Tampoco es algo inusual en Colombia. Ha devenido en regla que los ratones cuiden el queso, así en la Fiscalía General, en la Procuraduría, en la Defensoría del Pueblo, en algunas cortes… La institucionalidad macondiana que proclaman defender quienes la han corrompido. No podía ser diferente en el CNE, donde se controla para que las trapisondas de los políticos poderosos queden impunes, o se impide que cualquier acción de los partidos adversarios prospere; así se terminó por declarar que el escándalo de Odebrecht no era relevante, y se archivó el caso, por lo cual se premió a un protagonista de esa resolución, Alexander Vega, con el cargo de Registrador Nacional del Estado Civil, un ratón de talla para cuidar un queso grande, con sabor a fraude. Otro de esos protagonistas fue Carlos Camargo, a quien premiaron con la Defensoría del Pueblo. Antes, aquel aparato detuvo el proceso de revocatoria contra el ultra neoliberal Enrique Peñalosa, con tiquismiquis de dudosa legalidad, cuando se podía sacar al asfalto a semejante paquete, pero desde un escritorio se impidió un proceso de revocatoria que tenía altas probabilidades de éxito, y gracias a esa trampa en el CNE Peñalosa mantiene actualidad política.
Dados esos “éxitos” en el truquito y la maroma, se han tomado más confianza, y los partidos ultramontanos ya han destinado esos cargos para políticos quemados, y con claro perfil delincuencial. Por lo cual no se extraña que las recientes resoluciones del supuesto máximo tribunal electoral no se fundamentan en la ley, sino en la favorabilidad que las encuestas les dan a candidatos contrarios a la coalición de extrema derecha que se articuló en ese organismo. Así impide la aspiración de Patricia Caicedo a la alcaldía de Santa Marta, por ser hermana del gobernador del departamento de Magdalena, pero mantiene la candidatura al concejo de Bogotá de Santiago García Bustos, hermano del gobernador de Cundinamarca. La diferencia está en que la hermana del Gobernador Caicedo milita en un partido del Pacto Histórico, y el hermano del gobernador García Bustos milita en un partido de extrema derecha.
Una maniobra anterior de este consejo fue la piñata de personerías jurídicas, que multiplicó el número de partidos y movimientos de participación ciudadana, llevándolos de 16, que ya eran muchos, a 35 en la actualidad. Ese factor ha resultado determinante para debilitar a los anteriores movimientos, pero más para demoler la alianza del Pacto Histórico, que parece ser la finalidad de tal medida que, además, entorpece los procesos de inscripción de candidatos, el control de inhabilidades, y los escrutinios.
No sólo el Pacto Histórico se afecta con la dispersión de avaladores de candidatos, el mismo uribismo se ve afectado, ya que una de esas personerías de tenderete fue la del movimiento Creemos, de alias Fico, con el cual pretende disputarle la jefatura de la derecha al expresidente Álvaro Uribe, la misma pretensión de Vargas Lleras. Alias Fico se postula candidato a la alcaldía de Medellín sin esperar la bendición de Uribe, pero teniendo a su lado a los dueños de la encuestadora Invamer, con cuya decidida participación ganó alcaldía en el 2015. Tan decisiva fue la ayuda de esa encuestadora que su entonces gerente fue premiado con la gerencia de EPM, entidad que ejecuta 24,2 billones de pesos anuales, mientras la alcaldía de Medellín tiene sólo 7,5 billones de presupuesto.
Alias Fico con la misma fórmula pretende repetir alcaldía, una campaña a punta de encuestas, e Invamer, firma de su socio Jorge Londoño de la Cuesta (ahora encuestadora de bolsillo de la extrema derecha), lo presenta sin contendores en una campaña vacía de propuestas, avivando los rescoldos de la cultura traqueta de un sector de la sociedad antioqueña bajo el apelativo de Fico, así como azuzando odio contra el presidente Gustavo Petro, y contra el exalcalde de Medellín Daniel Quintero.
Uribe está en su peor momento, la derecha de todos los pelambres que antes lo adulaba, que se peleaba por una fotografía con él, ahora lo niega. La mayoría de candidatos en otras ciudades se declaran ajenos a su nombre, aunque sean subalternos de los mandaderos de su finca, acaso por eso el Innombrable eligió a Antioquia como su cuartel de invierno. No contaba con que otros paisas pretenden tomar su puesto, como alias Fico, y Luis Pérez. El primer pulso contra Uribe lo ganó alias Fico.
Lo cual es un gran paso, dado que la derecha más recalcitrante pretende hacer de Antioquia la gran trinchera contra el Gobierno del Cambio, aprovechando las estructuras pandilleras que han sobrevivido desde los tiempos de Pablo Escobar. No en vano, cuando la ciudad ha mejorado notoriamente sus indicadores de convivencia, se desata una oleada de violencia que le permite a esta sección del espectro político agitar la bandera de la seguridad.
El otro actor que entra en contienda en Medellín es Daniel Quintero, quien ya los derrotó una vez, y no se la perdonan. Concita el exalcalde Quintero los odios de los ultramontanos paisas, reforzados por politicastros viudos del poder local, a los que se les suman el Moir y el fajardismo, pero sobre todo es el enemigo número uno del Sindicato Antioqueño, el GEA, que financia con largueza cualquier campaña contra él. Ha tenido el alcalde Quintero a la procuradora Margarita Cabello respirándole en el cuello, igual al fiscalillo Barbosa, quien urde un entrampamiento contra el programa Buen Comienzo, el cual se cae cuando la misma Contraloría General determina que no hubo malversación alguna, y sí una gestión eficiente de los recursos.
Daniel Quintero lidera el movimiento Independientes en lucha contra la extrema derecha, ante la inconsistencia del Pacto Histórico que, al no poder determinar sus propios límites, ha sido permeado hasta por el uribismo, además va dividido, y sin candidatos sólidos en la capital antioqueña. Tendrá que demostrar Daniel Quintero de qué está hecho porque, a pesar de sus detractores, terminó siendo el emblema de la lucha contra la cultura traqueta, y contra la derecha más delincuencial que existe en Colombia.
José Darío Castrillón Orozco
Foto tomada de: La Silla Vacia
Amelia Sanchez Durango says
Que clase de historia política, con esto, y si lo leemos bien nos daremos cuenta de las artimañas que manejan los tales políticos. Apaga y vámonos.
Blanca Echeverri says
Lastimosamente la falta de criterio inteligente y pensamiento critico terminó haciéndole el trabajo a la derecha, la gente repite lo que los medios: ” hay que atajar a Petro ya o acaba con el país”.
Excelente columna.