“… entra por las marañas
una luz de zafiro”
José Eustasio Rivera. Tierra de promisión
EFECTOS ELECTORALES EN EL HUILA
Del proceso electoral por la Presidencia de Colombia, periodo 2018-2022, quedan una plataforma programática que concita, una propuesta metodológica que desafía y mucha gente con grandes expectativas. Para el Huila, como para Colombia, el ejercicio educativo y movilizador de Gustavo Petro como candidato deja de resultado algo más que unos números en un mapa político: deja expuesta, para que la tomen quienes se atrevan, una fórmula que él califica como de ciudadanías libres: un programa desde el enfoque de derechos a materializar con el genuino y libre poder ciudadano en los gobiernos, las demás estructuras del Estado y las organizaciones y movilizaciones sociales. Queda comprendido que se trata de lograr lo uno con lo otro, y en un principio, con quienes ya se expresaron por ese programa y por esa forma de hacer la política.
Como efecto de las movilizaciones políticas promovidas por la campaña de la Colombia Humana, una de ellas con el mismo Petro colmando, como nadie lo había hecho, el Parque Santander de Neiva, y dadas unas votaciones significativas en primera y segunda vuelta, en el departamento del Huila quedó la sensación de que fue muy diciente lo que ocurrió, tanto que de inmediato, con cierto entusiasmo, los dirigentes de los partidos alternativos y de movimientos sociales, así como muchos líderes de los llamados partidos tradicionales, vienen sugiriendo ejercicios de articulación política y de movilización social. Se tiene la impresión de que en esta región, tan frentenacionalista y conservadora por tradición, la politiquería quedó advertida, y que emerge, principalmente en las poblaciones más grandes, un número importante de ciudadanas y ciudadanos que se manifiestan con su voto independiente, libre y crítico.
Aquí está dibujado, entonces, el desafío, que es metodológico y no es en cuanto al programa, pues hay, prácticamente, unanimidad en que lo expuesto sobre salud, educación, justicia, energías limpias, producción agroindustrial, desmonte gradual del extractivismo y de la dependencia al petróleo, enfrentamiento a la corrupción, cumplimiento de los acuerdos por la paz y fomento de la participación, entre otros asuntos, es lo que hay que promover en los escenarios de la política regional. En esto hay prácticamente un acuerdo.
Hay coincidencia también en que el reto está en lograr trabajar en alianzas y en el marco de un movimiento o una movilización, todo esto a partir de unas reglas de juego convenidas y con procesos de cualificación y formación de ciudadanía. Aquí la cultura política, con sus maquinarias, sus recursos y sus lógicas, es lo que hay que superar, y eso se sabe, pero también que no es fácil enfrentarla, que son muchas las personas y empresas que dependen de los beneficios de la politiquería, el clientelismo y la corrupción, eso porque la Gobernación y las alcaldías son los principales empleadores en la provincia, y a veces los únicos. Las condiciones para la política limpia son diferentes en los pueblos pequeños a las de las grandes ciudades, en donde la producción y los empleos dependen menos de los gobiernos. Aún en ciudades intermedias, como Neiva, el peso de las gobernaciones y alcaldías son determinantes, lo cual implica que la politiquería tiene mayor incidencia y posibilidades de sostenibilidad mientras las prácticas actuales se mantengan: el desafío es liberarse de eso.
Examinando los resultados electorales queda en evidencia que entre las elecciones al Congreso y las de primera y segunda vuelta presidencial se dio un crecimiento numérico importante en lo que hoy pueden denominarse ciudadanías independientes de los partidos del establecimiento, de todas maneras reconociendo que unas son las dinámicas de unos candidatos de la región y con presencia casi permanente en el territorio, como son los aspirantes a Senado y Cámara, y otras las de una campaña presidencial en las que el contacto directo de los electores con los candidatos es casi inexistente. Así, el voto por congreso y por cuerpos colegiados y gobernantes regionales es, de hecho, más “amarrado” a lo clientelar que el que se hace por candidatos presidenciales, convirtiéndose esto en una razón de peso para comprender que los cambios de cultura son mucho más complejos y difíciles en los escenarios regionales de la política.
Las votaciones en el Huila muestran que, de hacer un ejercicio matemático ligero y arbitrario, sumando las votaciones que se suponen tienen origen o impulso en Alianza Verde, Polo Democrático, Unión Patriótica, MAIS, Progresistas y sectores y ciudadanos independientes, entre elección de Congreso, con varias listas, y la segunda vuelta presidencial por el candidato de Colombia Humana, se subió del 11% al 33%. Esto muestra que aunque para el primer caso se votó por un congresista perteneciente a un partido del establecimiento, con maquinarias electorales y grandes cantidades de dinero, para el escenario presidencial hubo quienes cambiaron y terminaron optando por un candidato que representó la oposición a esa maquinaria: prácticamente 9 de cada 10 electores huilenses votaron por alguien del establecimiento en las de Congreso, pero sólo 6 ratificaron esa postura en las presidenciales. El que 4, de 10, hayan expresado en las presidenciales una postura crítica frente al establecimiento, significa que con ellos podrían encontrarse oportunidades para emprender ese cambio de cultura política que, decimos, es el desafío que dejan las pasadas elecciones.
