Se parte de la anterior afirmación debido a que el Cauca no es la única zona en la que se viene desarrollando el conflicto armado, ni tampoco es en la que los actores armados ilegales se encuentran más consolidados o ejercen un mayor control territorial. Por el contrario, la reconfiguración de las dinámicas propias de la zona son las que convergen en una intensidad mayor a la de otras regiones del país.
Lo que ocurre en el Cauca no es nuevo, es recurrente, se vive con intensidad variante y se hace relevante en la medida que se presenta un alcance mediático (como lo ocurrido en Morales el 20 de mayo que tuvo todas las miradas del país). Esta no es una problemática que se derive de la actual administración nacional, departamental o local, mas sí que las permea y las interpela a tomar acciones.
En el Cauca se presenta una violencia que se recicla, pero que se reinventa dependiendo de la forma que se adopte para contraponerla. De esta manera, hay razones históricas y estructurales que llevan a que se continúe el conflicto en el Cauca, así como da condiciones coyunturales para que esta se agudice.
Dentro de los aspectos estructurales está el que el Cauca es una zona estratégica en la que se presenta un corredor que accede al Pacífico (incluyendo el puerto de Buenaventura y el Pacífico Nariñense), al tiempo que se posibilita una conexión con los Andes en sus diferentes vertientes, llegando a posibilitar un enlace hacia el Amazonas y buscar salidas a los llanos orientales. Esto se mezcla con el hecho de que es un departamento con amplias tierras cultivables y tiene posibilidades de extracción de oro, platino, plata, entre otros.
Esto se une al abandono histórico que ha tenido el Estado en esta región, el cual no ha logrado cohesionar una oferta que cubra las necesidades básicas de la población del departamento. El Estado no ha perdido el control del Cauca debido a que, en estricto sentido, no lo ha tenido, siendo, en muchos casos, las organizaciones sociales las que han tenido que hacer frente a la guerra, estableciendo mecanismos y factores de protección en el territorio.
Se suma un factor estructural que presenta una nueva dinámica coyuntural, siendo la presencia de economías ilícitas al interior del territorio. Empero, se da la variación en que hay una reducción en las ganancias que dejan los cultivos de uso ilícito, debido a la disminución de precios de la cocaína por el aumento de la oferta y cambios en el consumo. Esto lleva a que se dé una recomposición de la búsqueda de recursos por parte de las organizaciones armadas ilegales, las cuales se han volcado en mayor medida hacía la minería ilegal.
A esto se suma que hay una presencia histórica de grupos armados ilegales, los cuales están en recomposición debido al Acuerdo de Paz con las FARC, dejando un vacío de poder que ha sido compensado por el Estado Mayor Central (EMC- disidencia FARC), Segunda Marquetalia (disidencia FARC) y el ELN. El primero mencionado, EMC, tiene en sí mismo un proceso de recomposición interno debido a las diferencias internas sobre su actuar en el conflicto, los esfuerzos que llevan a cabo como organización, la distribución de representación y de recursos; asentándose en el Cauca su composición más beligerante, la cual ha ejercido presión al Estado colombiano por medio del uso de la fuerza.
Esto se mezcla con una política de paz y de seguridad que no ha terminado de impactar a los territorios de forma certera y que, por el contrario, ha llevado al fortalecimiento de las organizaciones armadas ilegales, las cuales, a pesar de los ceses con el Estado, siguen afectando a las poblaciones civiles debido al enfrentamiento entre ellas, el reclutamiento, la instrumentalización de las poblaciones, el ataque a desmovilizados, la violación de derechos humanos, entre otros actos.
Todo este contexto lleva a que el Cauca sea una zona de especial atención en la que se dan disputas territoriales y en la que el EMC busca poner condiciones sobre la forma en la que se da la negociación, así como plantea una disputa permanente por el territorio; más teniendo en cuenta el levantamiento del cese al fuego por parte del gobierno y la exclusión de la negociación de los comandados por Iván Mordisco.
Dentro de la situación que se ha dado en el Cauca, se ha presentado por parte del Gobierno Nacional, el Departamento de Planeación Nacional y autoridades locales y territoriales, la denominada como “Misión Cauca”. Esta será analizada en componentes clave, debido a que resulta ser una nueva propuesta del gobierno en una recomposición de la Paz Total y la Seguridad Humana, en orden a un territorio específico y a los retos que se han presentado por parte del EMC.
