Principios y objetivos.
- La política internacional de Colombia debe guiarse por el principio de respeto a la independencia y la soberanía de todas las naciones y por su corolario inevitable: la no injerencia en los asuntos internos de otros países.
- Dicha política tiene igualmente que responder a su compromiso con la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración de derechos humanos y la condena explícita y tajante del genocidio, crimen de lesa humanidad.
- El corolario de ambos compromisos es la condena y oposición a las mal llamadas “sanciones”, definidas con toda precisión por la ONU como “medidas coercitivas unilaterales”. Así como lo es el compromiso de apoyar una reforma de la estructura de este parlamento mundial que responda a los cambios en las relaciones de fuerza a escala planetaria.
- Otro principio al que debe responder la política internacional colombiana es el de la oposición a la guerra como medio de resolver los conflictos y la defensa de la solución negociada y pacífica de los mismos. Colombia debe, en consecuencia, declarar su neutralidad en la guerra que actualmente libran en Ucrania la Federación rusa con la OTAN y la Unión Europea y apoyar en cambio iniciativas como la presentada por China y Brasil, que buscan una solución negociada y mutuamente satisfactoria para todas las partes involucradas en un conflicto, que amenaza convertirse en una guerra nuclear, capaz de extinguir la vida en el planeta. Por lo tanto, Colombia debe salir de la OTAN, una agresiva alianza militar de la que hoy forma parte en la calidad de “socio” estratégico, signifique esto lo que signifique.
- En el campo de los objetivos destaca en primer lugar el compromiso de nuestra política internacional con la integración y la unidad de todos los países de América. Y su participación activa en los alianzas y asociaciones existentes en busca tanto de su fortalecimiento como de su coordinación con sus pares en el continente. Es la manera de responder a la tendencia internacional, dominante en las últimas décadas, a la formación de bloques regionales supranacionales, que pretenden de este modo estar mejor preparados para defender sus legítimos intereses. La balcanización nos sume en la impotencia.
- En el marco del compromiso con la unidad latinoamericana, Colombia debe darse como uno de los objetivos prioritarios de su diplomacia el establecimiento de relaciones de pacíficas y de buena vecindad con nuestros vecinos: Ecuador, Brasil, Panamá, Perú y Venezuela. Así como y la búsqueda de acuerdos y compromisos de cooperación en los planos económico, político y cultural.
- Debe, además, invitar a Brasil, México y Venezuela a la apertura de un foro de discusión permanente en que se comparte información, se analicen y se fijen posiciones conjuntas sobre temas que para los tres países resultan cruciales: la deuda externa, la reforma del orden financiero internacional, el fenómeno de las migraciones, la sedicente “guerra contra las drogas”, el cambio climático y transición energética y la promoción constante de la unidad latinoamericana y del Caribe.
Carlos Jiménez
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
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