«Que se abran cien flores y compitan cien escuelas del pensamiento para promover el progreso en las artes y de las ciencias y de una cultura socialista floreciente en nuestra tierra»; Mao Tse Tung (1893-1976).
Mucho se ha hablado, escrito y especulado sobre lo acontecido en el famoso Consejo de ministros (as), primero en toda la historia de la televisión colombiana, en ser transmitido abiertamente para la ciudadanía. Y la consecuencia más visible del mismo, han sido las renuncias irrevocables de algunos (as) de sus ministros (as) como también de la protocolaria de todo su cuerpo ministerial y de las instituciones que giran alrededor de la presidencia. Como por igual la reiteración del Señor presidente Gustavo Petro Urrego, qué en la dirección del aparato gubernamental, deben quedar quienes estén de verdad dedicados a cumplir y ejecutar oportuna y adecuadamente las metas del gobierno del cambio. Que no debe existir “una doble agenda”, ya que no hacen lo suficiente ni en lo uno ni en lo otro. Cada vez resta menos tiempo para culminar el gobierno progresista y urge cumplir o avanzar lo mejor posible en las promesas por las cuales votaron más de 11 millones de colombianos y colombianas. No se puede que además de todas las talanqueras que coloca constantemente el establecimiento y sus agentes descompuestos, se le sume la poca ejecutoriedad de quienes tienen altas responsabilidades en el gobierno nacional.
No pocos(as) se han rasgados las vestiduras, al no entender o no aceptar, la apertura democrática impulsada desde la casa presidencial. Como la tradición es que las discusiones de alto nivel se den a espaldas del pueblo, o más bien las decisiones sin discusión alguna se realicen ocultándole a la población, la verdad de fondo. No lo pueden aceptar porque no tiene explicación valedera, el que los gobiernos anteriores escondieran y/o disimularan las razones verdaderas de su accionar. Les da miedo la verdadera democracia, que aún sigue y seguirá por mucho rato en construcción, que debe ser abierta y profunda, siempre en beneficio de las mayorías. El “diablo” se esconde para hacer fechorías. Entonces se llenan de falsas razones para oponerse al avance de la democracia en beneficio de toda la nación. Les aterra que, al interior de un gobierno abierto y democrático, se presenten contradicciones.
Por otro lado, algunos (as) que pretenden ser la voz de la “izquierda” colombiana, se horrorizan, y se recuestan en las posiciones de quienes se retiraron del gobierno, cuando el Presidente reconoce que este es un gobierno con diferentes expresiones ideológicas y políticas, reiterando que algo así como un “frente amplio”, permitió que se triunfara en las elecciones y que este es la manifestación de la pluralidad en su gobierno y la misma diversidad de quienes convivimos en este extenso territorio que debe ser la patria de todos y todas. Desde hace rato Gustavo Petro Urrego, viene insistiendo en que no se le catalogue como de izquierda, desde mucho antes de ser Nuestro presidente. Unos ya se acercan a denominarlo como socialdemócrata. Otros hasta lo habrán catalogado como traidor por su apertura política y su empeño en dialogar constantemente con lo representativo del Capitalismo nacional o mundial y con quienes representan la anacrónica política tradicional.
Aunque insista en defender la vida en la tierra y esté contra la economía fósil, aunque insista en el ordenamiento territorial alrededor del agua, deja algunos puntos sueltos o más bien enredados, para que se le pueda considerar un ambientalista. Como tampoco podemos considerar que, porque impulsa desde su accionar gubernamental una democracia participativa, y aunque no se le puede negar el reconocimiento por la apertura democrática de su gobierno, podamos asegurar que es un socialista. Pero es en ultimas el mejor presidente que hemos tenido en la historia de la República de Colombia, está cumpliendo su rol en este momento histórico socio-político y ambiental, no solo en el terreno nacional, sino que aunque no se quiera reconocer, en el contexto internacional. Con todas las falencias que se le quieran inculpar, es deber de quienes nos sentimos comprometidos con la construcción de una sociedad justa, democrática y en armonía con la naturaleza, apoyar. Eso sí de manera crítica, este gobierno del cambio, para seguir avanzando en la búsqueda del “Vivir Sabroso”. Término este escrito con la misma frase que lo inicie, del Gran Líder Mao Tse Tung “«Que se abran cien flores y compitan cien escuelas del pensamiento para promover el progreso en las artes y de las ciencias y de una cultura socialista floreciente en nuestra tierra».
John Elvis Vera Suarez
Foto tomada de: Forbes Colombia
Sus puntos de vista y sus apreciaciones sobre ese gran hombre cósmico que se llama Gustavo Petro se amplían también en mi mente y eso me permite cada día ser más firme con mi presidente Gustavo Petro