Misión Cauca: Una nueva perspectiva de acción
Después del rompimiento del cese al fuego por parte del gobierno nacional con el EMC, se dio un viraje por parte de la administración nacional hacia generar una nueva estrategia para hacer frente a dicho grupo armado en el Cauca. Esta se caracterizaría por ser más ofensiva, al tiempo que se articulaba con la inversión social alinea con el Plan de Desarrollo y la forma de distribuir los recursos pensada por el presidente.
De esta manera, después de semanas en las que se tuvieron avances en la concepción, se presentó la Misión Cauca, la cual conjuga diversas apuestas estratégicas por parte de la institucionalidad colombiana (liderada por el DNP) con el fin de transformar el territorio a través de la paz y consolidar la seguridad de las personas. Esta tiene dos componentes claves que se han hecho evidentes: Por un lado, aumentar la inversión social en el territorio, con el fin de ganar legitimidad y confianza por parte de la población civil, garantizando y permitiendo superar condiciones que han llevado a la continuación del conflicto armado. Por el otro, se espera fortalecer la fuerza del Estado en la zona, a partir de destinar recursos y capacidades de la Fuerza Pública, pretendiendo mejoras operativas.
Este tipo de acciones en la práctica no son nuevas y, por el contrario, tienen antecedentes al interior de la política de seguridad colombiana, en la cual se busca que haya una entrada de todas las posibilidades del Estado para poder generar un impacto en las condiciones de seguridad. Sin embargo, la Misión Cauca tiene varios componentes que deben traerse a colación y que se abren a la reflexión.
Cabe señalar que es apresurado dar un dictamen respecto a la posible efectividad o no de las acciones que va a llevar el gobierno Petro en la Misión Cauca. Si bien hay visos de la forma, todavía no está contenido a profundidad ni se sabe de forma práctica las implicaciones que puede tener en el territorio al momento de su implementación. Se encuentra que hay puntos de comparación en acciones similares previas, sin embargo, el contexto regional y nacional, así como la perspectiva del gobierno, han cambiado significativamente, lo cual puede agregar ingredientes sobre la forma en la que se llevan las acciones.
De esta manera, los puntos clave que se consideran de revisión de acuerdo con cómo se vaya dando la configuración de la Misión Cauca son:
1. Es necesario estructurar las acciones de tal manera que produzcan efectos cohesionados, potencializando esfuerzos y logrando los objetivos que se propone la estrategia en un menor tiempo. No se debe partir del hecho de que una mayor inversión social y un mayor pie de fuerza significa de manera inexorable mejorar las condiciones de seguridad del Cauca en el corto plazo, es necesario que se muestren acciones unificadas y conjuntas para lograr los resultados que se proponen.
2. Relacionado con lo anterior, la Misión Cauca es optimista y busca conjugar los esfuerzos de diferentes grupos e instituciones, dentro de las que se encuentran el Gobierno Nacional, los diferentes ministerios, el Departamento Nacional de Planeación, la gobernación, las alcaldías, las comunidades (de diferentes ordenes y características, agregando la diversidad étnica del departamento, teniendo comunidad indígenas, afrodescendientes y campesinas) con sus respectivas organizaciones sociales, así como la cooperación internacional y el sector privado. En este orden, es fundamental aprovechar los esfuerzos por parte de los diferentes entes que se encuentran comprometidos, al tiempo que se deben poner direccionamientos que lleven a que la misión, en su multiplicidad y diversidad, sea exitosa.
3. No necesariamente la presencia de la institucionalidad estatal deriva en un detrimento de la gobernanza criminal, por el contrario, en el país hay amplia evidencia de que ambas pueden convivir en determinados contextos. De esta manera, las acciones deben focalizarse de tal forma que no se dé dicho vinculo o se reduzca a su mínima expresión, dado que el despliegue de inversión no necesariamente podría llevar a un debilitamiento de las organizaciones armadas ilegales, sino a su transformación ante un nuevo escenario.
4. Relacionado con lo anterior, la llave para lograr acciones claras y con resultados en el Cauca se encuentra en las poblaciones del departamento, las cuales son pluriétnicas y se deben reconocer en su ancestralidad. Las comunidades tienen que desempeñar un papel clave en la Misión, yendo más allá de la institucionalidad. Al respecto, el gobierno ha mostrado que tiene capacidades para lograr reconocer los intereses y necesidades de las poblaciones, así como establecer acciones conjuntas entre actores; por lo que es fundamental capitalizar dichas posibilidades en estas estrategias a implementar.
