Muchas son las explicaciones dadas a esta situación y se relacionan con la labor docente, la forma de estudiar de los estudiantes e inclusive con el tipo de evaluación que se aplica. Con respecto a la evaluación, es claro que es una relación estresante entre los contenidos ofertados por los docentes y los aprendizajes de los alumnos y esto lleva a preguntar:
¿Cómo saben los docentes que tanto han aprendido los estudiantes? ¿Cómo saben si un estudiante es bueno o malo en sus resultados?
¿Cómo saben los estudiantes que han aprendido y como lo han aprendido? ¿Cómo saber si soy un estudiante bueno o malo?
Las respuestas a estas preguntas, nos pueden mostrar la gran importancia de la evaluación dentro del proceso de enseñanza/aprendizaje. Evaluación que se ha vuelto rutinaria y que se resiste a evolucionar hacia nuevas perspectivas.
Evaluar a partir de los resultados de aprendizajes implica evolucionar de una enseñanza donde los estudiantes reproduzcan datos, secuencias, problemas, soluciones y repitan verdades indiscutibles encontradas en los textos o en la sabiduría del docente, hacia una enseñanza que favorezca la búsqueda de preguntas y respuestas a las situaciones de contexto, donde no solo es importante lo que conceptúa memorísticamente el estudiante sino cómo lo utiliza en situaciones problemáticas ya sea en su entendimiento y/o en la búsqueda de soluciones.
Con los resultados de aprendizajes se evalúan los conocimientos construidos y aplicados.
Evaluar los conocimientos aplicados implica superar la evaluación al estudiante, de lo aprendido por él, superar un examen sin comprenderlo y buscar y/o inducir el error al alumno para castigarlo con la descalificación y la repitencia y pasar a una evaluación como parte del proceso de enseñanza//aprendizaje donde el docente, a partir de lo producido por el estudiante, reconozca lo logrado y lo aprendido y le ofrezcan elementos para seguir aprendiendo. La evaluación debe ser un potencializador del aprendizaje y no un descalificador de alumnos
La evaluación como potencializador del aprendizaje o evaluación para el aprendizaje (Wiliam, 2011) la convierte en una parte integral de la enseñanza y el aprendizaje donde se favorece la retroalimentación del docente, de los compañeros y del mismo estudiante; se valoran los avances individuales y colectivos y se le convierte en una oportunidad para hacer una mirada profunda a la forma como se enseña y como se construyen los aprendizajes
Por lo tanto, evaluar para potencializar el aprendizaje la convierte en un proceso sistemático de recoger la información para proponer juicios de valor del proceso de enseñanza/aprendizaje y tomar decisiones sobre la misma: esa información relevante que posibilita los juicios y decisiones debe estar basada en evidencias de aprendizajes entendidas como aquellas pruebas que confirman que el alumno está aprendiendo y cuáles son los resultados de aprendizaje, pero……
¿Qué características tienen que tener estas evidencias de aprendizaje?
La Evaluación en los resultados de aprendizajes consiste en hacer juicios de valor y tomar decisiones que potencialicen el aprendizaje a partir de evidencias tomadas de lo que saben y saben hacer los estudiantes, por lo que tendríamos que preguntarles a los estudiantes por lo que saben, para saber que saben (autoevaluación).
Texto de apoyo
Wiliam, D. (2011): Embedded formative assessment, Bloomington, Solution Tree.
José Rafael Arrieta Vergara, I.A. Esp. MsC. docente UNIPAZ
Foto tomada de: Alerta Bogotá
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