El panorama regional muestra, como particular, que unas son las posibilidades para las “ciudadanías libres” en Neiva, y otras en el resto de municipios, en donde también las hay, aunque en menor medida: el voto libre y de opinión demostrado en las presidenciales en la capital del Huila superó el 42%, y de otra parte, dadas la cultura y las condiciones en los restantes municipios, es de valorar positivamente que ya en ellos se ronda el 30%, en particular en los de mediano tamaño como Pitalito (32), Garzón (28), La Plata (27), Campoalegre (33) y con casos de poblaciones pequeñas como Villavieja (44), Rivera (36), Palermo (31), Aipe (31), Algeciras (35), Yaguará (33), Baraya (29), Íquira (33), La Argentina (28), Hobo (30), San Agustín (28) e Isnos (34) también con resultados destacados. De todas maneras, en varios de los restantes 20 municipios se logró algo impensable hace algunos meses en esta zona, como es el de lograr votaciones en el rango entre 20 y 25%.
Otro aspecto para destacar es que en todos ellos, y en varios corregimientos, quedaron colectivos dispuestos a mantenerse organizados y activos en torno de tareas como la defensa de la vida, por el Sí en la Consulta Anticorrupción, las siguientes elecciones regionales, como también activos en movilizaciones locales, en algunos casos por la defensa del territorio frente a la minería y las hidroeléctricas, las vías y los servicios públicos.
Ocurrido lo anterior, observadores de la política ven, para las fuerzas alternativas, opciones ciertas de incidir, y hasta de ganar en algunos municipios, en las próximas contiendas electorales a nivel regional en 2019. Pero también se coincide en que lograrlo sólo es posible mediante la unidad de partidos y movimientos en una gran movilización abierta y libre que haga llegar también a las personas sin militancia ni afiliación partidista que ya de alguna manera han expresado un nivel de postura crítica ante los actuales gobiernos y sus formas de proceder. Ninguna agrupación política podría, actuando sola, obtener algo más de uno que otro concejal y un par de diputados, pero unidas y convocando propositivamente a las ciudadanías desde los asuntos de la política, no con politiquería, podrían elegir alcalde en varios municipios (incluso en Neiva y Pitalito), muchos concejales, un número importante de diputados en la Asamblea departamental, e incidir con fuerza en la elección de Gobernador. Con apertura, generosidad y humildad, los actuales líderes pueden desempeñar un papel histórico anteponiendo los intereses generales a los propios, y hasta legítimos, intereses personales y partidistas: habrá muchas oportunidades para probar la coherencia de los discursos.
Como se dijo arriba, la base para una propuesta programática quedó ofrecida, en su esencia y conceptualización, en el documento de Colombia Humana, y la forma que se espera para trabajar también lo está: es la promoción del ejercicio de las ciudadanías libres y de la práctica electoral limpia, enfrentando de cuerpo presente a los dirigentes, jóvenes y viejos, de los partidos que siempre han recurrido a la compra de líderes y de votos, al clientelismo y a las manipulaciones. Lo que viene ahora es la confrontación territorializada de ideas y de maneras de hacer, lo que demanda disponerse a manejar con solvencia y decisión los asuntos de la política, a transformarse y a transformar la cultura vigente.
Para el Huila queda el reto de articular sus expectativas y posibilidades, y para ello tiene como base lo aprendido y gestado en la anterior elección presidencial, lo que se lograría potenciando y haciendo converger, además de agrupaciones políticas, movilizaciones con los agricultores -que son fuertes organizativamente-, los comunales, los educadores, los estudiantes, los investigadores sociales y académicos, los artistas, los transportadores, los ambientalistas, los cooperativistas, el sector salud y los profesionales independientes, todos ellos con presencia fundamental en el departamento, y que en la pasada contienda electoral no alcanzaron a estar, en lo operativo, lo suficientemente acoplados, pues salvo algunos casos, cada uno trabajó por su lado aunque al final se coincidiera en un candidato a la Presidencia.
En síntesis, el horizonte en el Huila es tan diverso como su paisaje; están su gente y sus varias maneras de expresar, sus ríos y cordilleras, sus necesidades, sus expectativas por los derechos y la dignidad, pero además, está identificado el desafío para transformarse y ser, efectivamente, esa Tierra de Promisión que cantara José Eustasio Rivera, su más destacado novelista y poeta.
Fernando A. Rincón Trujillo
Foto tomada de: http://caracol.com.co/emisora/2017/05/24/neiva/1495637029_724509.html
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