Afirma que “es evidente que Jineth Bedoya no podría seguir haciendo periodismo, es decir contando los hechos, o investigándolos, si tuviera un alto cargo en el gobierno, pues tendría necesariamente que defender políticas del gobierno.” En esta primera frase plantea una delimitación sobre el periodismo: es una actividad que se caracteriza por investigar los hechos y contarlos. Esta definición no es muy distante de la que trae el diccionario de la lengua: “Actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico.” Pero esta última va un poco más allá, dado que incluye la interpretación así como el concepto de información, que parecería más amplio que hechos. Existe una tendencia a hacer énfasis en los hechos, en los datos: se trataría de exponer ciertas realidades a partir de los datos. Me pregunto: ¿los periodistas solamente investigan hechos y los cuentan, o también los explican?
En siguiente frase, González va un poco más allá, incluye el asunto de la verdad: “Rompería así con el primer mandamiento de los periodistas, que es buscar la verdad de los hechos, y no la que le acomode al poder.”
Por tanto, los periodistas no solo investigan los hechos y los cuentan, sino que también buscan la verdad de los hechos. Esto es algo que se repite una y otra vez por los periodistas: su razón de ser es la búsqueda y la difusión de la verdad. Hasta Néstor Morales dice esto, lo cual, evidentemente es un chiste de mal gusto. Pero, ¿qué es buscar la verdad de los hechos? Esto es algo en lo cual González no profundiza mucho.
Hay un nivel de la verdad que se aplica a hechos cotidianos y evidentes. Una verdad que se parece a la verdad judicial. Un líder político es asesinado y se investiga para determinar quién lo hizo, por ejemplo. Son muchas las preguntas de este tipo: ¿el presidente Uribe ordenó sobornar testigos? ¿el expresidente Duque fue a Brasil a negociar con Odebrecht los aportes a la campaña del Centro Democrático o solamente a ir al baño de un hotel de lujo? ¿Sabían de los falsos positivos el presidente Uribe y el presidente Santos? ¿Fueron financiados los paramilitares por prestigiosas empresas? ¿Buscó Pacho Santos a los paramilitares para proponerles hacer un frente en Bogotá? ¿La plata que le robaron a Laura Sarabia era una suma mucho mayor y le pertenecía a Petro?
Hay muchos otros hechos y datos que los periodistas recopilan y difunden: las ganancias obtenidas por los bancos, el aumento de las tasas de interés, el crecimiento del salario mínimo, el comportamiento de la inflación, la tasa de desempleo, los niveles de pobreza y miseria, el hambre y la desnutrición, el déficit de vivienda, etc. La gran mayoría de periodistas difunden los datos oficiales o de los gremios. En algunos casos, muy pocos, intentan interpretar estos datos, encontrar unas causas, ofrecer algunas explicaciones. Con mucha frecuencia recurren a “expertos” que ofrecen interpretaciones de los datos.
Pero muy rara vez los periodistas buscan la verdad de fondo: ¿qué es la ganancia? ¿qué es el salario? ¿qué es el desempleo? ¿qué es la pobreza? ¿qué es la miseria?.
Su compromiso profundo y casi místico con la verdad no les da para tanto. En general, la gran mayoría de periodistas no han estudiado teóricamente estos asuntos, son, por así decirlo, analfabetos en buena parte de los temas sobre los cuales difunden información. Lo cual no impide que opinen y pontifiquen y que, curiosamente, casi siempre opinen lo que opinan los capitalistas y sus voceros, es decir los economistas profesionales.
Los periodistas no se hacen preguntas tan sencillas cómo saber por qué en una sociedad en la cual según la Constitución Política todos somos iguales ante la ley, hay algunos que son dueños de los capitales y las empresas y otros asalariados que tienen que trabajar al servicio de los primeros. Los periodistas no se interesan por saber que es la ganancia y de dónde proviene y por qué se concentra en unas pocas manos. No les llama la atención investigar y buscar la verdad de los datos que muestran que la gran masa de asalariados y trabajadores por cuenta propia apenas obtiene un ingreso para malvivir. Su pasión por la verdad no los lleva a investigar por qué razón tanta gente carece de empleo y mucha no logra alimentarse bien.
