No obstante, este 3 de agosto sucedió la instalación del Comité Nacional de Participación, la cual va a recoger propuestas de la sociedad civil para la negociación entre el gobierno y el ELN. Asimismo, este mismo día se dio inicio al cese al fuego bilateral de 180 días (hasta el 29 de enero de 2024), el cual va a ser verificado por Naciones Unidas.
Estos son pasos importantes sin duda, pero que dejan posibilidades y dificultades por afrontar. El primer punto es que esta es una oportunidad única porque, hasta el momento, de los siete gobiernos que lo han intentado en los últimos 30 años, ninguno había llegado tan lejos como lo hizo el actual; por lo que hay esperanza respecto a desmovilizar a la última gran guerrilla del país.
Segundo, dependiendo de la manera en la que se desarrolle el cese bilateral, se pueden beneficiar los 224 municipios, ubicados en 19 departamentos, donde la organización hace presencia. Es importante hacer un seguimiento continuo y tener a la población en el centro de este cese.
Tercero, el medio de verificación va a tener una misión determinante, dado que hace frente a que ninguna de las partes viole lo pactado. De esta manera, el Mecanismo de Monitoreo y Verificación con presencia de Naciones Unidas, la Fuerza Pública, la guerrilla y la Conferencia Episcopal, tendrá que estar en un escenario complejo nacional, regional y local en el que deben discernir, en medio de las confrontaciones con otro tipo de organizaciones, si se violó o no el cese.
Cuarto, la división que tiene una estructura como el ELN es uno de los retos que tiene este grupo armado para cumplir con lo propuesto en el cese bilateral. Todos los frentes de la organización se comprometieron a suspender acciones; sin embargo, la historia de los procesos de paz con dicha guerrilla muestra cómo pueden darse sucesos en lo territorial que contradicen lo que dicen los negociadores en el ámbito nacional, por lo que una de las dificultades que se presentará es la mediación de los diferentes niveles de dicha organización. De igual modo, se debe recordar el reto de la reconexión de los lideres de la organización con sus bases, derivado del aislamiento que tuvieron los miembros de esta en Cuba.
Quinto, ya se ha extendido el debate sobre el malestar de la organización guerrillera para lograr recursos para su manutención mientras cesan sus actividades. Esto es fundamental dado que puede ser una razón que el ELN coloque de presente para cometer un acto delictivo y violar el cese bilateral, por lo que va a ser un medidor de la voluntad y la capacidad de esta organización para afrontar un alto a sus acciones en el futuro.
Sexto, el gobierno nacional ha mostrado una amplia voluntad desde la Paz Total para poder llevar a cabo un cese de acciones con el ELN. No obstante, los diferentes momentos que se han tenido con la organización respecto al cese bilateral, así como hechos como paros armados, la continuación de secuestros y extorsiones, muestran que no hay una linealidad clara respecto a la voluntad de dicha organización, por lo que es pertinente fijar líneas rojas y generar mecanismos que permitan el reconocimiento de los limitantes que se tienen con este grupo y la negociación.
Séptimo, si bien hay un cese al fuego bilateral, es importante que de manera continua se dé un apoyo a la Fuerza Pública (Fuerzas Militares y Policía) en el cumplimiento de sus labores constitucionales, así como haya un fortalecimiento de la fuerza del Estado. Este es un lineamiento clave dado que es una garantía para que, en caso de que el cese no logre consolidar los objetivos que se propuso, se tenga una respuesta institucional; asimismo, permite que, de concretarse la negociación con dicha organización, se tengan las capacidades para poder brindar condiciones de seguridad a los miembros que dejen las armas.
De esta manera, es fundamental que no se abandone una política de seguridad que se encuentre orientada hacia el fortalecimiento de los miembros de la Fuerza Pública y sus capacidades, entendiendo que esta va a ser necesaria con indiferencia del desenlace que se tenga con el grupo armado.
Esta es una oportunidad histórica para el país, para el gobierno nacional y el ELN, dado que este cese al fuego puede ser la entrada a hacer un acuerdo definitivo con esta guerrilla y lograr su desmovilización. No obstante, es necesario que se tenga un principio de realidad sobre las acciones que se tienen con dicha agrupación armada, lo cual ya empieza a vislumbrarse con puntos de ruptura como el señalamiento hecho por el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, sobre la posible violación seis veces a manos del ELN del cese bilateral.
Las propuestas y la participación deben darse teniendo en cuenta las posibilidades del Estado para poder concretar alternativas serias que permitan la construcción de la paz en el país. Igualmente, el tener contemplados diferentes tipos de escenarios y estar preparados para los mismos es responsabilidad del ejecutivo nacional, logrando un direccionamiento de la paz y la seguridad en el país.
Joseph Plaza Pinilla, Politólogo, administrador público, especialista en análisis de política pública para la igualdad y candidato a magíster de gobierno y políticas públicas. Alcalde Local de Tunjuelito.
Foto tomada de: El Tiempo
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