Fue el líder liberal Rafael Uribe Uribe uno de los principales promotores de los cultivos de café (1906), que posteriormente caerían en manos de núcleos sociales conservadores, la base de una prospera burguesía de comerciantes, ubicados en el área de los negocios internacionales. Dicha franja de comerciantes se asentó en el antiguo Caldas, en Antioquia, Tolima y Cundinamarca, siendo la base de connotados dirigentes políticos reaccionarios (los Leopardos), asociados con el ejercicio de la violencia y el magnicidio de Gaitán.
Esa fracción oligárquica impulsó la organización de la Federación Nacional de Cafeteros (1927), un potente gremio privado que retuvo para si el manejo de los tributos a las exportaciones liquidados con una cifra a cada libra vendida en el mercado internacional; dineros que se concentraron en un Fondo Nacional del Café, administrado por la Federación de Cafeteros por convenios con el Estado.
Por décadas la Federación de Cafeteros ha dispuesto de sumas millonarias de dinero, especialmente en las épocas de bonanza cafetera. Su organización y estructura burocrática ha dado pie a un Estado paralelo con su propia diplomacia en otros países.
La pirámide de esta entidad es la expresión de grupos minoritarios (Cárdenas, Vélez, Gutiérrez, Arangos, Bahamones), que se aprovechan de los privilegios otorgados por el gobierno, desconociendo a miles de pequeños y medianos caficultores que han aportado a la riqueza nacional con su trabajo y sacrificio, desmintiendo la propaganda y las campañas mediáticas de los directivos.
Esos campesinos han sido las victimas de varias de las crisis cafeteras en los últimos 20 años y seguramente lo serán en una crisis que ya está en desarrollo debido a que el precio internacional cayó de 2,03 dólar por libra el 19 de abril de 2023 a 1,55 el 19 de julio; el precio del dólar, la otra variable clave, se revalúa alrededor de $4.000, y la producción (rezagada por falta de apoyo para renovar los cafetales), cayó en cuatro años de 14 a 11 millones de sacos de 60 kilos. El actual precio es cercano a $130.00 pesos por arroba, debajo de $150.000, el menor costo de producción posible, aunque en cultivos agroindustriales puede subir a $170.000. Se coge sin ganar.
Obviamente, tales crisis no tocan ni poquito a la casta que controla la Federación de Cafeteros que mantiene todos sus privilegios en cabeza de su actual gerente German Bahamon, quien llego recientemente a ese cargo como resultado de un engaño al presidente Petro adelantado por el ex ministro de Hacienda José Antonio Ocampo.
El presidente Petro ha denunciado varias veces la casta cafetera que está a espaldas de los campesinos y en reciente asamblea en el municipio de Pitalito (Huila) planteó la necesidad de reestructurar ese gremio cuyo gerente obtiene ingresos mensuales cercanos a los 200 millones de pesos, mientras más de 330 mil campesinos apenas si reciben 12 millones de pesos al año.
Petro ha señalado la necesidad de democratizar esa institución y los comités departamentales de cafeteros para permitir la expresión de las bases campesinas. El presidente ha dicho que es necesario crear una Confederación de Cooperativas Cafeteras (Concoca) y ha hecho un llamado a los productores ubicados en el nuevo eje cafetero localizado en los departamentos de Nariño, Cauca y Huila, al igual que a los del Quindío, Risaralda, Caldas y Antioquia para que se movilicen y exijan la eliminación de los privilegios de la corrupta casta cafetera.
De no ser así, Petro ha dicho que el gobierno cancelará el convenio del Fondo Nacional del Café para regresar estos recursos al presupuesto general de la nación y apoyar directamente a más de 500 mil familias cafeteras. Se trata de una medida lógica y correcta que hará justicia con miles pequeños y medianos cafeteros que son los encargados de generar la mayor producción mensual de arábigo suave lavado, que es la variante de nuestras fincas para competir en el mercado mundial.
Nota. Con el apoyo del Ocad de Ciencia y Tecnología se ha construido en Calarcá una moderna trilladora de café que en principio articula a 800 familias cafeteras (Ver https://cingtagro.com/ ). Allí se han invertido más de 7 mil millones de dineros públicos para favorecer campesinos colocados al margen del plutocrático Comité de Cafeteros del Quindío, manejado por reconocidos uribistas de la región. Se requiere fortalecer esta importante experiencia vinculando más productores de café con el fin de organizar una cadena productiva global que descarte la nefasta intermediación de la Federación de Cafeteros. La idea es que los caficultores entablen relaciones directas con las grandes tostadoras o con grandes centros comerciales. Esperemos que a todo este propósito contribuya la Zona de Reserva Campesina que se está organizando en varios municipios del Quindio.
Horacio Duque G.
Foto tomada de: LaRepública.co
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