Los grandes buscadores de la verdad realmente no tienen objetivos muy profundos. Prefieren en su gran mayoría quedarse en investigar las verdades del primer nivel: la ocurrencia de hechos. No se trata de poca capacidad (aunque sea esto lo que ocurre en muchos casos) sino simplemente una decisión de no mirar a fondo, de no saber demasiado, de no exponerse a entender la sociedad. Consciente o instintivamente los periodistas, como muchos otros profesionales, saben que no es muy conveniente para sus carreras investigar el poder real. Pueden ser muy capaces y valientes al investigar a los funcionarios públicos, pero rara vez dirigen su mirada hacia los capitalistas y sobre todo hacia el propio sistema capitalista.
González en su nota aborda también este punto. El poder político y el poder económico controlan, dominan y tratan de controlar y dominar al periodismo. Nos recuerda algunas cosas básicas: los gobiernos hacen lo posible por tener de su lado a la mayoría de periodistas, los capitalistas controlan los medios de comunicación. Esto nos lleva a ver que la actividad periodística ocurre en un contexto concreto de relaciones sociales de producción y de poder. Los dueños del capital y las empresas son a su vez dueños, entre otras cosas, de los medios de comunicación. Buena parte de los periodistas son asalariados al servicio de sus patronos; el periodismo no es solamente una actividad que busca obtener unos resultados en materia de información, sino unas empresas que buscan ganancias y que además cumplen un papel fundamental en la defensa de un sistema económico. Esto no es nuevo. Existe desde que existe el capitalismo. Puede que en algunos momentos el control y dominio sea menos fuerte, pero siempre está ahí.
Evidentemente, algunos periodistas intentan escapar a este control, así como algunos medios de comunicación. Algunos de ellos intentan situarse en una perspectiva no política, otros lo hacen conscientemente desde una posición ideológica y política determinada. Los primeros se enfocan con frecuencia en la lucha contra la corrupción, concentrándose principalmente en la investigación y denuncia de los funcionarios públicos en todos los niveles de gobierno; los mejores periodistas de investigación en el país se ubican en esta categoría. Casi nunca investigan y juzgan al sistema capitalista, lo que hace que en implícitamente si tengan una orientación política, así no sea explícita.
El asunto no puede entonces limitarse a que el poder busca “comprar a periodistas” como dice González. La actividad periodística es diseñada, organizada y controlada en lo fundamental por el poder capitalista. “Grandes grupos poseen los principales medios de comunicación, lo que de por sí debilita ya al periodismo, genera autocensuras, conflicto de intereses, y un largo etcétera que sería preciso ampliar en otra columna”.
González piensa con el deseo: dice que la información es un bien público, pero realmente lo que tiene en mente es que debería ser un bien público. Pero ella misma muestra cómo es claramente un bien privado en manos de los capitalistas más poderosos. Y al llegar a las propuestas parece olvidar esta condición esencial de la práctica del periodismo y se enfoca en los periodistas: “¿Cuándo cambiarán las cosas en Colombia? ¿Cuándo empezaremos a exigirles a los periodistas mayor transparencia, más independencia? ¿Por qué es importante hacerlo? Muchos colombianos leen o escuchan los medios como evangelios, como palabra sagrada. Hay predicadores muy bien instalados en esa tribuna, y de hecho cumplen la misma función que hace unos siglos tenía la autoridad de la iglesia: una suerte de altos prelados, cercanos al poder económico, cómplices del poder político e indiferentes a la crítica.”
¿Se trataría de exigirles mayor transparencia e independencia a los periodistas o de cambiar el sistema que hace que la gran mayoría no pueda tener ni independencia ni transparencia? ¿Es un asunto de individuos o de sistema?
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[1] https://www.lasillavacia.com/la-silla-vacia/opinion/articulos-columna/periodistas-y-poder/, 15 de julio de 2023.
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Voz de América
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