Luego de estos hechos, la dirección del ELN ha sacado una comunicación, en la que niegan estar involucrados en el narcotráfico, y solicitan la conformación de una comisión internacional, que en terreno verifique sus afirmaciones de “rotundo deslinde con el narcotráfico”. En la carta pública dirigida al Departamento de Estado de los Estados Unidos, a la Fiscalía Estadounidense y al gobierno colombiano, afirman: “El ELN nada tiene que ver con el narcotráfico ni con ninguna fase de su cadena: no tenemos cultivos, laboratorios, cocinas, pistas, rutas ni exportaciones de cocaína; tampoco tenemos nada que ver con negocios de precursores químicos.” En la misma comunicación acotan su participación a: “Lo único que está autorizado es el cobro de impuestos a los compradores, porque son los que se lucran del negocio en una actividad comercial que realizan en los territorios donde nuestras guerrillas ejercen control territorial; igual cobramos impuestos a las distintas actividades económicas, como lo hacen los Estados para financiarse”.
Varios gobiernos colombianos, no solamente el del presidente Iván Duque, han acusado al ELN de estar involucrado en el narcotráfico, más allá de lo que ellos reconocen de cobrar “impuestos” a los compradores de la cocaína en los territorios donde tienen presencia, que en la geografía donde permanece el ELN son: Catatumbo, el sur de Bolívar, Chocó, Bajo Cauca y nordeste Antioqueño y regiones del Cauca y Nariño, en todas estas regiones donde permanece la coca y se dan dinámicas de narcotráfico, se reportan semana a semana, por el Ejercito Colombiano y la propia Fiscalía Colombiana, que hay un involucramiento de estructuras del ELN, es habitual ver comunicados de prensa donde se le atribuyen al ELN, estar bajo control de “laboratorios” de procesamiento de cocaína y es esto lo que la máxima dirección del ELN, su comando central, esta desmintiendo y pidiendo que una comisión internacional investigue y diga quien tiene la razón, si su “categórico deslinde con el narcotráfico” es real o si lo que afirman los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, es lo cierto, aquí alguien está mintiendo y son dos afirmaciones que chocan.
No tengo evidencia en mis manos para afirmar quien dice la verdad y quien miente, lo cierto es que desde hace dos décadas hay versiones y reportes de centros de investigación y periodísticos, que afirman que hay un mayor involucramiento del ELN, en la economía de la coca, para algunos de estos reportes hay una presencia más allá del cobro de tributos.
Escucho voces de analistas que se preguntan si con el pasar de los años y el mayor involucramiento del ELN en los temas ligados a la economía de la coca, esto no tendrá un impacto en la naturaleza de esta organización, si estos recursos lo harán más codicioso y menos centrado en un discurso político de cambios y transformaciones, sin duda que es una pregunta pertinente e importante. Yo creo que con esta carta pidiendo investigación independiente y afirmándose en su planteamiento de que nada tienen que ver con el narcotráfico, más allá del cobro de tributos el ELN desde su cabeza de representación política, igualmente está enviando mensajes al interior del ELN, lo interpreto como un “Ojo estructuras y mandos del ELN, no somos narcotraficantes, somos una fuerza rebelde en armas”.
Desafortunadamente la carta del ELN no tiene muchas posibilidades de prosperar en su iniciativa de una comisión que se le meta con rigor e imparcialidad a decirnos quien miente y quien tiene la razón o si ambas partes dicen verdades a medias, como lo hemos visto en muchos momentos de este largo conflicto. Espero estar equivocado y que esta iniciativa tenga algún nivel de concreción en los próximos meses.
La resistencia armada que agencia el ELN, se mantiene en una importante geografía, es un tema no resuelto y en su resolución ayudaría mucho que los Estados Unidos y su gobierno, tuvieran un involucramiento positivo, que pasa por buscar alternativas a la fracasada política contra las drogas, esperemos los resultados de las cercanas elecciones presidenciales en los Estados Unidos y crucemos los dedos por que vengan otros aires de este país que es tan importante para nuestros temas de salir de las tres guerras fracasadas que se mantienen en Colombia: la guerra fría de la cual hay vestigios importantes en Colombia, la guerra contra el narcotráfico y la guerra contra el terrorismo, tres guerras que fueron promovidas desde Washington y que desafortunadamente siguen presentes en tierras colombianas.
Luis Eduardo Celis
Foto tomada de: El Espectador
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