5. Ante el propósito que se va a llevar a cabo en el Cauca, especialmente derivado de las capacidades y entrada de la Fuerza Pública, es fundamental que el gobierno continúe con una revisión y fortalecimiento activo del respeto de los derechos humanos. Esto debido a las violaciones de derechos humanos que se pueden presentar en un contexto de conflicto por parte de los diferentes actores armados; de este modo, el continuar poniendo como centro a la población civil es relevante por los propósitos que se tienen por parte de la Misión.
6. La Misión Cauca debe tener precauciones en la forma práctica que se adopte el concepto de Seguridad Humana a nivel territorial. Lo anterior debido a que:
a. No solo se debe ver que se garanticen derechos, sino que se den con calidad.
b. Esto demanda que la garantía y transformación del territorio debe darse con estándares, los cuales deben tener las características de las poblaciones en el mismo, por lo que es importante destinar los esfuerzos de acuerdo con las capacidades institucionales y su fortalecimiento.
7. En orden con lo anterior, una de las limitantes y protocolos claros que se deben establecer en las acciones a desarrollar se da con las Fuerzas Militares, en cuanto a su contribución en la transformación del territorio desde el componente social. El presidente ha señalado que su papel es fundamental en la construcción de obras como carreteras, hospitales, escuelas, sedes universitarias, acueductos, entre otros. Esto involucra dos preocupaciones:
a. La importancia de dejar consignadas las funciones que tendrán las Fuerzas Militares y las formas específicas que esto adoptará en el territorio, debido a que puede caerse en una falta de control hacia las acciones que estas instituciones ejercen. Esto puede denotarse en los apuntes del presidente al afirmar que el sector castrense cuida de mejor manera los recursos, lo cual no necesariamente es cierto y es importante no llevar a conclusiones apresuradas sobre el proceso.
b. La sobredimensión de las capacidades de las Fuerzas Militares para la Misión Cauca, así como la militarización de la misma a partir del involucramiento del sector castrense en tareas pocos convencionales. Esto debido a que la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército cuentan con recursos y capacidades finitas para poder cumplir con sus tareas, lo cual puede estar llevándolos a un desborde de funciones, así como de expectativas sobre sus acciones.
8. Las acciones llevadas en el Cauca, por las características de la región y las formas históricas en las que se ha visto la renovación del conflicto, demanda de un esfuerzo sostenible en el tiempo, el cual es difícil por dos aspectos:
a. Al actual gobierno le quedan dos años en la cabeza del ejecutivo; sin embargo, las acciones para lograr una transformación territorial y garantizar la paz de sus pobladores, es un esfuerzo de largo aliento.
b. La Misión Cauca va a demandar una inversión mayor en el Cauca que puede no ser sostenible en el tiempo, por lo que es fundamental desarrollar capacidades propias en el corto y mediano plazo que les permitan mantener garantías para la seguridad y la convivencia.
La Misión Cauca en perspectiva
El presente texto denota un análisis sobre la situación del Cauca en sus características especiales, así como hacer apuntes que reconozcan los retos que se tienen para el logro de los propósitos de la Misión Cauca. De esta manera, no se busca dar un juicio de valor, el cual es apresurado por el estado en el que se encuentra la Misión, sino postular retos que se deben tener en cuenta al momento de desarrollar la tarea que se tiene en el departamento del Cauca.
Asimismo, el Cauca es la región donde más se pueden ver los síntomas de la actual situación del conflicto colombiano; no obstante, estos no son generalizables a todo el territorio y es necesario estar en constante revisión de las acciones que se llevan en el conjunto de ellos. El Cauca refleja solo una expresión especial de los conflictos que se viven en los territorios colombianos.
De igual manera, este será un reto fundamental para la Paz Total y la Seguridad Humana en el gobierno, debido a que es una apuesta por la territorialización de dichas políticas, conjugando las diferentes capacidades del Estado. Los resultados en este territorio determinan el éxito de dos de las políticas clave de la administración nacional. No obstante, el camino es complejo, es necesario generar retroalimentación permanente y no desfallecer ante la falta de resultados en el corto plazo; las acciones que se desarrollen en el Cauca generarán impacto en el mediano y largo plazo.
El Cauca le habla al resto del país sobre la reconfiguración de las organizaciones ilegales en los territorios, la búsqueda de formas por persistir y la transformación de la violencia. Es fundamental seguir prestando atención a este departamento y las acciones que se tomen, en la medida que puede ser un reflejo para otros contextos en el país.
Farid Camilo Rondón Raigoza, Magister en Estudios Políticos de la Universidad Nacional, profesor ocasional y miembro del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
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