1. Crecimiento del PIB
La gráfica muestra el crecimiento del PIB por sectores entre el segundo trimestre del 2020 y el segundo trimestre del 2021. Es decir, compara la situación de ahora con la que se vivió en el segundo trimestre del 2020, cuando la pandemia ya avanzaba, y la actividad económica comenzaba a sentir el impacto negativo de las cuarentenas.
En el segundo trimestre del 2021, el PIB creció 17,1%. Esta cifra tan excepcional apenas está indicando que Colombia comienza a salir de la recesión. Por tanto, no tiene sentido cantar victoria, afirmando que la economía ya está al otro lado, y que el gobierno ha hecho las cosas muy bien.
El crecimiento tan elevado del PIB se explica porque el punto de referencia (segundo trimestre del 2020) estaba en un nivel bajísimo, que no tenía precedentes. Desde que se llevan las estadísticas, la caída del PIB no había sido tan fuerte como la observada en el 2020. Las bondades intrínsecas del crecimiento del 2021 no pueden servir para ocultar las dificultades estructurales de la economía.
Los sectores que más crecieron fueron: i) actividades artísticas y de entretenimiento (83,8%), ii) comercio (40,3%), iii) industrias manufactureras (32,5%), iv) construcción (17,3%).
Las actividades artísticas y las relacionadas con el entretenimiento aumentaron de manera significativa. Y ello se explica porque estos establecimientos se tuvieron que cerrar durante la pandemia, así que cualquier venta que hayan realizado en el último trimestre del 2021 representa un salto enorme. Es claro, por ejemplo, que pasar de 1 espectador a 3 representa una mejoría del 300%. En el comercio pasó una situación similar.
Las actividades artísticas contribuyen con 1,9 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, el comercio con 6,1 pp, la industria con 3,5 pp, y la construcción con 0,9 pp. Es notorio el impacto que tuvo la reactivación del comercio.
La industria y la construcción apenas están saliendo de la recesión, pero su estructura continúa siendo muy débil. Antes de la pandemia ya había signos evidentes de desindustrialización.
Y por debajo de la tasa de crecimiento del PIB global (17,1%) se encuentran: v) actividades profesionales y de servicios (14,4%), vi) información y comunicaciones (10%), vi) electricidad, gas y agua (9,1%), vii) administración pública (9%), viii) minas y canteras (7,1%), ix) agricultura y ganadería (3,8%), x) finanzas y seguros (3,3%), y xi) actividades inmobiliarias (2,1%).
Entre los sectores de menor crecimiento, vale la pena destacar la tasa modesta de la administración pública (9%). En el país todavía hay mucha desconfianza frente a la intervención del Estado, y no se reconoce el papel de liderazgo que podría cumplir.
2. Daños estructurales
Los avances del último trimestre no corrigen los males estructurales, que bien vale la pena recordarlos.
Permanencia del déficit externo. Las importaciones continúan aumentando a un ritmo mayor que las exportaciones. La economía colombiana sigue con un proceso de apertura hacia dentro. Siempre que se firma un tratado de libre comercio, se dice que es para aumentar las exportaciones. La realidad ha sido muy distinta, y el déficit externo continúa siendo alto. Al comparar los segundos trimestres del 2021 y del 2020 se observa que la tasa de crecimiento del volumen exportado fue de 15,4%, mientras que la de las importaciones fue de 45,8%. Por tanto, la competitividad del país sigue siendo muy baja, y las importaciones continúan siendo más dinámicas que las exportaciones.
Debilidad de la industria y la agricultura. El mal manejo de las bonanzas de los hidrocarburos y de los minerales, se tradujo en un aumento de las importaciones, que ha golpeado a los sectores industrial y agropecuario.
Crecimiento de la deuda pública. El mayor gasto no se ha logrado financiar con impuestos. Las últimas reformas tributarias además de ser regresivas, han sido poco ambiciosas. Para compensar el desbalance del gobierno se ha tenido que recurrir al crédito. Entre el 2011 y el 2021, el saldo de la deuda pública, como porcentaje del PIB, pasó de 38,9% a 69,2%.
Para corregir estos daños estructurales se requieren cambios sustantivos en la política económica. Lejos de cantar victoria, el crecimiento del PIB durante el segundo trimestre del 2021 apenas está indicando que el mundo de los negocios comienza a recuperarse.
Jorge Iván González
Foto tomada de: https://santamartaaldia.co/
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