al ELN y que esta organización negó, generándose un intercambio de valoraciones que persiste hasta el día de hoy cuando el presidente Petro nuevamente ha mencionado el asunto desde Suiza donde participa del Foro de Davos.
Sin duda que unos diálogos y negociaciones de esta complejidad va a tener mil dificultades que superar y esta del cese bilateral y sus interpretaciones es una de ellas, que sin duda gobierno y ELN van a remontar, donde se evidencia la importancia de una acción conjunta y concertada entre los que lideran este proceso, no es posible avanzar si gobierno y ELN no llegan a acuerdos y allí está el primer motor: la bilateralidad.
Para que este proceso camine, se requiere involucramiento de la sociedad, así lo quiere el ELN, igualmente es de interés del gobierno un protagonismo social, en desarrollo del mandato constitucional que ubica la Paz como un derecho y un deber.
La definición de unas dinámicas de participación es punto clave a tratar en el ciclo de México, hay que tomar decisiones de manera pronta, donde hay que retomar lo ya avanzado en las audiencias sobre el punto de participación y lo que gobierno Santos y el ELN establecieron en la última ronda en julio-agosto del 2018, así las cosas sin procesos de participación esta negociación no va a caminar y allí está el segundo motor.
Hemos recorrido este esfuerzo de paz de las últimas tres décadas sobre dos dinámicas: paz para el cambio donde está la Paz de los años noventa en donde se encuentra la apuesta liderada por el M-19 y secundada por el EPL, el PRT, el Quintín Lame y la CRS, ese fue un modelo que tiene logros en cambios institucionales importantes plasmados en la Constitución del 91, esa paz política nos deja logros importantes en la maduración de una democracia que debe crecer para asumir los cambios pendientes en la sociedad colombiana y allí está el liderazgo del presidente Petro que ha ganado con la agenda de cambio.
La otra dinámica que ha estado presente para avanzar en superar la rebelión armada es la de lograr cambios para avanzar en paz, allí está el acuerdo con las Farc, si hay cambios podemos avanzar en convivencia pacífica, en esta lógica la centralidad está en las transformaciones, sin acuerdo sobre cambios no es posible avanzar y estas transformaciones a pactar, deben salir de las dinámicas de participación y ese es el tercer motor.
Con el incumplimiento del acuerdo firmado con las Farc en 2016, refuerza la desconfianza del ELN, el cual quiere ver y ser protagonista de dinámicas de participación acordadas con el gobierno, transformaciones para avanzar en superar exclusiones e inequidades y lograr un orden de derechos y avanzar en democracia de calidad en el conjunto del país, y el ELN quiere ver cambios y tener certeza de cumplimiento, lo cual no es pequeño desafío en tanto lleva de las intenciones a las realidades, y ese es el cuarto motor de este proceso.
Entre bilateralidad, participación, transformaciones y certeza de cumplimiento, podemos avanzar en este necesario e importante proceso de paz.
Con seguridad en la reunión desarrollada en Caracas saldrá un proceso fortalecido e iremos al segundo ciclo en México donde hay que avanzar en tres temas : los urgentes asuntos humanitarios, el cese bilateral y el necesario proceso de participacion.
Con estos cuatro motores esta negociación va ir hacia adelante y gobierno, la sociedad que se la juega por esta Paz Total y el ELN tenemos identidades enormes para hacer realidad estos cuatro motores.
Luis Eduardo Celis
Foto tomada de: https://efe.com/mundo/colombia-y-el-eln-continuan-las-negociaciones-con-expectativas-positivas/
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